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El baño había durado más de lo que había esperado. Cuando salió de nuevo a su sala Boun se había ido, se sentía estúpido. Lo había arrastrado en un problema aparte y encima lo vio llorar. Se sentó en el sillón de la sala sin siquiera vestirse o secarse el cabello. Las gotas de agua caían en sus piernas y desaparecían en la tela. Pasaron un par de horas que se sintieron cual segundos, sentado en toalla en su pequeño espacio, ya el agua en su cuerpo se había secado ¿Estaba haciendo bien las cosas? Dudaba si había o no lastimado a Boun con su actitud evasiva más temprano. Le mensajeó Earth rápidamente para que no se preocupara por nada. Cuando aceptó ayudarlos esperaba que las cosas fueran más tranquilas, sobre todo con su amigo. Habían pasado demasiado tiempo y estaba convencido que lo había olvidado, pero ¿Cómo se olvida un amor de 10 años?

Deslizó la ropa en su cuerpo, el día había sido un caos. Se dejó hundir en su no tan cómodo colchón, buscando en lo más profundo de su cerebro respuestas para la ola de emociones que sentía. Las dudas resaltaban muchas cosas; "¿No solo estaba emocionado por ver de nuevo a su primer amor?" "¿Qué sabía él de amor?" "¿Podía decir que lo amaba cuando ni siquiera había salido con alguien toda su vida?". Eran sentimientos a medias y no quería que salieran de sus labios justo como había pasado en el carro, no creía que por poco le había reprochado el no estar ahí para despedirlo. Por primera vez en muchos años vaciló sobre la idea de "Necesito un novio."

*****

Las palabras de la abuela de Prem se repetían una y otra vez en su mente al regresar a casa. Todo ese tiempo no había pensado en un Prem triste. Él pensar que había llorado tras su partida traía sentimientos encontrados; felicidad, tristeza, enojo, decepción y sobre todo alivio. Bajó del taxi y entró en el apartamento, estaba en completa obscuridad, sus compañeros dormían. Caminó pesadamente hasta su habitación ¿Quién era Prem actualmente? ¿Quién había sido? Siempre lo vio cómo su mejor amigo, alguien confiable y que podías seguir sin arrepentirte de las consecuencias. Nunca eran malas a comparación de las vivencias que le regalaba con una sonrisa. Sin él a su lado jamás se hubiera atrevido aceptar lo que amaba la música, lo mucho que quería ser un idol y cantar a todo pulmón en un escenario. Lo había conseguido y a su vez perdido a su mejor amigo.

Las horas pasaron y su mente no se despejaba, le era imposible calmarse ante todo lo que había presenciado. Un Prem que incluso le había pegado a un amigo, alguien frágil en su carro y un frio en su casa. Etapas que él no había visto, por algún motivo su corazón se enojó con la idea de que todos lo conocían menos él, pero era solamente su culpa, incluso Ohm había estado para su amigo antes que él, estúpido celular. Quería llamarlo, escuchar su voz, escuchar todo lo que él se había guardado por tanto tiempo. Pero eso era lastimarlo más. La imagen de Earth apareció por sus pensamientos y sin pensarlo bien, lo llamó.

— ¿Hola?
—Disculpa ¿Te desperté?
—No, suelo pasar un par de noches en vela ¿Cómo estuvo todo?
—Fue un caos, no sabía qué hacer. Prem estaba muy enojado. Quiero hacerte una pregunta ¿Cómo era Prem cuando lo conociste?
Pasó varios segundos en silencio. — ¿Tienes algo que hacer mañana?
—Tenemos práctica vocal.
— ¿Luego de eso podemos reunirnos?
—Sí.

Compartieron un par de palabras más, era fácil y agradable hablar con Earth. Agradeció que fuera quien salvó a Prem, no podía imaginar un mundo donde ese gran bailarín, ya no quisiera bailar. Agradeció la intervención del pequeño y pudo dejar escapar poco a poco sus preocupaciones y dormir. Soñó con el día previo a su partida, un joven Prem sonreía a su lado, lleno de vida y dejando ver sus dos pequeños hoyuelos cerca de su sonrisa. Hablaba de lo grande que Boun llegaría a ser, la oportunidad que se me había dado y sobre todo que el futuro sería brillante. Recordando cómo le había pedido hacer una audición para estar juntos y como con una cálida sonrisa lo había rechazado. Habría sido un gran idol, esa sonrisa habría conquistado a millones de persona alrededor del mundo. Su dulzura era algo inigualable, nadie iba a poder ser como él, su risa, sus gestos y todo su ser era algo que el mundo no merecía. No se dio cuenta en ese momento, pero todo él estaba lleno de la luz que transmitía su gran sol.

No te equivocaste - Dos vidas perfectas - BounPremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora