Capítulo 28

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Casa de Jungkook y Jimin – Busan — Viernes 6 de noviembre de 2009 – 02:35 PM

— Mamá... perderás el avión –repitió Jimin por décima vez en la última media hora.

— Solo me estoy despidiendo de mis nietas como es debido –protestó Na Sun sosteniendo a cada niña en un brazo.

Jimin rio entre dientes mientras veía como Jisoo hacía un puchero mientras su abuela no dejaba de besar su nariz.

— Ella es feliz así cariño... —susurró Jungkook en su oído.

— Pero perderá el avión –protestó Jimin una vez más.

— ¿Tantas ganas tienes de que me vaya? –dijo Na Sun dejando a las niñas en sus cunitas y acariciando sus mejillas— si es así dímelo y ya está.

— Mamá –gimió Jimin— no es eso, pero perderás el avión y después tendré que soportarte lloriqueando porque echas de menos a Sang Min.

"Sang Min" pareció ser la palabra mágica, los ojos de Na Sun se abrieron como platos y sus labios formaron una perfecta O.

— Tienes razón hijo –dijo saliendo del cuarto de las niñas, no sin antes dedicarles un último vistazo a sus adoradas nietas— volveré en navidades... eso es pronto. Aunque podíais hacer un viaje hasta Jeju los cuatro –dijo mientras sus ojos brillaban.

— Cuando las niñas sean un poco más grandes... ahora son solo unas bebés–dijo Jungkook sonriendo ante la mención de hacer planes de futuro con su "familia".

Veinte minutos después Sung Jae esperaba a Na Sun en la puerta de la casa con su auto, para llevarla a Gimhae a coger su vuelo a la isla. Jimin abrazó a Jungkook mientras veía como el auto de su padre desaparecía calle abajo. Suspiró y besó el pecho de Jungkook sobre la ropa. Él lo estrechó con más fuerza entre sus brazos y lo besó en la cabeza. Era en esos momentos cuando Jimin se sentía bien, en casa...

Pero pudieron disfrutar muy poco de su "intimidad" enseguida Namjoon y Seokjin aparecieron montados en el gran jeep del hermano mayor de Jungkook. Se bajaron y Namjoon con su característico humor, se echó a Jimin sobre su hombro y caminó hacia el jeep sin decir palabra.

— ¿A dónde te lo llevas? –preguntó Jungkook casi desesperado.

— Jimin y yo tenemos un asunto pendiente...—gritó Namjoon— no tardaremos mucho. Cariño, ayuda a Kookie a cuidar de mis preciosas sobrinas.

Seokjin negó con la cabeza y Jungkook apretó los puños con fuerza.

— Es Namjoon... sabes que a Jimin no le pasará nada –lo tranquilizó Seokjin palmeando su hombro— vamos... quiero ver a mis princesitas –canturreó feliz.

— ¿Tus? –preguntó Jungkook enarcando una ceja— son MIS princesas... confórmate con decir que son TUS sobrinas...

Seokjin bufó y volvió a negar con la cabeza... los hermanos Jeon debían de tener alguna neurona desconectada, no era normal tanta estupidez en un solo cuerpo.

— ¿A dónde me llevas Nam? –preguntó Jimin de brazos cruzados mirando a Namjoon de reojo sentado en el asiento del copiloto del enorme jeep de su amigo.

— ¿Recuerdas nuestro trato? –preguntó el sonriendo.

Jimin negó con la cabeza.

— Cuando tú querías tus oreos... yo hice un trato contigo –explicó Namjoon.

— Sí... ahora lo recuerdo –dijo Jimin— pero no fue un trato, fue una trampa, ¿y qué tiene que ver con esto?

— Ahora lo verás –dijo Namjoon con una sonrisa malévola mientras aparcaba el coche al otro lado de la calle enfrente de la casa de los Choi.

Golpes y floresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora