9 - Cosas que no sabías de mi ✨

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Ruggero:

No paraba de repetir la imagen de la loca de Karol, bailando desnuda, me provoca reír entre otras cosas; no podía borrar mi sonrisa al recordar aquella escena del Soy una taza, es como cuando estás feliz y no puedes ocultarlo, nada puede borrarte la sonrisa de la cara. Jamás me imaginé que vería algo tan ridículo e infantil.

Tampoco lograba sacar la imagen perfecta de su cuerpo desnudo, la perfecta simetría que hay entre cada parte de ella. Karol es de esas chicas que no van por la vida mostrando su cuerpo, me sorprendí al ver lo que esconde bajo leggins y sudaderas. Parece arte; pero eso se va al carajo al ver ese carácter de mierda que tiene y lo tosca que es, quiero sacarme su imagen pero no, no logro. Joder; Karol sal de mi mente. Ahora tendría para molestarla.

-¿Señor Pasquarelli? ¿Puede darnos su opinión?. —Todos en la mesa me miran expectantes, había perdido la noción, estábamos en una junta y mi mente al parecer no estaba en mi cuerpo.

-Eh si ¿Me lo repiten una vez más? Por favor. —Todos negaron disgustados, pues esta junta era importante y ya teníamos horas.

Quedé como imbécil. Pero sólo quería ver a Karol y su reacción al verme.

Karol:

Estaba en mi oficina, cuando mi novio aparece con una pequeña cajita de chocolates, su rostro derrocha alegría al llegar a mi me da un corto beso.

-¿Como estás hermosa? -Me acaricia el rostro.

-Bien amor y ¿tu? -Le digo sin mirarlo.

-Bien feliz de verte, mi cielo.

Nos damos un beso un poco prolongado, siento la desesperación en sus labios y su aliento, identifico que estuvo bebiendo la noche anterior. Deseaba pedirle que fuéramos juntos a la fiesta de aniversario de unos inversionistas de la empresa, pero debo ir con Ruggero, mi esposo o al menos el que todos creen que es mi esposo, recuerdo lo sucedido en la mañana y no puedo evitar sentir vergüenza, dudo entre si contárselo a Michael o no. No quiero que piense mal de mi, pero tampoco quiero ocultar el hecho de que alguien me vio desnuda. Desearía desaparecer; ni siquiera sabía que haría al ver al idiota de Ruggero.

—¿Vas a ir a la fiesta hoy? -Me pregunta Michael.

-Si-Digo acariciando su rostro.

-Yo iré con Valentina ¿No te molesta cierto? Si no voy sólo. -Me pregunta preocupado.

-¡Por Dios no! Amor eres mi novio y ella mi mejor amiga. Ademas ustedes eran amigos antes de que yo llegara, no podría molestarme jamás. -Lo beso.

La puerta se abre y nosotros estamos muy cerca, lo único que veo es el rostro desencajado de mi hermano Agustín . Está molesto, sus mangas están dobladas y no trae corbata.

-¿Agustín ? -Sonrió nerviosa.

-Quiero hablar contigo -Dice serio y mira a Michael haciéndole cara de que se largue de ahí.

Michael me mira y disimula.

-¿Necesita algo más señorita Sevilla o ya me puedo retirar? -Me mira.

-Esto todo Michael -Le sonrío con amabilidad -Gracias por sacar la basura de mi ojo.

Michael se va y mi hermano observa incrédulo.

-¿Que quieres? -Pregunto sentándome en mi silla.

-¿Karol , tu sacaste viente mil dolares de la cuenta de la empresa? -Me observa serio.

-No—Niego, me enoja su acusación.

-Falta ese dinero y solo tenemos acceso cinco personas -Da vueltas frustrado. —Ya hablé con el encargado de finanzas y no fue él. Papá y mamá no lo creo -Suspira. —Solo quedamos tu y yo hermanita. —Su mirada es acusadora.

Casada con el enemigo | RUGGAROL |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora