-Joder ¡Santo Dios!
Exclamé al ver mi cama manchada, mi periodo había venido y había manchado mi bella cama, lo peor de todo es que mis sábanas eran blancas. Dios mío, Que vergüenza pasaría cuando Luisa limpiara mi habitación.
Eso no debería pasarme a mí, tenía unos cólicos deliciosos. ¿Qué hicimos para merecer esto? ¿Por qué eres tan cruel Dios? —¡Es tu culpa Eva! Por comerte la manzana en el Edén nos castigan a todas.
Al ver el reloj me doy cuenta que estaba retrasada para reunión corporativa de la empresa de mi padre, nunca tendría la presidencia, nunca demostraría que las mujeres también tenemos capacidad de dominar en el mundo de los negocios. Sólo tenía cuarenta minutos para llegar...
Me decía a mí misma-Corre,Karol, Corre.
Elegí mi ropa; una falda negra formal, camisa blanca y un blazer negro, más unos tacones de aguja negros. Dejé todo listo y metí al baño; el agua fría hizo contacto con mi pie provocándome escalofríos, usé el jabón de tocador con olor a gardenias. Esa debió ser la ducha más rápida en mi vida.
Me vestí rápidamente y me maquillé, tampoco quería parecer momia recién resucitada, máscara, rímel para resaltar mis ojos verdes, labial escarlata, desamarré el moño de mi cabello y rápidamente lo peiné, dejándolo lacio.
Estaba lista.
Bajé corriendo, volando, casi tropezando con todo a mi alrededor, casi caigo de las enormes escaleras de mármol blanco de casa. Odio el mármol, pero mis padres tenían unos gustos un tanto excesivos.
-¿Señorita? -Dijo Luisa, al ver que me sujetaba de pared arreglando mi zapato. De pequeña solía llamarme «Niña »> —Tus padres ya se han ido. —Me informó con su voz dulce.
-¡Estoy retrasada Luisa! -Chillé.
Corrió a mí para ayudarme con el cuello de mi camisa blanca. En su rostro solo se nota gentileza, Luisa ha estado con nosotros desde que tengo memoria, la quiero como a una mamá.
-Soy un desastre andante --Le dije riendo.
-No, no lo eres. Corre, Vete ya —Me empujó hacía la puerta.
Salí y cuando iba a cerrar, voltee a ella sujetando la puerta..
- ¿Luisa? -Me sentía avergonzada.
-¿Que sucede!? -Me sonríe amablemente.
-Mi cama...—Bajé mi vista —El monstruo rojo vino, y la manchó. —Sonreí mostrando exageradamente mi dentadura.
Ella sólo sonrió negando con su cabeza, ¡Por Dios! Solo yo paso estas vergüenzas.
Me subí a mi Audi, tenía exactamente veinte minutos para estar allí. Lo hice rugir y aceleré, trataba de leer y manejar a la misma vez; todo un desafío <<Because I Love u» sonaba en mi auto, saqué mi móvil y había un mensaje de Michael. Mi novio.
Michael: 7:00AM
Buenos días mi amor <3 ten un lindo día!Yo: 7:50AM
Tu igual cariño! XoxoMichael, era mi novio desde hace cinco años, claro, lo nuestro era en secreto; pues mi padre no lo aceptaría por no se ser de nuestro nivel social. La sociedad y sus estúpidos prejuicios. Lo quería tanto, sus mensajes me ponían de ánimo; además que era lunes y saldríamos en la noche.
Su cabello castaño y sus ojos cafés me volvían loca, sin mencionar ese cuerpo que se manejaba, alto y atlético, jodidamente sexy. ¡Necesito agua por favor!
Le di un golpe frustrada al volante, faltaban cinco minutos para la reunión; no había leído el informe completo y el tráfico no parecía avanzar, recosté mi cabeza en el asiento y pensé —¡Voy a morir! Mis padres jamás creerán que soy responsable, el jodido de Agustín me ganará, otra vez. Aun a millas de distancias la sombra de mi hermano mayor, me perseguía.
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Casada con el enemigo | RUGGAROL |
Любовные романы-¿Porque no se lo pides a tu secretaria? ¿O alguna amiguita tuya? -Pregunté molesta -Porque se cómo terminan estas cosas... -Aplanó sus labios -No quiero enredarme sentimentalmente con nadie y contigo -Me señala -Niña horrenda eso no podría pasar, N...