Epílogo ✨

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Ruggero:

Veía mi anillo de oro, que brillaba por la luz que entraba por el enorme ventanal a mi espalda en la oficina no podía evitar pensar en ella, revisaba cada diez minutos el Instagram para ver si actualizaba o habían noticias de ella.

Estaba actuando como un marido tóxico pero ella provocaba en mi quererla con todo lo que soy y tengo.

Después que me di cuenta que sería padre y esta vez de verdad todo, cambió.

Karol no quiso que regresáramos a México así que decidimos que nos quedaríamos a vivir en Argentina. Yo dirigía una exitosa compañía de energía eléctrica por su parte Karol creó su propia marca de ropa y maquillaje, siempre fue su sueño ser dueña de algo y se esforzó hasta conseguirlo, ambos estábamos satisfechos con lo que habíamos logrado, lo que más felicidad nos daba era nuestro hijo. Ryan, decidimos ponerle Ryan tiene cuatro años y es un niño muy inteligente.

Lo que más me sorprende de ella es su pasión, se esforzó y de la nada creó una compañía muy exitosa que ahora la mantenía fuera de casa la mayoría del tiempo sin embargo es una buena madre. Ella ama con todo su corazón a Ryan y él a ella, me ha tocado cuidarlo y amo pasar tiempo con mi hijo.

Por el momentos nos encontrábamos sufriendo por que su madre había decido modelar para su marca, desde sus primeras sesiones supe que tendría éxito porque tiene un carisma impactante y su cuerpo parece esculpido en mármol fino y perfecto, aunque no me agradaba la idea de verla desnuda en revistas la apoyo porque es su sueño y es lo que quiere y el amor requiere de eso, de apoyar el uno al otro en lo que le hace feliz. Estos días hacían un photoshoot en Greacia, yo estaba al mando en casa lo cual me aterraba. Me aterraba no poder cuidar de Ryan, en la mañana lo dejaba en jardín y Cata la nana lo recogía al medio día; cuando yo llegaba a casa él me esperaba para mostrarme su tarea y de vez en cuando en las noches me acompañaba a entrenar, se sentaba a ver lo que hacía pero ambos nos moríamos de soledad sin Karol.

Llevaba dos semanas y volvería esta noche. Quería sorprenderla con un detalle posiblemente arreglaría una cena romántica con rosas y chocolates.

Esa mañana entra mi asiste, una pelirrubia muy curvilínea, alta.

-Llamaron de la floristería. Tienen listo tu pedido para hoy en la noche. -Se sienta frente a mi y cruza sus largas piernas que no quedan a la imaginación por lo corto de su falda.

Últimamente había notado un coqueteo de su parte pero era consciente que yo era casado, a ella no parecía importarle -Gracias Chiara. -Contesté amable sin despegar la vista de mi computadora.

-¿Son para ella? -Pregunta en tono sarcástico.

-Si. Son para mi esposa. -Sonrío.

-Yo si fuera tu, no se, creo que no la esperaría así luego de un viaje de semanas con muchos hombres que le sacan fotos desnuda. -Argumenta con su voz un tanto ronca.

Miro su rostro y tiene una sonrisa de burla.

-Confío en ella. Sabes cuando hay amor y confianza es difícil dudar de la otra persona. La amo y confió plenamente en ella. -Continuo con el documento en la pc.

-Vamos ya te engañó una vez con ese fotógrafo italiano. -Sonríe.

Hace un año y medio un periódico rosa público un chisme acerca de una infidelidad lo cual era del todo falso, se malinterpretó una situación entre Karol y Lucas un fotógrafo de la compañía Vogue.

-Eso fue mentira. -Aseguro.

-¿Seguro? -Se acerca a mi escritorio. -Se que te sientes solo y yo podría ayudarte en eso. No me importa que seas casado. -Propone de manera seductora.

Se apoya en el escritorio cerca de mi silla, se siente sexy y que puede manipular a cualquiera. A mi me causa risa, me pongo en pie y nuestros rostros quedan un poco cerca.

-Nunca tendría algo contigo ni con nadie yo amo a Karol. -Sonrío y ella enfurece, me mira amenazante. -Así que por favor retirate y no vuelvas a hablar conmigo si no son asuntos de trabajo.

-Te lo pierdes. -Dice furiosa.

-¡No creo! -Sonrío con sarcasmo.

Llego a casa antes de las seis, corro porque falta una hora para que llegue Karol. Al abrir la puerta un pequeñin castaño ojos verdes me salta encima y dice-!Papi!. -Lleno de euforia lo llevo a su cuarto y me sorprendo al abrir la puerta. Todas las paredes están coloreadas con marcador permanente. Hay arcoiris y otros dibujos que no puedo reconocer porque los demás son manchas. Ryan está nervioso porque sabe que su madre lo regañara al venir.

Por suerte cata tenía todo listo para la cena. Cuando la puerta principal se abre Ryan emocionado corre a los brazos de su madre y ella suelta sus maletas y lo abraza feliz diciéndole lo mucho que lo extrañaba. Me dedica una sonrisa acompañada de una mirada perversa.

-Bienvenida guapa. —Le doy un beso.

-¡Dejala mamá es mía! -Dice mi hijo celoso intentando empujarla.

-Es mía. —Le saco la lengua y él empieza a llorar.Karol solo ríe y lo consuela.

Durante la cena me habla de su viaje y lo bien que la pasó, también ayuda a Ryan con su tarea. Luego vamos a nuestra habitación me dejo caer en la cama mientras ella toma una ducha, a los diez minutos sale con su cabello castaño mojado y se hermosa solo en su camisón de seda negro que deja al descubierto sus perfectas piernas, no puedo evitar sonreír al verla.

-Al fin guapo. —Se acerca a mi intentando seducirme lo cual no necesita hacer. -Te he extrañado como no tienes idea! -Se deja caer encima de mi, la tomo de la cintura.

-No volveré a dejar que te vayas linda. -Bromeo.

-¡ahh! te odio tanto pero no volveré a irme sin ti. -Sonríe. Me besa desesperadamente.

Acaricio su espalda mientras desabrocha mi camisa y la quita. Sonríe al ver mi torso desnudo. Quito sus tirantes y su camisón baja dejándo su pecho desnudo, sonrío y la acaricio, ella lo disfruta. Volvemos a besarnos como si no lo hubiese hecho nunca.

-Te amo Karol. -Susurro. Ella me besa más fuerte.

Beso cada espacio de su cuerpo y me doy cuenta que la amo como en el principio. Me desafía en todo y eso me vuelve loco y me hace completamente suyo.

***

Casada con el enemigo | RUGGAROL |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora