Bang Chan pensaba que su vida era buena y que siempre iba a ser así, pero ¿qué pasa cuando aparece aquel chiquillo que lo hace enloquecer?...tal vez ahora su vida es aun mejor.
"Dɪᴏs, ᴘᴇʀᴅᴏɴᴀᴍᴇ ᴘᴏʀ ᴇsᴛᴇ ᴘᴇᴄᴀᴅᴏ ǫᴜᴇ ᴇsᴛᴏʏ ᴀᴘᴜɴᴛᴏ ᴅᴇ ᴄᴏᴍᴇᴛᴇʀ..."
✞ Pare...
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Si te pones a pensar bien todo el contexto de lo que ahora era la vida del sacerdote Bang Chan, te sorprenderías en gran manera. Como después de creer que tenía la vida tan perfecta y resuelta, todo cambio. No se arrepentía de nada en sinceridad, ya que a pesar de cómo estén yendo las cosas con Samantha, le dió dos hermosos hijos.
Sam y Hyunjin podría decirse que eran los que más se temía en todo esto y es que ellos no eran tontos. Oh claro que no. Veían claramente como su familia y bonita casa de lo que era antes, ya no parecía estar más ahí.
El cumpleaños de ambos chiquitos estaba cerca y tal vez era todo lo que estaba aconteciendo pero ni el sacerdote ni la pelirroja parecían recordar esa fecha.
— Sam... ¿sabes que va a suceder en unos días? — Hyunjin murmuró mientras miraba cómo su hermano petaba su balón.
— ¿El que...? ¿Nuestro cumpleaños? — Sam lo miró.
— ¡Si! — exclamó el pequeño Hyunjin con una sonrisa mientras tomaba entre sus brazos el balón de su hermano — Ya quiero comer mucho pastel.
— ¿Crees que nuestros padres estén preparando una sorpresa? — Sam le preguntó mientras tomaba asiento a su lado.
Hyunjin asintió con una sonrisa pero Sam no sabía si seguirle. Ambos niños eran muy inteligentes pero a la vez muy diferentes. Hyunjin mientras podría decirse vivía en un mundo de fantasía, lo cual era normal a las edad que tienen, Sam analizaba todo, veía cada cosa de su alrededor y no quería causarle una desilusión a su hermano gemelo.
— Claro que la están preparando. Son nuestros papás, nunca olvidarían algo así.
✞
El sacerdote caminaba de un lado a otro pensando seriamente todo lo que apenas le trataba de llegar a la mente. ¿Seo Changbin y Felix juntos? Porque parecía cambiar de repente todo y Chan no se enteraba ni cerca de algo.
Y es que aún seguía sorprendido.
Fue algo tan de sorpresa ver a ambos tomarse de la mano en aquella aquel salón donde se impartían clases y luego soltarse como si fuesen dos tímidas personas. Chan sintió un poco de envidia y es que aún quisiera, no podría hacer eso con Seungmin.
No le importaba si Felix era gay, si quería estar cerca de Changbin o lo que sea que tuviesen, mientras aquel castaño fuera feliz, Chan lo sería también y estaba bien con ello.
— Felix... Hola — Chan lo saludo y Felix lo volteó a ver con una sonrisa.
— Oh hola, sacerdote. — Felix hizo una pequeña reverencia. — Ya casi termino unos pendientes que tengo y se los entrego.
