Capítulo 3

8.5K 1.1K 23
                                    

Apartamento de Kim Minhyuk — Busan — Miércoles 22 de abril de 2009 - 02:45 PM

"¿Otra vez hablando con Jeon? ¿Te estás revolcando con él?"

"No digas estupideces Minhyuk... sabes que solo somos amigos"

"Sí... ya... "amigos". Yo también era tu amigo hasta que te metiste en mi cama"

"Sabes que nunca te he engañado con nadie... no seas melodramático"

"Nunca podré estar seguro de eso..."

"Minhyuk..."

"Ven a vivir conmigo aquí, Jimin, así podremos vernos más y mis celos se calmarán un poco"

"Solo llevamos un par de semanas juntos... es un poco precipitado"

"¿No me quieres? ¿Es eso verdad? ¿Estás jugando conmigo?"

"Minhyuk..."

"Sólo quiero estar seguro de que eres mío Jimin... porque eres MÍO y de nadie más"

*****

Ese recuerdo invadió su mente en cuanto cruzó la puerta de lo que fue su "nidito de amor", que estúpido había sido al creer sus mentiras. Al dejarse embaucar por sus palabras bonitas, su posesividad siempre le pareció un gesto bonito y romántico... hasta que las palabras "tú eres mío" salían mientras recibía un golpe tras otro. Un estremecimiento recorrió su espalda y miró sobre su hombro para comprobar que Jungkook lo seguía como prometió.

— Tranquilo Jimin —le susurró él— no está aquí, y no te dejaré solo.

— Lo sé —musitó con un débil asentimiento.

Caminó temeroso hasta la que fue su habitación hasta hacía dos días y entreabrió la puerta mirando el interior. La cama estaba revuelta y las sabanas tenían manchas de sangre... su sangre. Cerró los ojos y dio una vuelta de ciento ochenta grados al recordar lo que había pasado en aquella habitación solo cuarenta y ocho horas antes. Jungkook rodeó su pequeño cuerpo con sus brazos y susurró palabras de aliento en su oído. Sabía que eso no le estaba resultando nada fácil, ni a él ni a cualquier otra persona en su situación, pero Jimin era fuerte... saldría de esta, él lo ayudaría en todo lo que pudiese.

— Recoge lo que necesites y salgamos de aquí cuanto antes —le dijo Jungkook mirándolo a los ojos.

Jimin asintió mientras ahogaba los sollozos y se limpiaba una lágrima con cuidado de no lastimar más su ojo hinchado. Sin mirar mucho a su alrededor buscó una maleta bajo la cama y comenzó a meter sus ropas dentro. No se detuvo a doblar cuidadosamente cada prenda como lo hacía normalmente, ni si quiera era consciente de lo que estaba guardando, pero cada vez que se equivocaba y agarraba algo que no era suyo, inconscientemente lo soltaba como si le quemase al tacto.

Jungkook lo observó en silencio, le gustaba ver la elegancia de sus movimientos, se podía percibir a simple vista su fragilidad, pero debajo de esa fachada sabía que había un hombre fuerte, decidido... él se encargaría de hacerlo resurgir de nuevo, y haría todo lo posible por no alejarse de su vida nunca más.

— ¿Todo listo? —le preguntó cuando lo vio inmóvil mirando por la ventana.

El solo asintió, Jungkook cerró su maleta y caminó hacia la puerta. Jimin se quedó en el mismo lugar mirando una fotografía que había sobre la mesita de noche... sobre su mesita de noche. Eran Minhyuk y el juntos, en el parque de atracciones de Gimhae el día que él se mudó a vivir con él. Sus ojos eran felices, rebosaban amor... esa misma noche fue cuando recibió el primer insulto. Nunca la palabra "tonto" le había dolido como cuando él la pronunció con tanto desprecio. Solo porque se tropezó como ya era costumbre y se dio contra la puerta del baño.

Golpes y floresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora