Bang Chan pensaba que su vida era buena y que siempre iba a ser así, pero ¿qué pasa cuando aparece aquel chiquillo que lo hace enloquecer?...tal vez ahora su vida es aun mejor.
"Dɪᴏs, ᴘᴇʀᴅᴏɴᴀᴍᴇ ᴘᴏʀ ᴇsᴛᴇ ᴘᴇᴄᴀᴅᴏ ǫᴜᴇ ᴇsᴛᴏʏ ᴀᴘᴜɴᴛᴏ ᴅᴇ ᴄᴏᴍᴇᴛᴇʀ..."
✞ Pare...
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Los días siguieron transcurriendo normales, muy normales. Cada quien hizo sus labores, y no cambiaron nada al respecto. Bang Chan por un momento pensó que iba a ser difícil ayudar a los nuevos, pero no fue así. Todos fueron amables.
Ahora era domingo y como era de esperarse, el sacerdote Bang Chan se encontraba dando la bendita misa, de las cuales todos estaban reunidos en la gran capilla.
En la primera fila de las quince bancas estaba el joven Seungmin, quien no paraba de ver a aquel sacerdote que no podía abandonar sus pensamientos desde que lo conoció, si, aquella vez en su casa.
Bang Chan mientras recitaba aquella bendita oración que se encargaban de hacer cada alba dominical podía sentir una intensa miraba viéndole, aquella miraba hacia que no lo dejase concentrar bien del todo, así que hizo lo que no se le permitía a los sacerdotes mientras recitaran las oraciones benditas en misa, mirar al frente.
Observo a su esposa que se encontraba en la segunda fila con aquellos de sus hijos, ella se encontraba con los ojos cerrados, entonces ¿Quien era?. Justo en frente de su amada, estaba aquel chiquillo, mirándole.
Bang Chan de igual manera lo vio, lo vio sonreír, sonreirle. Entonces como si todo se hubiera desaparecido, ahí estaban los dos. Los dos mirándose fijamente mientras aquel sacerdote no dejaba de recitar aquella bendita oración.
Kim lo miraba y le sonreía a propósito, quería ver que tan lejos podía llegar aquel sacerdote. Tal vez ¿conocería sus mas oscuros deseos?
✞
La misa había acabado y así todos empezaron a salir lentamente. Bang Chan prácticamente corrió al baño y se remojo la cara, ¿que había sido eso? ¿por que de repente se sintió tan nervioso?. Se miro al espejo y trato de calmarse.
Todo va a estar bien, se repetía una y otra vez.
Cuando salio del cuarto de baño se quito aquella sotana que debía portar en cada misa y se alisto para salir y alcanzar a su esposa. Ella aguardaba afuera con sus bellos hijos, y también se encontraba charlando con una señora de ya avanzada edad, la madre de Bang Chan.
-Amor.-le hablo Chan a su esposa y se gano una mirada acusadora de su madre.
-Sabes perfectamente que no debes hablarle así a tu esposa saliendo de misa, compórtate.- dijo aquella señora y Bang Chan solo asintió. Tenia razón.
Conversaron unos minutos, hasta que sintió como alguien ponía su mano en su hombro izquierdo, lo cual volteo a observarle. Y ahí estaba él, ahí esta Kim Seungmin, quien traía una bonita sonrisa en su rostro.
-Disculpe que los interrumpa, Sacerdote Bang Chan, solo que quería preguntarle unas cosas acerca de mi itinerario del día dominical.- dijo Kim con fingida inocencia, ya sabia de memoria aquel itinerario, pero quería saber quien era aquella mujer que se encontraba a su lado.
