Llevo caminando algo de tiempo bajo los intensos rayos del sol. Estoy harto.
Debí decir que estaba ocupado pero tampoco es que pueda evadir mi trabajo, tendría que venir aquí tarde o temprano.Mi bebida helada se ha derretido y poco queda para que el frío desaparezcas. Estoy sirviendo de la pajita mientras las puertas de cristal de abren. Todo está bastante tranquilo.
Las máquinas parecen limpias. Aún llevo los audífonos y mi playlist activa en el móvil. Camino un poco hasta la máquina cercana y paso la yema de mis dedos para confirmar lo limpio que está.
Pronto hay una mujer esperando por mi mirada y me las arreglo para no demostrar que me ha asustado. Retiro uno se los audífonos y le sonrió.
No la he visto antes, así que deduzco que la decisión final fue agregar más personal.— Buenas tardes... —saluda la chica con nerviosismo.
— Buenas tardes. — Inclino ligeramente la cabeza de lado y pienso rápidamente lo que debo decir. Acomodó la correa de mi mochila que se ha resbalado un poco.
Estoy a punto de decirle mis intensiones a la chica pero ella parece que ha disipado sus nervios y me pregunta:
— ¿Estás aquí para inscribirte a nuestro programa? — No pasa desapercibida su acción de morderse el labio y ese brillo peculiar en su mirada.
¡Oh, no!
— Eh... Realmente, yo...
— ¿Sabes como trabaja nuestro gimnasio? - Su voz se hace más suave y avanza el paso que yo retrocedo. — Debe firmar un documento antes —añade. — Por si sabe o por si no.
«De acuerdo, ahora estoy incómodo»
— Luan, ¿qué estás haciendo?
Suspiro cuando la voz conocida la llama.
— Es un nuevo cliente señor. — Se apresura a decir. Mi sonrisa nerviosa aparece y el cabrón que ahora me mira parece divertirse.
— Estás asustando al cachorro, Luan —se ríe. — ¿Puedes intentar seducirlo un poco más?
El rostro de la chica de la cual ahora conozco su nombre se ha tornado de un rojo brillante y se muerde el labio con un poco más de fuerza.
— Pudrete. — Frunzo el ceño y giro, listo para irme a casa. — Llama a alguien más, bastardo.
— ¡Oye, oye! ¡Láng, espera! — Me toma del brazo y junta sus palmas para disculparse. — Vamos amigo, sólo es una broma.
— ¡Deja de jugar con la joven!
— Bien, bien. Lo siento Luan.
— ¿Eh?
— Ya están los chicos que pidieron su cita las doce y media?
— Si señor Panich.
— cierra las puertas y después ven conmigo Luan.
— Si señor.
— Vamos Láng.
Exhalo con pesadez y camino detrás de mi amigo.
Pruk Panich fue mi superior y amigo en la universidad, nos conocimos en uno de los eventos de bienvenida a los de nuevo ingreso en mi primer año. Aunque no perteneciamos a la misma facultad, parecía que compartíamos los mismos intereses - y así fue -. Cuando fundó este gimnasio tenía una idea clara.
Una curiosidad y mucho ahorro lo llevo a crear esto.
Cuando tomamos el ascensor aún se mantiene todo tranquilo, no cruzamos comentarios hasta que nuestros zapatos tocan el piso.
— Es un hombre joven —me informa. — Veintiún años. — Me entrega una bitácora que ha dejado sobre el mueble cercano. La hojeo rápidamente.
— ¿Experiencias sexuales?
— Una persona.
— Está limpio, ¿qué le interesa?
— El ejercicio. — Su sonrisa se forma de lado y yo pongo los ojos en blanco.
— Deja de bromear conmigo.
— Fortalecer los músculos.
— ¿Ya le has asignado a alguien?
— Vino con él, parece ser su novio. También vienen sus hojas ahí, junto con su firma en el documento.
— ¿Y por qué no les has puesto la rutina tú?
— Ah, bueno... Ya sabes que yo...
— Inútil.
— Deja de molestarme, lobo apestoso.
Escuchamos el ascensor abrirse y me divierto molestandolo un poco hasta que la chica se nos une.
ESTÁS LEYENDO
╰┈ 𝐂𝐎𝐃𝐄𝐖𝐎𝐑𝐃
Fanfiction❛ ࣪ ִֶָ ⚊ El simple tacto de su piel libero al huracán en su ser. Eres mi tentación. Eres mi redención. Debemos encontrar la forma de no caer en la tentación... ¿Vas a resistirte? 📖╰ 🅲🅾🅳🅴🆆🅾🆁🅳: 𝓗𝓮𝓲 𝓛𝓪𝓷𝓰 acceso aceptado. Continua...