Bang Chan pensaba que su vida era buena y que siempre iba a ser así, pero ¿qué pasa cuando aparece aquel chiquillo que lo hace enloquecer?...tal vez ahora su vida es aun mejor.
"Dɪᴏs, ᴘᴇʀᴅᴏɴᴀᴍᴇ ᴘᴏʀ ᴇsᴛᴇ ᴘᴇᴄᴀᴅᴏ ǫᴜᴇ ᴇsᴛᴏʏ ᴀᴘᴜɴᴛᴏ ᴅᴇ ᴄᴏᴍᴇᴛᴇʀ..."
✞ Pare...
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Los ojos de Felix no paraban de soltar lágrimas llenas de rencor. Las pesadillas habían vuelto, todo lo malo que estaba tratando de quitar de su camino había regresado y se estaba burlando de él.
Pero ¿por qué regresaban cuando estaba tratando seguir con Changbin y olvidar todo?.
Felix miró su reflejo en aquel espejo y se odio, tal vez era mejor que no tratara de ser feliz, tal vez era mejor dejar de tratar de salvarse. Tal vez él ya no tenía remedio. Y como si de un milagro se tratase, la imagen de Changbin apareció también en aquel espejo. Era aquel chico de ojos bonitos y sonrisa encantadora que le miraba.
"Felix me gustas, me gustas mucho"
Changbin le quería y no le importaba nada, no preguntaba de su pasado, no pregunto por nada y eso hacía que el corazón del de cabellos castaños se encogiera. Changbin lo quería por quien era en el presente.
Y Felix se sintió bien con ello.
✞
Las vacaciones de la familia Bang seguían su curso, donde los niños se divertían en demasía pero sus padres simplemente se limitaban a cuidarlos.
Samantha recordaba todo, recordaba todo lo que sucedió esa noche y con una sonrisa en el rostro miraba como su esposo había tratado de borrar todo lo que dijo y ella estaba bien con ello.
Se replanteo muchas veces que hizo mal, que hizo para merecer eso. Necesitaba ayuda, no sabía que necesitaba pero en definitiva, Chan ya no estaba en eses necesidades.
✞
Los niños ahora jugaban en la alberca mientras sus padre los vigilaban y esperaban a su madre para almorzar. Chan miraba como sus hijos jugaban entre ellos y se sintió feliz, tal vez no amaba ya a Samantha como esposa pero nunca se iba a arrepentir de todo lo bonito que vivió con ella y las bellezas que le dio, sus hijos.
Su cabeza empezó a punzar de repente y Bang se la sujetó con fuerza. Como si se flashes se tratasen, varias imágenes aparecieron.
Aquel chico lo miraba con amor y le extendió su mano con una sonrisa.
— Channie amor, ven — su voz sonaba como si de ángeles se tratasen.
— Sabes que no puedo, mis padres me están esperando, Jin. — Chan negó con una sonrisa.
El pelinegro se acercó hasta él. Lo tomo de la cara entre sus manos y se acercó. Sus respiraciones se mezclaron y el corazón de Bang Chan latió con fuerza.
