Capítulo 22

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Casa de Jungkook – Busan – Viernes 18 de septiembre del 2009 – 04:17 PM

Jimin estaba tumbado en el sofá de la sala de su casa... sí su casa. Jungkook oficialmente le había pedido que se quedase a vivir con él y él había aceptado sin pensárselo. Ahora se sentía más seguro, su relación con Jungkook le estaba ayudando mucho, tal y como decía Lisa, el se sentía más querido, se sentía persona, y el cariño y la devoción con la que él lo trataba en ocasiones hasta lo hacía llorar.

Jungkook llevaba unos días actuando extraño, se encerraba en una de las habitaciones superiores y no dejaba que él lo acompañase. Quería subir y espiarle un poco, a ver si así descubría lo que se traía entre manos, pero se encontraba cansado, le dolía la espalda y solo tenía ganas de dormir.

Después de una pequeña siesta de unos minutos, unos murmullos lo hicieron abrir los ojos, lo hizo lentamente y se encontró a Taehyung y a Seokjin cuchicheando y mirándolo de reojo.

— ¿Ves? ¡Ya lo has despertado! –gruñó Seokjin.

Taehyung miró a Jimin disculpándose y luego continuó hablando con Jin como si nada hubiese pasado.

— ¿Dónde está Jungkook? –preguntó Jimin con voz ronca.

Los chicos lo miraron y sonrieron.

— Está arriba –dijeron a coro.

— ¿Qué traéis en esas bolsas? –preguntó frunciendo el ceño.

Mezclar a Seokjin y a Taehyung con bolsa en una sola frase y llegareis a una solo conclusión: Compras. Y cuando ambos traían esa cara de culpabilidad es que las compras no le gustarían a Jimin.

— Espero que no te enfades Jimin –dijo Taehyung acercándose a él y sentándose en la alfombra— hemos ido a comprar ropa para las bebés.

— Íbamos a comprarme unos zapatos nuevos, pero pasamos por delante de una tienda y no hemos podido resistirnos –se disculpó Seokjin.

Ambos comenzaron a sacar prendas de pequeño tamaño de sus bolsas. Rosas, blancas, amarillas, verdes... cada cosa era tan o más linda que la anterior y Jimin sintió como sus ojos picaban cuando Taehyung le mostró dos vestidos color azul exactamente iguales.

— Pensé que estos los podías utilizar para cuando saliesen del hospital... —susurró el pequeño Jeon haciendo un puchero.

— Taehyung... son hermosos –dijo Jimin con lágrimas en los ojos— de verdad chicos... gracias.

— ¿No te molesta? –preguntó Seokjin tentativamente.

— No –sonrió Jimin— de hecho quería pediros que compraseis todo lo necesario, yo no me siento con fuerzas.

— ¿Te encuentras mal? –preguntó Taehyung asustado.

— No... —lo tranquilizó— solo me siento un poco cansado, mi barriga crece día a día y yo sigo en mi tamaño normal.

Los tres continuaron mirando las ropitas que formarían el ajuar de las mellizas, Jimin sonreí y se emocionaba con cada nueva cosa que le mostraban, Seokjin y Taehyung se sentían orgullosos por haber acertado en su iniciativa.

— ¿Jin... Tae? ¿Podéis subir un momento?—gritó Jungkook desde el piso superior.

Ambos se pusieron en pie y dejaron a Jimin solo rodeado de ropitas en tonos rosados, sonreía mientras miraba unos pequeños zapatitos, se le antojaron tan diminutos... no podía imaginar que no solo tendría un bebé que podría meter sus pequeños pies en esas cositas, si no que tendría dos... dos hermosas princesitas a las que cuidaría con su vida si fuese necesario.

Golpes y floresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora