Epilogo

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Fabula est incipere

La iglesia de La Luz, Verdad y Credo había sido destruída

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La iglesia de La Luz, Verdad y Credo había sido destruída. Sus paredes y pasillos fueron consumidos por el infierno que alguna vez dijo que nunca entraría.

Después de que todos habían sido desalojados y fue cerrada por asesinato, a los minutos las llamas la consumieron. Nadie sabe quien fue, nadie saben que había pasado pero todos sospechaban de Beomgyu, que él había querido matar a todos para después incendiarla.

Aquel recinto sagrado fue consumido por las llamas de aquel fuego intenso que a su vez hizo que todos los recuerdos y experiencias quedaran echas trizas.

La mirada perdida de Chan se posaba sobre el ataúd que se encontraba en aquella capilla del panteón de aquella ciudad. Seungmin se encontraba a su lado. Todo este momento lo había apoyado.

Aún no podía mirar a los ojos a su madre, pero aún asi ahí estaba, enojada con él porque Seungmin estaba ahí presente, poco le importaba.

La madre de Samantha y Minho estaba destrozada. Perder a un hijo es de las peores experiencias y que no se le desea a nadie. Es algo que aún no tiene nombre y nunca lo tendrá. Chan no sabía cómo acercarse, lo había intentado. Si. Pero Minho lo había detenido y dijo que cuando las cosas se apaciguaran, hablarían.

Jisung estaba apoyando a Minho. Aquel muchacho estaba tan destrozado, estaba tan mal. Nunca pensó que ese día llegaría y la verdad dolía como la mierda.

La misa terminó y el cuerpo de Samantha había ya sido enterrado en aquel pozo sin fin, en donde se iba aquellos cuerpos y no se les veía ya más.

Los hijos de Bang Chan estaban en shock. De un momento a otro su vida había dado un giro de 180 grados. Su madre ya no estaba y aunque en un principio se les dijo y ellos pensaron que era una broma, ahora ya sabían que no era así.

Su madre los había dejado. Y más cuando había prometido que jamás lo haría.

— Ven, Sam. Tenemos que ir a casa. — Chan le susurro a su hijo quien se encontraba sentado en un banquito, mirando a la nada.

— No quiero ir. Quiero a mamá.

— Sam, se que es difícil pero ya habíamos hablado de esto. — Chan trataba de ser paciente. Trataba de poder remediar todo lo que hizo.

Lo tomo del brazo con delicadeza, brindándole apoyo, Sam se alejó de inmediato.

— No me toques. Te odio, por tu culpa mamá se murió. Por tu culpa nos dejo.

Sam le había gritado a Chan, quien lo miro con sorpresa y negó rápidamente.

— No, hijo...

— No soy tu hijo. Ya no quiero que seas mi papá. No te quiero, no te quiero.

𓆙Pater Noster ✞ ChanMin ✞ EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora