LUCÍAN—¡Diablos, Zafiro!— escuché gruñir a Rubí y sin dudarlo un poco me asomé para ver lo que sucedía pero quedé paralizado al ver a esa mujer cubierta de sangre desde la nariz hasta la punta de sus pies.— ¿Qué hiciste?
Su mirada fue directo a mí y di un paso atrás al sentir que su aura era demasiado oscura en ese momento y sus ojos entintados en negro lo demostraban. Ella estaba en estado maníaco y sabía que no era de inteligentes alterarla más, sin embargo, me preocupaba demasiado cuando pasaba a ese estado y apartaba a todos de su mundo como si no importaran aunque yo sabía muy bien que intentaba protegerlos de sus reacciones sumamente violentas ya que no era capaz de medirse ni un poco en ese estado.
—Nada de lo que tengas que preocuparte— habló con una frialdad escalofriante que de inmediato hizo retroceder a sus hermanos, paralizó a su padre y a Ethan pero a la reina y a mí solo nos preocupó más.
Zafiro en estado maníaco no era capaz de ver cuan dominante era así que las especies terrenales y los espirituales que estaban por debajo de su rango quedaban paralizados e incluso los más débiles podían morir. Un demonio nefilim de tanta pureza y de rango real como ella era un ser al que solo dos personas podían hacerle frente si estaba fuera de control y esos dos seres eran Lucifer gracias a que era mucho más poderoso que ella y Alexa, no porque fuera más poderosa ya que en ese sentido ni ella ni yo podíamos hacerle frente a Zafiro pero el gran respeto que le tenía su hija era lo que la frenaba en momentos de descontrol y eso era una gran ventaja que solo Alexa poseía.
—Necesito que te calmes— habló Alexa con autoridad aunque muy evidentemente preocupada por el hecho de que su hija se lastimara así misma como en ocasiones anteriores había sucedido.— Te ordené que no te acercaras a él.
Cualquiera le tendría terror al verla así y sentir su aura pesada e intimidante que asfixiaba lentamente, además, el frío intenso que la rodeaba calaba hasta los huesos con demasiada facilidad incluso en las paredes que comenzaban a tornarse blancas gracias al descontrol de sus emociones.
—Fue él quien me buscó— le gruñó a su madre cuando sus ojos se tornaron aún negros mostrando pequeñas venas negras al rededor de sus ojos. La fuerza de su aura había aumentado al punto de hacernos caer a todos, menos a su madre, de rodillas al suelo y con la fuerte necesidad de bajar la mirada.— Agradece al cielo que no lo he destrozado como de verdad quería— agregó con la voz ligeramente distorsionada dando a entender que su furia estaba llegando a un límite que no debía sobrepasar.
Zafiro era una titan a la que se le debía tener terror, ella podía acabar con el mundo con una sola orden si así lo quería. Había sido la única de sus hermanos que había heredado el título celestial de su abuelo, algo que ni siquiera su madre pudo obtener, debido al poder que poseía. Fue elegida para entrenar con los celestiales y actualmente podía tomar el título de querubín pero no lo quería y por ello solo recibió el entrenamiento.
—Ve a ducharte, te espero en mi despacho...
—No pienso hablar de nada contigo o con nadie— la interrumpió de manera brusca como si le costara hablar y solo entonces pude notar su respiración agitada, como si le costara respirar y el sudor que le empapaba la frente.— Conformate con saber que no lo maté— volvió a gruñir antes de retirarse a pesar de los llamados de su madre.
Ella estaba en una faceta peligrosa, sí, pero yo la conocía tan bien que sabía que estaba huyendo ya que algo más sucedía y por ello decidí seguirla en completo silencio, sin embargo, estaba más que consciente de que ella sabía que la seguía y esa fue la razón por la cual dejó la puerta de su habitación abierta.
—Puedes hablar conmigo— susurré al cerrar la puerta dándome cuenta de que ella estaba en el baño.— Por algo dejaste que te siguiera.
Ella era demasiado inteligente y aún en su estado más peligroso había una chispa de razonamiento que la mantenía cuerda y libre de tomar decisiones.
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El Corazón de la princesa cazadora
WerewolfZafiro Evans, nieta del mismísimo Lucifer y princesa de la especie más temida y respetada en un mundo futurista que había sido devastado por una guerra entre países. Ethan Dark, el alpha lider de los licántropos, y Lucían Demian, el señor de los m...