24 - Hablemos de amor ✨

460 25 3
                                    



Karol:

El paso de los días hace que las cosas pasen y los sentimientos dejen de doler como el primer momento.

Que te mientan no es hermoso, la vida de alguna forma tiene que continuar. No podía quedarme en aquella casa de campo toda la vida. En algún momento debía afrontar la realidad y de algún modo tenía que saber, tenía que buscar mi verdadera identidad, aun no estaba lista para ver a mamá pero debía hacerlo. Sin duda quería saber quién era mi verdadera madre, mi verdadera familia.

Esa mañana decidí, que tenía que hablar con ella. Ruggero me llevó a la ciudad. Al llegar a la casa de mis padres sentí nervios, eso típico que se siente en el estómago. Luisa me abrió la puerta amablemente, me recibió feliz; Luisa casi siempre arreglaba mis desastres. Tomé asiento, era mi casa donde había crecido pero por alguna razón lo sentía diferente

-¡Karol! -Dijo mi madre bajando por la escalera de mármol. Su rostro se notaba demacrado y tenía ojeras.

-Hola. -Me paré frente a ella. Sentía unas enormes ganas de abrazarla, luchaba con fuerzas pero terminé abrazándola.

-Lo siento cariño, se que es imperdonable el hecho que te mintiéramos. -Me mira a los ojos.

-¿Alguna vez pensaron en decirme?— Pregunté. No quería llorar pero claramente mi cuerpo nunca me obedece.

—Si, pero no lo hicimos por tu bien. —Acaricia mi hombro.

-¿Porque? —Preguntó desesperada.

-Mereces saber la verdad. -Me invita a sentarme. - Karol cuando tu llegaste a nuestra vida, tu padre y yo una tarde salimos a correr al parque nos sentamos para tomar agua y observábamos a lo lejos una mujer, estaba vestida como indigente traía un bebé en sus brazos. -Mientras me contaba podía ver ese brillo en sus ojos, irradiaban ternura. —Nos quedamos mirando y de repente ella observó a todos las lados, se aseguró de que no la veían y dejó el bebé ahí y salió corriendo. Rápidamente nos acercamos a la banca y envuelta en una manta calientita color rosa había una niña ojos verdes. Eras tu.

>>Tenías días de haber nacido, me quedé contigo y tu papá la siguió a ella, se aseguró de donde vivía. ¡Desde ese momento me robaste el corazón amor! Y fue así con ayuda de nuestros abogados que logramos adoptarte. Tiempo después investigamos, esa mujer era tu tía. Tu madre era. -Hizo una pausa como si buscase una forma de suavizar lo que diría. —Tu verdadera mamá era una prostituta, estaba con un hombre que la obligaba a eso para darle dinero para alcohol. Buscamos a tu tía y ella nos lo dijo, tu madre mató a tu papá y luego se quitó la vida ella, él la maltrataba y a ti con solo días te encerraban en un closet.

Mi corazón no soportaba escuchar eso, en las películas cuando alguien es adoptado se da cuenta que su familia es millonaria y termina viviendo en un castillo.

-Karol. Lo siento. -Me abraza. Lamento que no conocieras a tus padres.

-Ustedes son mis padres. Gracias, gracias por salvarme y por darme un hogar. —Le dije con todas mis fuerzas.

De alguna manera ellos me salvaron la vida, si no me hubiesen recogido ¿Que habría sido de mi? No podía dejar de sentirme mal, pero ellos habían hecho lo correcto ¿Como le hubiesen dicho a una niña esa historia?

Eso se llama amor; callaron durante años para poder protegerme. Sin importar que no era su hija biológica me dieron todo, me dieron amor y protección. Y mi corazón los amaba completamente, no éramos la familia perfecta pero de eso se trata, de que a pesar de no ser perfectos siempre estamos ahí.

Mi familia, rota y con dificultades pero era mi familia.

Regresé a la casa de campo, mañana volveríamos al hotel.

Casada con el enemigo | RUGGAROL |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora