— ¿Novio?
Su líder se sonrojó. — Sí.
Kimmon dio un salto hacia él y lo abrazó fuertemente. — No puedo creer que funcionó.
— ¿Qué cosa? — encontraba totalmente intrigado, le gustaba estar enterado de todo.
—Es algo que yo también quisiese saber. — Ohm se encontraba serio.
El peli azul lo soltó y caminó lejos tratando de huir, aun así el mayor lo tomó por la muñeca.
—Fluke y yo somos amigos. — el mayor levantó la ceja—. Nos hemos reunido de vez en cuando para tomar café e intercambiar libros.
— ¡Oh! — Kao chasqueó sus dedos y apuntó a Kimmon—. Recuerdo que lo comentaste ese día de la pelea de los chicos.
Ohm giró hacia él. — ¿Tanto tiempo?
—Es agradable y nos llevamos bien. — rodeó al líder por los hombros—. No pienses esto de más, solamente le di un empujón para que tuviesen su cita.
—Bien, gracias supongo.
Todos siguieron haciendo burlas inofensivas de su líder con pareja. Al menos uno de ellos estaba bien.La noche la pasó en vela, no había podido ver a Prem todo el fin de semana dado a que no llegó a la clase. Su cerebro le jugó malas bromas toda la noche ¿Y si tampoco regresaba? Sus sentimientos eran un huracán que no podía quedar en el limbo. Le molestaba de sobre manera el hecho que Prem mensajeara a Ohm y no a él siendo su amigo ¿En qué momento se hicieron tan cercanos? Un rayo de sol lo hizo consiente, no había dormido en toda la noche. Se levantó con un gran bostezo, se sentía destrozado. Caminó a la cocina y se sentó en una de las sillas comiendo una manzana y bebiendo un té rojo mientras los chicos aparecían uno por uno desde sus habitaciones. Observó su móvil, los mensajes no recibían respuesta.
— ¿Ocurre algo? — el pelirrojo se dejó caer a su lado.
—Prem no me responde.
—Creo que estamos igual.
—Quería saber sobre ese tema. — se acomodó en la silla y bebió de su taza, tenía una corazonada—. ¿Sucede algo con Earth?
— ¿Disculpa?
—Kao, creo que soy el que más te conoce… desde que Earth apareció has estado actuando muy extraño. — era claro desde que sus ojos se encontraron con el baile del peli rosa lo había flechado—. Salir con chicas como la noche anterior no es algo que hagas desde hace un tiempo.
—Me gusta… cada que lo veo mi corazón salta en mi pecho. Es tan lindo que me pregunto cómo puede estar soltero. Talentoso, amable, tierno, sexy… es todo lo que cualquiera pudiera pedir.
Lo escuchaba atentamente con una sonrisa, era evidente lo que ocurría. — ¿Qué harás? Lo del tema del actor y Earth no es algo suave, él se fue de aquí mandando todo a la mierda. Conozco a Prem y si Earth es como él… ya terminó aquí.Desde que tiene memoria Prem tomaba una decisión era su última palabra. Recordó a su mejor amiga del instituto, ella se le declaró y este la rechazó sin dudarlo. Prometió no cambiar si ella se comportaba normal, la quería demasiado y aun así cuando ella mostró celos enfermizos Prem cortó la relación por más que la extrañara no regresó. Earth y Fluke eran su salvación, a palabras de su Baba, si el actor los lastimó ellos no regresarían.
*****
Se despertaron adoloridos, dormir en el sofá de esa forma los había destrozado. Earth se vistió rápidamente y salió corriendo hacia su casa. Prem se dio un baño largo, era momento de ir a trabajar y realmente no quería hacerlo. No iba a poder verse con Fluke hasta el día siguiente, lo extrañaba como el demonio. Las cosas habían cambiado en la cocina, ya no podía recordar cómo eran los días antes de trabajar con Fluke. Un mensaje sonó en su móvil, era Boun. No sabía que responder ¿Qué se dice en esos momentos? Preguntaba si regresarían, porque había faltado y sobre todo ¿Lo estaba ignorando? Si tuviera que escoger una respuesta esta sería: Sí. Las horas pasaron y fue su turno de quedarse a limpiar, hacía mucho tiempo que no lo hacía.
— ¿Pasa algo, Prem?
— ¡Samuel! — saltó a los brazos del chico con cabello hasta los hombros de color rubio—. No sabía que estarías aquí hoy.
—Quería verte… extrañaba a mi sol.Samuel era el hijo del dueño del restaurante, se habían conocido tras un incidente cuando recién fue contratado. Una escena digna de un dorama: Llevaba una bandeja llena de platos sucios, al ser su primera semana la limpieza corría por su cuenta. Tropezó con un cuerpo y todo lo que llevaba en sus manos se quebró contra el piso, él se encontraba entre los brazos de un chico de cabello rubio atado en una coleta alta que evitaba su caída sobre los platos rotos. Ese fue el día en que se conocieron e hicieron amigos. Era un DJ conocido, aunque nadie supiera realmente su identidad. De chico rico siempre bien vestido a un sexy rubio de cabello largo lleno de tatuajes que presumía orgulloso. Cuando se presentaban él se encontraba en cada una de sus presentaciones hasta que Prem lo reconoció. El niño rico le ofreció pagar los platos sí guardaba su secreto, lo cual no le molestó.
— ¿Y qué planeas hacer?
—No lo sé.
— ¿Es él chico que siempre aparece en tus anécdotas?
Asintió.
—Bien mi sol… creo que primero deberían hablarlo con Earth y el famoso Fluke. — salieron a la calle y cerraron la puerta—. ¿Tienes tiempo?
—No realmente… debo regresar a casa pronto.
—Lástima, quisiera invitarte a cenar.
—Samuel. — sonrió ante la invitación y recibió una sonrisa de regreso, lo ponía nervioso. Sí, el chico frente a él era guapo, demasiado guapo. En un inicio tuvo la esperanza de que hiciera que olvidara a su amigo, pero no era gay, así que prefirió no pensar de esa manera del rubio.
—Podemos quedar el próximo día libre. — Samuel lo rodeó por los hombros, sintió el aroma a pera que lo caracterizaba, delicioso—. ¿Tratas de seducirme?
—Prem. — el chico que lo abrazaba lo observó sorprendido, no era de soltar ese tipo de líneas—. ¿Quién te enseñó ese tipo de comentarios?Se encogió de hombros y ambos rieron. Lo acompañó hacia su horrible auto que lo hacía sentirse peor consigo mismo al saber que su amigo conducía uno del año. Se abrazaron por unos minutos, era lo mejor del día esos grandes brazos, un olor a pera embriagante y un cariño sincero. Luego de alejarse se topó con unos ojos que lo cuestionaban a lo lejos.
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No te equivocaste - Dos vidas perfectas - BounPrem
RomanceSu única pasión era el baile y la cocina, luego de años de no saber de él recibió una llamada. Boun había vuelto a su vida, tan resplandeciente como siempre. Su corazón revivió lo que creyó ya muerto. Era agradable estar con él de nuevo, pero lo mat...