...La noche anterior...
Lida estaba sentado en el sofá con la cabeza hacia atrás cubriendo su cara cansada. Había sido una semana difícil, pero eran estos momentos en que inevitablemente recordaba que no solo era la semana, sino toda su vida hasta ahora. Y cuando uno se siente de esa manera, queda una cosa y solo una cosa por hacer: ir a tu lugar seguro
-¿Crees que ella hablaba en serio?
-¿Del qué?
-Romper el compromiso.
Dejó caer los brazos a los costados negando sin levantar la cabeza. Ese era el último tema de conversación que quería tratar.
-No, no lo haría.
Permanecieron en silencio otros 5 minutos.
-Aunque, estaba pensando...
-¿Qué? -ella levantó el rostro genuinamente intrigado.
-Ya sabes, -se puso derecho mirándola fijamente para demostrar que hablaba en serio- quizá esta sea la oportunidad...Por fin romper con el matrimonio.
-Si, claro.-rio con sarcasmo agachando la mirada pero cuando se volvió y encontró el rostro serio del peliazul, retomo su postura.- Absolutamente no.
Lida se puso en pie con firmeza.
-Tal vez no se vuelva a presentar otro chance como este. -dijo asegurándolo casi para él mismo.
-¿Y entonces qué? -la chica dio un paso adelante encarándolo con la misma decisión.-¿Perder todo por lo que has trabajado, todo lo que sacrificaste en vano? Ya hemos hablado de esto un millón de veces; si Ochako Uraraka es la forma en la que puedas cumplir tus metas y convertirte en presidente de Ingenium entonces tiene que ser así, no hay otra forma. Es con ella, o no es nada.
El peliazul se quitó las gafas con enfado rechinando los dientes.
-Tiene que haber otra forma.-dijo él apretando los puños negándose a la resignación.
Entonces sintió unos cálidos brazos envolviéndolo.
-Si la hubiera, sería la primera en oponerme a este matrimonio. -ella reprimió las lágrimas. Tenya sabía que quería aparentar ser fuerte por él.- Yo conocía los riesgos, desde que tomamos la decisión de continuar con esto, supe que siempre sería la otra...Y lo acepté. Soportaría cualquier cosa por ti.
Y Lida la conocía a la perfección como para jurar que sus palabras eran verdad. Él la amaba, perdidamente, tanto que no le importaba la censura del mundo o el rechazo de su propia familia. Nada.
Solo había alguien de cuya opinión tenía peso para él, y esa persona era Uraraka. Incluso si a estas alturas era hipócrita, la quería. Quizá solo posponía lo inevitable. Aún no estaba listo para romperle el corazón a la única persona que siempre tuvo fe en él.
Respondió el abrazo de Momo con un beso en los labios, volviéndose a cada segundo más acalorado.
-Espera,-ella se separó un poco sin ganas de hacerlo- se supone que tendrías que ir tras de Ochako.
-Sé en donde está pero ella estará bien. Hoy te necesito a ti, Yaoyorozu-san.
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Mi querido asistente
Hayran KurguLas cosas pueden ponerse un poco problemáticas dentro de la oficina, cuando estás tan prendido de tu jefa CEO de la empresa para la cual trabajas. Los chicos tímidos también tienen mentes pervertidas... 📎La historia es de mi autoría pero los perso...