Parte 1
Ruggero:Sus uñas se clavaban en mi espalda con delicadeza, jadeaba desesperamente necesitaba entrar en ella.
Mis labios estaban con desespero sobre su piel con olor a vainilla, mis besos eran con dureza a lo que ella gemía, recorrí su vientre plano mientras ella entremezclaba sus dedos en mi cabello con fuerza apretaba mi rostro contra su piel.
-¡Te necesito Ruggero! -Susurró agitada.
Llevé mi rostro al suyo, nuestros ojos ardían su cuerpo desnudo era impresionante, el deseo me estaba quemando; ella besó mi cuello y sentí como todo dentro de mi temblaba mientras yo acariciaba su muslo y llegaba a su zona más sensible.
Y entonces desperté.
Eran las dos de la madrugada. Había soñado con Karol, me levanté necesitaba ir al baño. Cada vez que peleábamos algo dentro de mi se llenaba de deseo, me miré frente al espejo y lavé mi rostro, no podía regresar a la cama ahí estaba ella, trataba de explicarme como era posible sentir esto por alguien a quien odias.
Sabes que estás jodido cuando soñas con esa chica y hagas lo que hagas no puedes sacártela de la cabeza.
Pero entonces comprendí que el odio provoca. Me dejé caer en el sofá; debía sacármela de la mente.
Karol:
Nuestro plan debía ser puesto en marcha, la boda de Agustín era en dos días. Sentí la responsabilidad de salvar a mi hermano de la zorra de Valentina. Carolina estaba esperándome.
Corrí de un lado a otro esa mañana, la puerta principal de la suite se abrió, era Ruggero que regresaba de correr, sudado y muy sexy; tenía el ceño fruncido.
-¡Hola! —Le saludé y él solo levantó su cabeza en forma de saludo ¿Que le sucedía? —¿Por que volviste al sofá?—Le pregunté, anoche se había ido de la cama nuevamente al sofá incómodo de la habitación.
-No te importa Karol-Me respondió en tono déspota.
-¡Oye! ¿Que te pasa? —Me acerqué a él
-Alejate de mi. -Me advirtió.
Se fue.
Esto estaba raro ¿Que mosca le había picado? Últimamente nos estábamos llevando bien, discutíamos pero a los diez minutos lo olvidábamos.
Entré a la habitación y ahí estaba sin у camisa, su chándal a la altura de su trasero, no pude evitar sentir algo dentro de mi. ¡Por Dios! Me insulté por mirarlo.
-¿Quieres hablar? —Dije en tono amable.
-No. Dejame sólo por favor. -Se metió al baño.
No puedes ayudar a alguien que no quiere ayuda, tenía cosas más importantes que hacer. Bajé a lobby, el de recepción me entregó las llaves de mi Bentley, recogí a Carolina en su apartamento.
Mi plan era chantajear a Michael diciéndole que estaba dispuesta a perdonarlo para que llamara a Valentina y se acostara con él y así tener unas cuantas fotos.
Llegamos al apartamento de mi ex novio, estaba vestida como una prostituta para poder seducir al traidor ese. Él se excusó en que ella lo sedujo y que me odia. Le pedí a Caro que nos dejara solos, era la primera vez que volvíamos a hablar desde que me di cuenta que me engañaba y terminamos.
-Karol yo aún te amo.
Lo dijo de forma que notaba su arrepentimiento, sus ojos marrones me suplicaban. Hace unos meses esas palabras y esa mirada me habrían hecho correr a sus brazos y desahacerme en ellos, hace unos meses mi corazón habría saltado en mi pecho y me habría sentido la mujer más feliz del mundo.
Caro era un genia, Michael había llamado a la perra, mi amiga colocó una cámara en la habitación de él; nos escondimos en la otra habitación mientras veíamos todo por la pantalla de nuestra computadora. Me sentía mal por mi hermano y lo que sentiría al ver estas imágenes pero no me había dejado opción.
-Quiero una última noche. -Le decía Michael.
-¡Por Dios! Bebé tu y yo estaremos juntos toda la vida. -Contestó mientras le quitaba la camisa.
Lo siguiente que pasó fue verlos besándose y observar como tenían sexo, por alguna razón estaba impactada no dejaba de ver la pantalla. Ese chico hace un tiempo era el amor de mi vida, el que había elegido amar y en quien confiaba ciegamente. Ella era mi mejor amiga por años, mi mano derecha y ahora la prometida de mi hermano y se estaba revolcando con otro a días de su boda.
-¿Estás bien? -Preguntó Caro preocupada yo sólo asentí. -No tienes que ver esto tenemos suficiente material.
Había sido un poco masoquista, pero ver esas imágenes habían removido fibras dentro de mi.
Maxi uno de los amigos de mi hermano me informó que justo ahora le harían la despedida a Agustín , el plan original era poner ese vídeo en la boda y sabotearla, pero no podía humillar así a mi hermano; así que lo ideal era en la despedida de soltero.
La harían en el apartamento de Maxi, llegamos y le dimos el vídeo. Él se encargaría de proyectarlo. Entramos a la habitación repleta de chicos con tanta testosterona junta nos sentimos incómodas, todos llevaron sus vistas a nosotras incluida la de mi enemigo que tomaba Whisky mientras una bailarina lo tenía agarrado.
—¿EH? ¡MÁS MUJERES! —Gritó un imbécil, no lo culpo estábamos en un lugar donde no debíamos estar y mucho meno vestidas indecentemente.
-¡No seas idiota! -Le dijo mi hermano. -Es mi hermana y su linda amiga.
Todos hicieron un sonido expresando picardía.
-¿Que hacés acá? -Me cuestiona furioso mi hermano.
-¡Traje un regalo! -Sonreí con ironía. -¡DALE PLAY MAXI!
El castaño puso el vídeo y todos clavaron sus ojos en proyector. Me crucé de brazos y esperé, todos estaban tipo ¿WTF? Casi que veíamos porno.
Mi hermano llevó sus ojos a mi, negó decepcionado y salió de la habitación a toda prisa. Carolina lo siguió iba a ser lo mismo pero alguien me cogió del brazo fuertemente. Me haló fuera de la habitación, era Ruggero.
-¿Que te sucede Karol? -Me soltó bruscamente. -¿Como pudiste hacerle eso?
-¡Él no quería escucharme! -Le respondí enojada.
-No debiste hacer eso ¿SABES LO HUMILLADO QUE SE SIENTE? -Me gritó.
-¡NO ME GRITES! Idiota. -Riñé. —Mejor vuelve adentro a cogerte a esa perra.
Me observó con el ceño fruncido pero al procesar mis palabras asomó una sonrisa traviesa
-¿De que te ríes? -Le pregunté.
-Callate Karol-Estaba alterado.
—¡No quiero idiota! -Me acerqué a su rostro furioso.
-Que, te calles. -Intentó calmarse.
-Obligame. —Le reté.
Entonces me cogió bruscamente y me pegó a la pared aplastandome con su cuerpo, sentí su boca sobre la mía desesperada entrelezace mis dedos en su cabello pegándolo más ami, sus manos estaban en mi cadera mientras me presionaba más fuerte. Mordí su labio y nos miramos, él sonrió con lujuria; volvimos a juntar los labios y sentí su aliento a alcohol y lo encontré irresistible. Mi corazón latía fuerte y quería arrancarle la ropa. Sus labios apretaban los mios jugando con desesperación. Quería más y de repente el se separó.
-Lo siento no debí.
Dijo frustrado y luego volvió a entrar a la habitación dejándome ahí totalmente shockeada.
***
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Casada con el enemigo | RUGGAROL |
Romance-¿Porque no se lo pides a tu secretaria? ¿O alguna amiguita tuya? -Pregunté molesta -Porque se cómo terminan estas cosas... -Aplanó sus labios -No quiero enredarme sentimentalmente con nadie y contigo -Me señala -Niña horrenda eso no podría pasar, N...