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CHAPTER SEVEN el miedo es el camino al lado oscuro
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EL OCÉANO ES SIMILAR A UN AGUJERO NEGRO EN EL ESPACIO. LA ESPELUZNANTE OSCURIDAD habita lo aterrador y desconocido; y si alguna vez fueras absorbido, lo más probable es que nunca salgas.
Entonces, cuando mi cuerpo se sumergió en el agua salada helada que cubría mi cuerpo con un dolor intenso equivalente a mil agujas apuñalando cada parte de mi piel, acepté que lo más probable es que iba a morir.
Cuanto más me empujaban hacia abajo, menos podía ver y una oscuridad completamente nueva se apoderaba de mí mientras mis pulmones ardían y pedían oxígeno. La estructura que se encontraba sobre el agua se estaba volviendo cada vez más distante, el mundo a mi alrededor se derrumbaba, mi cuerpo se preparaba para rendirse mientras cerraba lentamente los ojos. Estaba demasiado asustada para intentarlo, las sombras ya se estaban aferrando a mi voluntad de vivir y me tragaban por completo.
'No te rindas nunca.'
La voz de la Maestra Ti resonó en mi mente, haciendo que mis ojos se abrieran de golpe. El agua salada volvió a entrar en ellos y picó, pero ese dolor no era nada en comparación con el dolor en mi corazón que sentía cada vez que escuchaba la voz tranquilizadora de mi mentora caída.
'Te salvé', me recordó, 'Ahora, por favor, sálvate'.
Algo que nunca le conté a nadie sobre ese día fue que mi antigua Maestra murió porque tomó la decisión de salvarme. La herida fatal que se la llevó originalmente estaba destinada a mí, pero ella me empujó fuera del camino para darme la oportunidad de sobrevivir. No le dije a nadie porque es una de las razones por las que me culpé a mí misma, fui estúpida y persistente al pensar que podía manejar a nuestro enemigo sola, y ella se fue por eso.
¿Ahora aquí estoy a punto de tirar su sacrificio? No, necesitaba ser más fuerte, no podía rendirme. Tenía una vida que vivir, aventuras que experimentar. Entonces, con gratitud por su guía espiritual, pude salir de mi miedo y duda, y luchar por sobrevivir.
