Sus mensajes continuaban en cero, realmente le estaba preocupando que su lindo Prem no había respondido en todo el día. Caminó hacia la habitación del mayor arrastrando los pies, logró escuchar que hablaba con alguien, pero al llegar Ohm solo observaba con molestia su móvil.
— ¿Ocurre algo?
— ¿Ese era Fluke?
Asintió abriendo un juego en su móvil.
— ¿Algún problema?
—Creo que él y Prem están peleados.
— ¿Fluke y Prem? — respondió aún más confundido.
— ¿Sabes algo del tema?
—Más bien… no hemos hablado en todo el día.
— ¿Quieres que le envíe un mensaje?
No pudo hacer nada así que simplemente asintió.Lo vio teclear en su móvil y suspiró, caminó lentamente dentro de la habitación y se dejó caer a su lado en la cama, usando sus piernas como almohada. Sintió la gran mano de Ohm acariciar su cabeza, a lo largo de los años había notado que ese pequeño gesto del mayor siempre los relajaba. Era alguien muy importante para los demás miembros, hasta Kimmon lo buscaba cuando se sentía deprimido.
— ¿Cansado?
—Quiero ir a casa. — se quejó cual niño pequeño.
—No eres el único. — entró el menor del grupo abrazando una manta y se dejó caer junto a su líder—. Extraño a Earth.
— ¿Es reunión familiar? — esta vez Kimmon los observaba debajo del marco de la puerta—. Hemos estado juntos por mucho tiempo ¿Cuándo aprenderán a dormir solos?A pesar de haber dicho esas palabras Kimmon se acurrucó en la parte inferior de la cama, vieron una película hasta que cada uno de los integrantes se quedaron dormidos tras un día de trabajo pesado. Sus integrantes eran lo suficientemente observadores como para saber que su líder se encontraba lleno de problemas o al menos era lo que reflejaba.
*****
Prem observa su móvil, tiene mensajes acumulados tanto de Fluke como de Boun. Sus ojos se entrecierran un poco, el más extraño de todos era el único mensaje de Ohm enviado, minutos antes de salir. Subió en el auto de Cristie y la saludó con una reverencia. Pudo notar el pequeño gesto de dolor de parte de su amiga. Ella era extranjera y estaba acostumbrado a saludarla con mucho cariño. Condujo en silencio, ninguno de los dos estaba en posición de comenzar la charla, estaba seguro de que comenzaría a hablar cuando llegaran al lugar predicho. Era un pequeño restaurante familiar que se mantenía en funciones veinticuatro horas. Tomaron una mesa y Prem sintió una patada en el estómago.
—Prem. — los ojos claros de Cristie lo miraban llenos de tristeza—. No quiero que te enojes conmigo.
— ¿Hace cuánto lo sabes?
—Me lo propusieron desde inicio de año.
— ¡Cristie!
—Yo sé, Prem… debí decirlo antes… pero…La señora del restaurante llegó con una libreta esperando su orden. Pidieron un par de cafés y postres tradicionales. Prem observaba sus manos y sus dedos jugaban con uno de los palillos de madera que había tomado de la mesa.
— ¿Fluke lo sabía?
—Prem no estamos hablando de eso.
— ¿Lo sabía? — su voz se hizo más fuerte y Cristie dio un pequeño salto en su asiento.
—Sí.
Sintió una patada en el estómago al confirmar sus sospechas.
—Le pedí que no te dijera nada… quería ser yo quien hablara de esto contigo.
— ¿Lo ha sabido por meses? — sus manos apretaron fuertemente el pedazo de madera.
—Lo siento. Traté de buscar a otra persona, pero acortaron el tiempo de espera y no puedo hacer nada para evitarlo…
Levantó la mano para que no siguiera hablando, las dos personas en las que más confiaba le habían ocultado información por meses y planeaban seguir haciéndolo. — Debo irme.
—Prem.
—Tengo que pensar en todo esto, lo siento.Salió del lugar rápidamente, sentía sus ojos calientes, las lágrimas se estaban acumulando y quería evitar llorar frente a su amiga.
*Cristie*
Su mente era un caos, su querido Prem salió sin dudarlo del lugar sin dejar que pudiera disculparse, aunque quería explicarlo sabía que no había excusa en mentir, en ocultar y luego decírselo sin ninguna delicadeza. Sus pensamientos fueron cortados por una voz que le indicaba que su pedido había llegado.
— ¿Puede ponerlo para llevar? —la rubia intentaba con todas sus fuerzas no llorar.
—Claro.Tomó las bolsas de comida y entró en su vehículo. Sabía que mentirle a Prem no era bueno, lo hizo en el pasado y casi les cuesta su amistad o al menos así había sentido ella. Pensó en llamar a Fluke y comentarle lo sucedido, pero al estar dentro de su vehículo las lágrimas recorrieron su lindo rostro y su corazón se enfocó en el dolor que sentía. Olvidando por completo lo que debía hacer. Se dio un golpe mental, sabía perfectamente que Prem lo hubiese entendido si lo comentaba antes, pero ella no quería aceptar su cambio de vida y decirlo en voz alta lo había hecho real. Lloró por un tiempo antes de conducir a su casa, olvidándose por completo del chico que había arrastrado accidentalmente a su mentira.
ESTÁS LEYENDO
No te equivocaste - Dos vidas perfectas - BounPrem
RomanceSu única pasión era el baile y la cocina, luego de años de no saber de él recibió una llamada. Boun había vuelto a su vida, tan resplandeciente como siempre. Su corazón revivió lo que creyó ya muerto. Era agradable estar con él de nuevo, pero lo mat...