Karol:
Desperté gracias a la luz que traspasaba el enorme ventanal, me senté en la cama y observé la habitación. Lo confirmé.
Ruggero no había regresado luego de que casi nos acostamos y terminó diciendo que no merecía eso. Realmente desconocía a Ruggero, él jamás habría desperdiciado la oportunidad de dormir con alguien. Aún recordar sus labios en ni cuerpo me hace temblar ¡Estaba muy mal! Nunca imaginé que me gustaría y que despertaría deseos en mi.
Por una parte él había hecho lo correcto, ambos habíamos bebido demasiado, por mi parte me sentí valiente frente a él por primera vez.
Al ver la habitación sentía una soledad horrible, me había acostumbrado a él, a pelear, gritarle y que me hiciera enfurecer, me había acostumbrado a su sonrisa sexy de lado, a sus ojos buscando como acusarme. Lo que había sucedido entre nosotros era extraño, había cierta atracción. Por mi parte me dolió que no quisiera algo conmigo. A lo mejor el no había superado el odio o yo era tan fea que nisiquiera despertaba alguna sensación en él. Me había rechazado.
Hice algo estúpido. Le llamé, no contestó.
Estaba preocupada, pensé: ¿Donde habría dormido? ¿Porque se fue sin decir nada? Su ropa seguía ahí. Caminé hasta el closet y sus camisas planchadas estaban ahí, tomé una y aspiré ese perfume, ese perfume que me encantaba. En ese momento no sabía que sentía, a lo mejor era la costumbre de convivir con él pero sin dudar no podía estar tranquila si no sabía de él.
Michael 8:30AM
Te extraño. Eres el amor de mi vida.
Sonreí con ironía, Michael me consideraba tan estúpida. No iba a volver con él, le hubiera perdonado todo menos la traición.
Dicen que en la vida hay tres amores; tu primer amor: técnicamente es la primera ilusión y casi nunca es para siempre. Tu segundo amor que es donde descubres y te das cuenta de los errores que cometiste en una pasada relación. Luego está el amor de tu vida ese que será para siempre porque encontramos a la persona indicada y destinada para nosotros.
Yo creía que Michael era todo eso, es claro que en la vida aprendes de la manera más dolorosa. Para mi suerte él ya era mi pasado. Pero algo comenzaba a preocuparme. Alguien no salía de mi mente, y era ilógico porque yo no podía volverme a enamorar.
Sin embargo ahí estaba sintiendo como una imbécil nuevamente.
-¡OMG! Te lo dije. -La castaña se acomodó en la silla cruzando sus manos y puso cara de victoria. —¡Te gusta!
-No Caro. -La regañé.
-¡Son una pareja adorable! -Empezó a parlotear como ave cantora.
-¡Basta! No sucederá nada. —La miré seria.
Estábamos en la cafetería de la empresa, casi nunca almorzábamos acá. Ruggero seguía sin aparecer. Saqué mi móvil para ver si talvez me había escrito, pero no.
-Mmm ¿Esperas un mensaje? -Volvió a hablar mi amiga.
-¡No! -Negué nerviosa. —Solo quería ver la hora.
Típica mentira «Quería ver la hora>> al menos funcionaba. Me estaba artando de este juego de mi querido enemigo, siempre que habían problemas desaparecía.
Estaba terminando mi bebida de coco cuando veo a Valentina entrar a la cafetería. Tenía gana de hecharla de ahí; seguramente había recoger sus cosas, mi hermano la había hechado.
—¡Hola querida amiga! —Me dice con ironía.
-¿Que quieres? -Le digo con desdén.
-Sabes, me sorprende. —Se sienta frente a mi, Caro observa en silencio. -¡Me sorprende lo que hiciste! Te felicito. Pero sabes tu siempre llevas las de perder. ¡Todo lo tuyo ya fue mío!
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Casada con el enemigo | RUGGAROL |
Romantizm-¿Porque no se lo pides a tu secretaria? ¿O alguna amiguita tuya? -Pregunté molesta -Porque se cómo terminan estas cosas... -Aplanó sus labios -No quiero enredarme sentimentalmente con nadie y contigo -Me señala -Niña horrenda eso no podría pasar, N...