Casada con el enemigo | RUGGAROL |

27 - ¿Así es como termina? ✨

Karol:

No sabía con exactitud lo que había sucedido, de un minuto a otro Ruggero se había convertido en padre; esa noche él conducía a casa luego de ese tormentoso encuentro con su pasado. Mi familia me esperaban ansiosos, me habían secuestrado un día. Mientras él conducía yo miraba por la ventanilla del acompañante; todo estaba en densa oscuridad. Ninguno de los dos decía nada.

-Karol. Te quiero eso no cambia lo que siento por ti. -Aparta la vista de la carrera para mirarme.

-Ruggero -Dije con mi voz débil que amenazaba cortarse. -Tienes un hijo.

Podía notar el sufrimiento en sus ojos. A mi me dolía, no podía con la idea que él hace unos años se casaría con ella quizá porque la amaba, ahora volvía y no sola; con un hijo. Un hijo pesa más que cualquier cosa en en mundo.

Ruggero no era un patán, si era su hijo obviamente él se haría cargo.

-Ni siquiera se si es mi hijo. -Suspira. -Si puede ser cierto, lo nuestro sucedió hace dos años; Matías tiene un año y tres meses.

-Debes ser responsable con él —No lo quería ni mirar. -No hay lugar en tu vida ahora para mi.

Vi que habíamos llegado a casa, le pedí a Ruggero que no entrara yo daría todas las explicaciones. Acordamos que diríamos la verdad. No sabía que pensaría mi mamá y como le rompería el corazón por mentirle.

-Karol. -Toma mi mano antes que yo entre. —Lo nuestro no tiene porque terminar. Me di cuenta que, eres lo que más quiero en la vida.

Yo ya estaba llorando.

-No llores por favor. -Me abraza fuertemente escondiéndome en su pecho y besando mi frente.

-Tengo miedo. -Susurré.

-Voy a luchar por ti, nada nos va separar. Karol eres lo mejor que me pasó y quizá desde siempre he estado enamorado de ti. -Sonríe y luego apreta sus labios. -Me aseguraré que lo de Matías sea verdad.

Teníamos historia, con ese pensamiento entré por la reja del jardín, Aún no le diría a mis padres del matrimonio falso. Tendría que decirles el porque del secuestro y el supuesto hijo de Ruggero.

Y así lo hice, les conté y estaban asombrados. Le dije a mamá que me quedaría esa noche en casa. Me dejaron quedarme en mi antigua habitación salí a la terraza y me senté en el balcón. Dentro de mi habían tantos pensamientos.

-Sentada ahí hasta el viento puede derribarte -Dice mi madre que me trae un té.

-Sería lo mejor. -Bromeo.

-Se que piensas que Ruggero te cambiara por su hijo ¿No? Sientes que ahora pasarás a un segundo plano y máximamente cuando la madre de ese niño esta viva después que la consideraban muerta.

-¿Crees que deba alejarme de él? —La miro desesperada.

-Él te ama, tu lo amas ¿No? -Encojo mis hombros y ella solo sonríe y se va.

Mientras tomo mi té veo que mi móvil suena y en la pantalla el nombre de él. No respondo. Con una revolución en mi mente voy a mi cama y dejo caer sobre mis sábanas, espero a que esto sea una pesadilla y mañana todo desaparezca.

Llegué a la oficina temprano, quería evitar verlo. Me asuste cuando la puerta
se abrió de golpe. Para mi suerte era una castaña sonriente.

-¡Al fin te veo! -Se sienta frente a mi.

-Caro, ha sucedido tanto que ya no se que hacer. -Suspiro.

-Estuviste secuestrada ¿No? -Solo asiento. —Pero ¿Estás bien?