No te equivocaste - Dos vidas perfectas - BounPrem

12

—Esto va a pasar.
—Solo apresúrate, Prem.

El eco del golpe resonó contra las paredes, la mano de Prem chocó con la cara de Fluke. Los dos espectadores abrieron sus bocas cual peces fuera del agua. Estaban preocupados, pero en vez de empezar una pelea, se estrecharon en un abrazo donde ambos no podían dejar de llorar. Pasaron unos minutos y la gente comenzó a acercarse a ver qué había pasado. Fue en ese momento en que Boun entendió la magnitud del asunto. Su amigo estaba temblando.

—Realmente no entiendo que está pasando aquí, pero deberíamos ir a otro lugar. — Ohm sonaba muy preocupado, casi tanto como él se encontraba.
—Lo siento. — Fluke limpió sus lágrimas y las de su amigo—. Lamento arrastrarlos a algo tan estúpido.
— ¿Vamos a algún lugar?

Decidieron ir a una cafetería, su amigo no dejaba de temblar y no iba a permitir que manejara en ese estado. Pidió sus llaves y lo acompañó hasta su auto. Pudo observar cómo Fluke escaparse tras su líder, era mejor no llevarlos juntos por lo cual decidió no comentárselo a Prem. Le pareció extraño el estado del automóvil: era viejo y le costaba arrancar al inicio. Trabajaba en un buen lugar estaba seguro de que podía comprar uno mejor si eso quisiera.

— ¿Estás bien?
El chico a su lado no respondió simplemente se limitó a hacerse bolita en el asiento.
—Lo siento, cuando llamaste tenía el móvil sin sonido.
—No importa. — su voz era un susurro, estaba molesto y sentía que ese enojo iba hacia él—. No era necesario que vinieras.
—No digas eso, no esperaba que algo malo fuese a pasar o siquiera que ya no estabas en el salón.
—Noppanut. — su voz no mejoraba, que lo llamara por su nombre nunca era algo bueno—. No pude despedirme de ti, simplemente desapareciste y luego la llamada… creí que te habías ido.
—Aquí estoy. Fui por un café.
—Olvídalo.
La voz que apenas se escuchaba se apagó por completo.

Su corazón se destrozó cuando un sollozo provino del asiento a su lado, su amigo se encontraba abrazando sus rodillas contra su pecho. Trataba de ocultar el hecho de que estaba llorando, lo cual lo molestó un poco ya que no había notado lo lejanos que eran en ese momento. Ya no eran los mismos de hace unos años, ya no conocía al Prem que estaba a su lado.

*****

Podía ver las estrellas brillando desde la ventana, a su lado estaba su queridísimo Boun y ni siquiera podía disfrutar el momento. Su mente estaba llena de recuerdos sobre Fluke, el dolor que había pasado por culpa de Isla y lo imbécil que había sido con ellos tres en el pasado. Detestaba llorar y sobre todo en ese momento, los recuerdos y el estar con ese chico lo estaban matando lento. Toda su tranquila vida había cambiado de la noche a la mañana y no sabía cómo gestionar sentir todo eso de nuevo.

—Prem ¿Dónde vives?
—Vamos a tu casa, yo puedo irme por mi cuenta.
—Discúlpame, pero no voy a dejarte manejar en ese estado.
—Pero tú no tienes como regresar.
—Pediré un taxi y ya, dame la dirección.