Busan St. Mary's Hospital — Miércoles, 10 de junio de 2009 – 11:50 AM
— Sé que esto es bueno para ti, pero no quiero que te sientas obligado a hacerlo –dijo Jungkook tomando su mano.
— Está bien Jungkook... quiero hacerlo –contestó Jimin a media voz.
— ¿Seguro? –volvió a preguntar él.
El asintió sonriendo tenuemente. Después de aquella conversación en la que Jimin accedió a visitar a un psicólogo, Jungkook se sintió un poco más tranquilo, sabía que todavía le quedaba mucho camino para estar al cien por ciento, pero que accediese a recibir ayuda profesional era un gran paso.
Había movido sus influencias para que la mejor psicóloga de Gimhae atendiese a Jimin cuanto antes, y consiguió un hueco a los dos días de llamar. Era Lisa Manobal, estaba especializada en casos como el de Jimin y su experiencia era más que reconocida en ese campo.
Jimin intentaba no aparentar el nerviosismo que sentía, sabía que Jungkook estaba haciendo su mejor esfuerzo para estar a su lado, y por ello no quería preocuparlo por ponerse demasiado nervioso. Pero lo estaba... le daba miedo lo que aquella mujer desconocida pudiese pedir que le contara, le aterraba la idea de recordar y volver a sentir el dolor que sintió en aquellos momentos... pero tenía que hacerlo, por sus dos rayitos de sol y por él... por Jungkook.
Después de aquella mañana en la que Jungkook le pidió que fuese a ver a un doctor, su relación había cambiado. Todavía podía sentir el escalofrío que lo recorrió cuando Jungkook puso una mano en su vientre. Aun a través de la ropa, pudo sentir esa corriente eléctrica que lo atravesaba cada vez que él le tocaba. Además de aquel sentimiento extraño que se apoderó de él y de la soledad que sintió cuando retiró su mano.
Y ahora estaba a su lado, intentando estar sereno mientras sentía que estaba al otro lado del corredor de la muerte. Podría parecer exagerado, pero para el aquellos meses junto a Minhyuk fueron como estar muerto en vida, vivir en un infierno constante. Volver a recordar todo aquello... no sabía si sería capaz de hacerlo.
Además estaba aquella sensación extraña que sentía cuando la secretaria de la psicóloga Manobal miraba a Jungkook, porque aquella desvergonzada chica no le quitaba los ojos de encima. Por momentos parecía que se pondría en pie y se lanzaría a su yugular, solo le faltaba un cartel en la frente que cantara "Voy a comerte". No le gustaban las personas tan obvias, pero aparte se sentía extraño, nunca se había sentido así... bueno sí, solo una vez, cuando...
Tenía diecisiete años, y hacía un par de semanas que había sido su cumpleaños. Cuando cerraba los ojos todavía podía escuchar aquella melodía que Jungkook le regaló, le había encantado. Esa misma tarde había reconocido sus sentimientos por él... por fin. Se había dado cuenta de que aquella amistad incondicional escondía algo más... pero no podía decírselo, él estaba con alguien.
Estaba paseando con Taehyung y Jin por el centro comercial de Gimhae, Taehyung tenía una cita importante con Hoseok y quería comprar ropa nueva, Jin lo acompañó sin rechistar y Jimin fue a regañadientes para dejarle un poco de intimidad a su padre, que esa tarde estaba con Na Eun en su casa.
Taehyung y Jin estaban comprando ropa interior, Jimin con las mejillas enrojecidas se negó a entrar en una sex shop y les dijo que iba a una librería cercana a comprar un libro que hacía tiempo que quería. Entró en la librería que conocía tan bien como su segunda casa, saludó a Solar, la cajera, como si fuese su amiga desde hace años, y lo era, Jimin era cliente habitual en esa tienda.
Después de ojear unas cuantas estanterías encontró exactamente lo que buscaba, la segunda entrega de aquella saga de vampiros que tanto le gustaba. A veces cuando leía y releía el libro se imaginaba que el protagonista, el vampiro perfecto y hermoso, era Jungkook y el... él era aquel insulso humano que había conseguido enamorarlo. Pero nada más lejos de la realidad.
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Golpes y flores
FanfictionJimin tiene una relación con Minhyuk, pero él lo maltrata. Una noche Jimin decide poner fin a su tormento y acude a urgencias después de una de sus muchas palizas, bajo el amparo de Jeon Jungkook, médico y su mejor amigo, conocerá el verdadero amor...