Capítulo 6

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Juzgado de Busan - Miércoles 27 de mayo de 2009 - 10:30 AM

Jimin estaba nervioso, sentado en las incomodas sillas de plástico en el pasillo del juzgado, no dejaba de ver sus manos mientras una se retorcía contra la otra. Hoy era el día del juicio, vería a Minhyuk después de más de un mes y no sabía cómo iba a reaccionar al tenerlo frente a frente.

Estaba muy seguro de que no sentía por él ni la mitad de lo que sentía cuando se fue a vivir a su casa, pero todavía le quedaba algo dentro de su corazón. Se podría pensar que era tonto, pero sabía que Minhyuk tenía un problema, que no era malo de verdad, solo que no sabía cómo canalizar sus emociones y eso lo hacía violento y agresivo.

Pero aunque pensara eso, no volvería con él, nunca podría perdonarle. Había atentado contra la vida de sus propios hijos, es más, estaba casi seguro de que sus golpes eran claramente pensados para provocarle un aborto. Podría perdonar que lo golpeara a el, podría soportar sus insultos, pero nunca que les hiciera daño a sus dos rayitos de sol, que sin siquiera haber visto la luz por primera vez ya eran el único motivo por el que continuaba vivo.

Miraba hacia el pasillo con nerviosismo, en cualquier momento aparecerían el fiscal y el jurado... también Minhyuk. No quería verlo, pero sabía que era indispensable para que todo acabase cuanto antes.

Hoseok paseaba de un lado a otro del pasillo también nervioso, no era su primer juicio por maltrato, pero si la primera vez que tenía que defender a alguien de su entorno. Siempre había bromeado con sus amigos de que si en algún momento tenían algún problema legal, él estaría allí para ser su abogado y su hombre de confianza. Hubiera deseado no tener que decir nunca esas palabras en tono de broma cuando Taehyung le contó lo que le estaba pasando a Jimin. Él adoraba a ese chico, era como su hermano, además de uno de los mejores amigos de su esposo. Y pensar que un mal nacido le había puesto la mano encima lo ponía de los nervios.

Namjoon abrazaba a un Seokjin que hacía sonar sus dientes con rabia, el como asistente social tendría que testificar, sabía exactamente lo que tenía que decir para que esa escoria se pudriese en la cárcel, además había tirado de su influencia para conseguir que Im Nayeon fuese la fiscal que llevara el caso. Ella había sido también compañera de Jimin en el instituto, y aunque no habían sido amigos en toda la extensión de la palabra, sí mantenían una relación por ser compañeros de mesa en alguna clase. Nayeon sabría sacarle a Minhyuk todos los trapos sucios frente al jurado para que este pidiese una pena mayor para él.

Namjoon solo estaba, había decidido dejar su mente en casa para no alterarse y hacer una estupidez, si por él fuera, pediría que lo dejasen a solas con Minhyuk para partirle uno a uno todos los huesos de su cuerpo. Pero sabía que eso no era posible, y como sería la única forma en la que él vería pagado su crimen, prefirió no pensar, solo estar allí para apoyar a su prácticamente hermano con su presencia, pero sin pensar en lo que querría hacer si pudiese.

Taehyung hablaba, hablaba con todo el mundo y a la vez con nadie porque no le prestaban la menor atención. Pero era el único modo que conocía para no pesar, para no pensar y saltar encima de Minhyuk para arrancarle los ojos con sus propias manos.

El jefe Park estaba allí profesionalmente para proteger al acusado, su hijo en esta ocasión. Le habían prohibido formar parte del caso y lo peor para él, ir a detener al hombre que le había hecho daño a su hijo. Para él fue lo más duro mantenerse en ese hospital mientras el forense fotografiaba las heridas de Jimin, él ansiaba estar en la calle, pateándole el culo a ese individuo que había osado atacar a lo que más quería en este mundo. Pero había conseguido estar allí de modo profesional y haría uso de su arma al menor indicio posible.

Na Sun estaba en su casa mirando fotos de Jimin cuando era Bebé... sabía por todo lo que estaba pasando su hijo, y se lamentaba terriblemente por estar tan lejos de él y no haber podido protegerlo cuando más lo necesitaba. Encima de todo, una tormenta tropical había cerrado el aeropuerto de Jeju y no había podido viajar para estar con él el día del juicio.

Golpes y floresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora