Epilogus II

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LO QUE PUDO HABER SIDO

El alma de Chan viajaba por todos lados, recorriendo los diversos lugares que alguna vez visitó y que ahora su mente le hacía una mala jugada, pudiendo así, llegar al limbo

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El alma de Chan viajaba por todos lados, recorriendo los diversos lugares que alguna vez visitó y que ahora su mente le hacía una mala jugada, pudiendo así, llegar al limbo.

Aquel limbo que te enseñaba la vida y la muerte. La vida podría seguir siendo así como la tenía y la muerte podría seguir estando ahí, esperandolo.

— Chan... Chan — aquella voz llegaba muy corta, Chan quería saber de donde provenía.

No veía nada, no sabía dónde estaba.

— Chan!.

Aquel rubio abrió los ojos brutalmente, observando como se encontraba en su habitación.

La pelirroja que tenía por novia lo miraba con el ceño fruncido. Estaba preocupada, Chan prácticamente había dormido quince horas seguidas.

— ¿Que paso? — dijo un poco aturdido aún por todo lo que había pasado.

— Amor, dormiste casi quince horas. Me asustaste y más porque no te movías y parecías en coma.

Chan se reincorporó y miró su alrededor.

¿Todo había sido un sueño? Joder, que carajos.

Sentía su cuerpo cansado, su alma y corazón parecían rotos. Si aquello había sido un sueño, joder, que puto mejor sueño.

— Soñé algo muy raro...

— Era de esperarse. — murmuró la pelirroja para después sentarse a su costado. — Dormiste como un bebé y eso me agrada por que te desvelas mucho, amor.

Chan era productor de un grupo musical muy bueno en ese tiempo. Su fama había ganado millones de fans que anhelaban comprar y comprar más sus discos. Aquel trabajo era agotador y muy exigente.

— No, Sam, no lo entiendes. Sentí como si fuera real...

Sam lo miro y se puso pensativa.

— ¿Sabes? Leí en internet que a veces nuestros sueños nos muestran nuestra realidad en otro universo — Sam lo dijo una sonrisa — Loco ¿cierto?.

Y Bang Chan asintio.

Ahora que lo recordaba su sueño se parecía a una serie de televisión que veía algunas veces. "하나님"*, esa serie había sido criticada por muchos ya que tocaba temas que en la población coreana estaban mal vistas.

Pero aún así Chan sentía que todo eso que había soñado era una señal para algo que se venía.

Chan no tenía la vida perfecta como en el sueño daba a entender porque literalmente, se desvelaba, a veces los haters llegaban a montones. Todo, todo era muy difícil en el mundo de la música.

— Como sea, en lo que te repones de lo que sea que hayas soñado, voy a ver si ya casi viene la pizza que encargué — Sam dijo para luego levantarse, darle un vasto beso en los labios y marcharse.

Bang Chan cayó rendido en su cama y se tocó la cara con frustración. Se sentía tan extraño.


Minutos habían pasado y Chan se encontraba ahora en la sala, no tenía nada que hacer porque prácticamente había terminado todos sus deberes por fortuna.

El timbre de su apartamento sonó, indicando qué tal vez la pizza había llegado.

— ¡Chan, amor! ¿Puedes abrir? — la voz de Sam se escuchó desde la cocina. Chan suspiro y se levantó dirigiéndose a la entrada.

Abrió la puerta y casi se cae de la impresión.

Seungmin estaba ahí, Seungmin el de sus sueños estaba ahí. Vestía una gorra roja y una camisa del mismo color. Lo miraba seriamente.

Chan estaba en shock. ¿Como carajos era posible eso?.

— Buenas tardes. Serían dieciocho mil wones, por favor.

El muchacho había hablado. Era la misma voz, era su voz. Chan se sintió sofocado de nuevo, se sentía muy extraño.

El chico lo miro extrañado al ver que el rubio no respondía.

— Hey, disculpe.

Chan reaccionó.

— Oh si, perdon. —murmuró rápidamente y sacó su cartera — Aquí están. Toma.

El chico tomó el dinero y le entregó su pizza viéndolo muy extrañado.

— Gracias...

Murmuró para después retirarse pero la voz de Chan lo interrumpió.

— Disculpa... ¿Podré saber tu nombre?.

El chico lo miro aún más extrañado. Debía admitir que el rubio era guapo, muy guapo pero ya tenía una estricta regla de no meterse con los clientes.

— Mi nombre es Seungmin.

Y Chan prácticamente le cerró la puerta en la cara. Seungmin lo miro súper extrañado y se dio la vuelta cabreado. Que jodido idiota.

Chan al otro lado estaba que no lo podía creer.

Se sentía muy real ese sueño y ahora con lo que acaba de pasar, lo sintió aún más real.

— Ay, Dios. Se que nunca he creído en ti y creo que es momento de empezarlo a hacer pero ¿es esta una señal? — Chan murmuró mirando hacia su techo.

Tendría buen material para componer algo, pero a su vez quería mantener esto en secreto. Sentía la necesidad de mantenerlo así.

Los sueños son realidades que nuestra mente inventa para crearnos un lugar seguro. Son realidades alternas y un poco locas a la nuestra.

Tal vez en estos momentos estés en una de ellas y no te des cuenta.

Fin Epilogo II.

𓆙Pater Noster ✞ ChanMin ✞ EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora