Karol:-¡Te quedá genial! —Di pequeños saltitos al ver a Ruggero con su disfraz. — Es perfecto.
-Me veo ridículo Karol. -Me responde con cara de pocos amigos.
-Ay no, tu trasero se ve mejor que el mío. -Me queje al vernos en el espejo.
-Si—Ladeó una sonrisa.
Lo obligué a comprar la capa también, no iba a permitir que su trasero se luciera más que el mío.
Había pasado una semana desde que Ruggero firmó los papeles de la herencia, habíamos estado discutiendo por como nos separaríamos; la razón de nuestro quiebre matrimonial. Todas nuestras pláticas eran eso, nuestro divorcio. Cada uno seguiría su camino, al inicio de esto yo tenía novio y ahora estaría soltera.
Por un momento esa mañana en esa tienda de disfraces olvidamos, olvidamos nuestra separación. Nos reíamos al probar los ridículos disfraces, primero probamos los de guerreros y nos veíamos horrendos. Luego Ruggero accedió a ser caballeroso y seguir mi idea de disfrazarse de Batman y yo de Gatubela.
Nos robaríamos las miradas. Nos reíamos y brindábamos el uno con el otro, había sucedido que; el hermano de Ruggero había regresado, el hijo pródigo había aparecido con un pequeño que era su hijo, el niño iba a cumplir ocho y los padres de Ruggero le armaron una fiesta de drisfraz. Ya éramos grandes pero me emocionaba asistir.
Además nunca eres demasiado grande para usar un disfraz.
Lo bueno es que esos disfraz nos salieron gratis por ser reconocidos, sólo teníamos que publicar una foto y mencionar la tienda.
-Esto se encogió. —Me quejé cuando me ponía las botas.
-Oye enserio ¡Nos vemos ridículos! - Se ríe.
A la verdad si, nos veíamos espantosos pero él ¡Si que sabía lucir un traje de súper héroe! su aspecto sexy combinado con negro, totalmente ardiente.
Al verlo sentía intriga, el chico alto lucia perfectamente el traje de batman, le hacía justicia adjetivo «Caballero de la noche» el negro brillante hacía relucir sus ojos miel y su cabello estaba ligeramente despeinado, lo observé por unos segundos y estaba sexy.
Decidí usar botas con tacones de aguja, me maquille dejando bien marcados mis labios con un color escarlata, hice el delineado de mi ojo con color negro súper fijo y un poco grueso, al mirarme al espejo tuve un ataque de narcisismo.
Ruggero me sorprendió viéndome en el espejo y tratando de hacer una pose sexy para sacarme una selfie.
-No quedas bien porque falta mi belleza ahí. -Dijo, el caballero de la noche en tono déspota.
Posó junto a mi, se puso a mi lado y me apegó a él, su brazo rodeó mi cintura y llevó su vista a mi dedicándome una sonrisa mientras yo miraba la pantalla del celular frente al espejo, saqué la foto y vaya que nos veíamos bien ambos. Me enamoré de la foto así que terminé publicándola.
-Para ser tan odioso te ves bien. —Le dije y dibujó una sonrisa arrogante.
-Tu tampoco estás nada horrorosa hoy. -Alza una ceja y asoma una sonrisa y yo también sonreí.
-Karol debemos aprovechar que todos estarán ahí y decirles que nos separaremos. -Mi sonrisa se borró.
-No diremos que te engañé. —Le advertí.
-¿Tienes otra idea mejor? -Pregunta con sarcasmo.
-No voy a quedar como zorra. -Dije fastidiada.
-Karol.
ESTÁS LEYENDO
Casada con el enemigo | RUGGAROL |
Romance-¿Porque no se lo pides a tu secretaria? ¿O alguna amiguita tuya? -Pregunté molesta -Porque se cómo terminan estas cosas... -Aplanó sus labios -No quiero enredarme sentimentalmente con nadie y contigo -Me señala -Niña horrenda eso no podría pasar, N...