33 - Más doloroso que el veneno ✨

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Karol:

-¿Lo ve? -Me pregunta el doctor.

Mi corazón latía fuerte, tenía esa sensación de nervios. Sólo podía mirar la pantalla luego que pusieran ese gel helado. veía un pequeño punto. Un pequeño punto que dentro de un tiempo se convertiría en lo más preciado de mi vida. No lo esperaba y mucho menos lo había planeado sin embargo al ver aquella pantalla fue amor, amor a primera vista.

-¡Es un niño! -Me dice sonriente el hombre con bata blanca, cabello grisáceo y con una enorme sonrisa.

-Genial. -Respondí asustada.

Al verlo no pude evitar pensar en que crecería sin un padre. Seguramente le contaría mi historia con Ruggero y como él fue y siempre será el amor de mi vida.

Sólo podía rogar que no fuera igual a su padre de déspota, engreído e idiota. Dentro de unos meses lo tendría en mis brazos y podría hablarle y decirle que es hermoso desde que parecía un frijol.

Carolina me había acompañado, sostenía mi mano mientras nos lo mostraban. Al igual que me estaba asombrada y contenta, su apoyo significaba mucho para mi era la única persona que estaba ami lado pese a que no estaba de acuerdo de mi decisión. La castaña con ojos cafés estaba que lloraba de la emoción, por mi parte sentía mil emociones como amor, emoción, miedo y pánico. No le había dicho a mis padres se morirían al enterse que su hija de veinticinco años estaba embrazada de alguien quien se casaría dentro de dos días. Los decepcionaría y ellos le contarían todo a los padres de él.

-¿Lo pensaste? -Me pregunta la castaña mientras salimos.

-Si. Y se exactamente que tengo que hacer. No voy a decepcionar a mis padres ni tampoco obligar a Ruggero a quedarse a mi lado. -Respondí.

-¿Que vas a hacer? -Me interroga confundida.

-Necesito que me compres un vuelo ya. En primera clase por favor. -Sonrío. -Y no, no vas a protestar.

Ruggero:

Buscaba a mi socia por todos lados, al parecer tenía una cita médica. Karol nunca se enfermaba, algo andaba mal. Llamaba a su celular pero no había rastro de ella. Buscaba cualquier excusa para verla. Me casaría dentro de dos días y no sabía como nos afectaría en cuanto a trabajar juntos.

-¿Estas emocionado guapo? -Aparece Camila en mi puerta.

-Si. Claro. —Dije sin tomarle importancia.

-Olvidala. Ella no te ama y además está con Lionel. -Sonríe amablemente.

Se fue. Ella sabe que me duele y que amo a Karol, no entiendo como se conforma a casarse si sabe que no la amo y posiblemente nunca lo haga. Para ella el matrimonio es solo una garantía de que habrá alguien para Matías.

—¡Buenas tardes señor! -Entra Carla a mi oficina. —Quería notificarle la renuncia de su socia Karol.

Me quedo en shock. Corro a buscarla a su oficina pero no está. Lo que pasa en las siguientes horas paso buscándola voy hasta su apartamento pero tampoco la encuentro. Llamo y no contesta. Algo es claro, se quiere alejar de lo único que nos unía, la empresa.

Sin rastro de ella voy a casa.

Despierto y me quedé dormido en el sofá. Hay una taza de café en la mesita y una nota. La tomó y dice lo siguiente:

"Hola guapo, mañana seremos marido y mujer, en la empresa nos dieron el día así que prepárate. Esta noche niños veremos si no hasta mañana en el altar. Prometo que olvidarás a Karol"

Casada con el enemigo | RUGGAROL |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora