Bang Chan pensaba que su vida era buena y que siempre iba a ser así, pero ¿qué pasa cuando aparece aquel chiquillo que lo hace enloquecer?...tal vez ahora su vida es aun mejor.
"Dɪᴏs, ᴘᴇʀᴅᴏɴᴀᴍᴇ ᴘᴏʀ ᴇsᴛᴇ ᴘᴇᴄᴀᴅᴏ ǫᴜᴇ ᴇsᴛᴏʏ ᴀᴘᴜɴᴛᴏ ᴅᴇ ᴄᴏᴍᴇᴛᴇʀ..."
✞ Pare...
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Seungmin miró sorprendió a aquel sacerdote. Le había sostenido el brazo y le había dado órdenes.
Mentiría el coreano si dijera que eso no le había excitado.
Pero en lugar de parecer vulnerable, Seungmin decidió jugar un poco con él rubio. Quería saber que yam lejos estaba dispuesto a llegar. Aquel sacerdote era reprimido y Seungmin no le iba a negar el derecho a ser libre, oh claro que no.
— Disculpe, Sacerdote Bang Cha, pero me han dicho que puedo salir en cualquier día que quiera.— dijo Seungmin con una sonrisa.
Chan estaba que echaba chispas. No iba a dejar que se fuera y menos con aquel tipejo que estaba ahí.
— Oh claro que si, joven Kim. — le contestó Bang Chan ahora con una sonrisa en el rostro, fingida obviamente. — Solo que eso es cuando usted haya terminado sus deberes, y si mal no lo recuerdo haya adentro tiene mucho que hacer.
Ambos chicos se miraban con intensidad, en ella había enojo y deseo, aunque no lo crean pero estos sentimientos eran de ambas partes.
Por un momento olvidaron que había un tercero presente y ese tercero miraba todo con una sonrisa en el rostro. Claro que Bang Chan había cambiado y por supuesto, Lee Minho iba a jugar con ello.
— Lo siento mucho, Minho. — dijo Seungmin y le tomo la mano. — Sera para la proxima, supuestamente aquí el Sacerdote Bang Chan, tengo aún deberes.
Lee asintió.— No te preocupes, Seung. Sera para la próxima y tal vez vayamos a más lugares.
Con ello se despidió guiñándole un ojo mientras Seungmin sonría tontamente.
— ¿Y bien?.— dijo Seungmin cruzado de brazos. — ¿Que se supone que aún tengo pendiente?
— Sígueme.— dijo en tono serio aquel rubio.
Y así fue, Seungmin le siguió admirando en el trayecto aquella espalda cubierta con una camisa blanca. Sin dudas aquel sacerdote era una belleza entera y obviamente, Seungmin iba a descubrir todo aquello.
En cuanto llegaron a la biblioteca principal, Seungmin pudo observar las instalaciones. Eran antiguas muy antiguas pero todas estaban perfectamente ordenadas. Habían largos pasillos con estantes y al final del corredor pudo observar que había unos pequeños sillones y supuso que eran los sitios de lectura, aunque a lado había tres bancas ordenadas como las de la capilla.
—¿Que hacemos aquí? — preguntó Seungmin curioso.
Bang Chan rio un poco.
— ¿Como que 'que hacemos aqui'? ¿Acaso no es obvio?.— dijo Chan mirándole divertido.
