OS Larry

I. A escondidas

Aclaración: Los personajes más allá de Harry y Louis no están basados en la realidad.

♣♣♣

Harry 18 y Louis 20 años.

Londres, 1947. 

Harry llevaba unos cuarenta minutos en su cama. Aguantaba con los ojos muy abiertos para no dormirse en la oscuridad de su cuarto mientras escuchaba atentamente lo que sucedía en la habitación de sus padres. A los siguientes veinte minutos, consiguió oír sus pesadas respiraciones, señal de que habían caído en las garras de Morfeo. 

Sonrió en la penumbra y se destapó. Por suerte se había vestido antes de acostarse por lo que solo se estiró un poco un poco la camisa sobresaliente bajo el jersey y tanteó en su mesita de noche una pequeña vela. Bajo las escaleras subido a la barandilla para evitar que los escalones crujieran, buscó sus zapatos con los pies y salió de casa emocionado. 

Apagó la vela con dos dedos y dio una vuelta sobre sí para vigilar si alguien le había visto. Para su suerte, solo la humedad del suelo empedrado y manchado por el paso de caballos eran testigos de su escapada.  

Caminó bajo las farolas encendidas, contando sus pasos hasta llegar a 53, cuando lo hizo, se vio frente a un callejón sin salida. Se adentró en este sin ver más allá de sus pies hasta que una tímida vela se encendió dejando ver una reconocida silueta. 

Sin pensarlo, se tiró a su cuello pudiendo oler el sudor en su piel a pesar de la fría brisa que corría. 

-Perdona, no tuve tiempo de bañarme. -quiso separarse avergonzado, aunque Harry se mantuvo en su sitio, por lo que Louis también se quedó aferrado a su cintura. 

-¿Acabas de salir de trabajar? 

-Hace un par de horas, pero es que hoy me tocó recoger las carretillas. 

-Inútiles... -farfulló en su hombro. 

Louis se separó un poco, lo justo para poder verle la cara. 

-Da igual, hay cosas más importantes. -le regaló una sonrisa de sus sonrisas sin dientes. 

Harry le miró esperando más información para conseguir entender. 

-Es tu diecioctavio cumpleaños, ¿o no es? 

Harry soltó una sonora carcajada y acto seguido se tapó la boca con una mano. 

-Decimoctavo. -corrigió entre risas. 

-Pues perdóneme, niño con estudios. -miró hacia arriba con una sonrisa curva subrayando el sarcasmo en sus palabras. 

-No empieces con eso. -carcajeaba intentando no hacer mucho ruido para que ningún vecino les oyese. 

Vio con suma ternura la risa de Harry, como sus ojos se cerraban, como sonaba su risa y como se veía él en general. Un único pensamiento pasó por su mente.

-Vámonos.

La brisa se paralizó y los sonidos se difuminaron. Harry intentaba analizar la expresión de Louis esperando que fuera una de sus locuras que no cumpliría. 

-Imagínate -siguió hablando- Tú y yo en otro sitio pudiendo estar juntos sin tener que vernos a escondidas en un sucio callejón que apesta a mierda de caballo.