Deseo prohibido [YM] [BP]

Capítulo 4

Si algo había comprendido en el transcurso de su estadía en la universidad; fue a terminar sus tareas en clases libres y avanzar todo lo que pudiera, sino quería sufrir cuando llegara a su casa.

– ¿Hoy no irás al gimnasio? – preguntó Hoseok cuando vio a Jimin concentrado con varias libretas en el pupitre haciendo tal vez una tarea que acaban de encargar.

– No. – contestó de inmediato, pues no sería avergonzado una segunda vez y el recuerdo de lo que sucedió con Yoongi hace unos días aún estaba presente en su mente.

– ¿Por qué? ¿Le tienes miedo a Min? – con burla, la pregunta de Hoseok hizo a Jimin fruncir el ceño y negar con la cabeza.

– Fue mala idea contarte todo, ahora te burlaras de mi.

– No es eso, Jiminnie. Simplemente me divierte que ahora que Yoongi te hizo caso, tú huyes y lo maldices.

– Fue molesto conmigo, no iba a dejar que me tratara de esa forma burlona. – se quejó Jimin mirando a Hoseok y dejando de lado sus deberes.

– No entiendo qué es lo que quieres de él. Bueno, te dejaré terminar, si acabas antes de que comience la cuarta clase, estaré en la cafetería.

Solo asintio viendo a Hoseok irse del aula. A él realmente le atraía Yoongi y tal vez debía darle una segunda oportunidad e iniciar desde cero, aunque sabía Yoongi solo se quedaría en ser su crush ya que estaba seguro él no lo aceptaría como era, pues para todos eso no era normal. Un chico con vagina no era normal, aunque estaba esa otra parte de él que solo quería llamar más la atención de Yoongi y quería olvidarse del problema entre sus piernas.

Esperaba que el maestro de Deportes no lo buscará, no quería ver a Yoongi y no lo vería hasta que él olvidará la extraña forma en la que se conocieron.

Yoongi no podía sacarse de la cabeza aquél rostro tan pulcro y inocente de labios gruesos rosáceos, que desde hace días no había vuelto a ver.

Pero es que no se explicaba como un hombre podía ser tan tierno y sensual al mismo tiempo, además su figura era tan agraciada y delicada que seguía preguntándose cómo es qué podía demostrar su belleza de una manera tan sutil con cada acción que hacía.

Nunca hubiera esperado que alguien lo interrumpiera casi al tener sexo con una chica, pero ver la sombra algo curvilínea y el rostro confundido de ese chico, causo algo inexplicable en su interior; aparte de haberle quitado las ganas de acostarse con esa chica, causo demasiado interés en él.

Tenía entrenamiento en media hora, pero estaba un poco cansado ya que el día anterior se había desvelado terminando algunas tareas que olvido además de que su mente no podía olvidar aquél momento en dónde estampó sus labios con los pomposos labios de ese chico rubio. 

– ¿Irás al entrenamiento? – preguntó HyeBin, una de sus compañeras de clase que cada que podía se acercaba a él y aunque molesto, no sabía cómo alejar a esa rubia de él.