❛ ࣪ ִֶָ ⚊ El simple tacto de su piel libero al huracán en su ser.
Eres mi tentación.
Eres mi redención.
Debemos encontrar la forma de no caer en la tentación...
¿Vas a resistirte?
📖╰ 🅲🅾🅳🅴🆆🅾🆁🅳: 𝓗𝓮𝓲 𝓛𝓪𝓷𝓰
acceso aceptado. Continua...
"— No importa qué tan lejos esté, ni cuánto tiempo pase. Prometo recordarte. Mientras tanto, cuídate por favor, y recuerda que... te amo. – Mira al cielo y solo sé que algo me dice que es a mí a quien van dirigidas sus palabras.
Su sonrisa tan resplandeciente y sus ojos afligidos, encogiéndome el corazón. El sentimiento de pérdida tan real, tan dolorosa. ¿Qué está sucediendo? ¿Por qué te sientes tan triste, Win?
Acaricias tus labios y suspiras, tomas tu maleta y te veo partir. Intento alcanzarte pero me es difícil, no me escuchas y tampoco giras tu vista hacía aquí. Siento todo mi cuerpo temblar de impotencia, mis mejillas están húmedas y grito con fuerza que no me dejes, que no me abandones...
Por qué yo... Este sentimiento... Te amo Win"
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༺❀༻
— Láng. – Una lejana voz retumba en mis sentidos. – Láng... – Repite. – ¡Bright despierta!
¿Eh?
Estoy sudado y mi pecho sube y baja con frenesí, pese a la confusión de lo real que se sentía esa pesadilla, no cuestiono nada de lo que acontecía en ese momento; me siento desesperado, el sentimiento de un amor cálido era profundo hasta mis entrañas. Y todo gracias al hombre frente a mi. Sin embargo ahora que he abierto mis ojos, mientras que los orbes avellana me miran con preocupación y tiene en sus manos en mi rostro, frunce el ceño y encoge sus hombros, examinando la situación que no puede comprender. Y yo no puedo explicar.
— Lo siento... – se disculpa, mientras que él sonríe.
— Estabas teniendo una pesadilla.
Asiento. Todo se pone en orden en el momento donde un paño pasa por mi frente, limpiando el sudor. Lo miro mejor una vez que estoy despierto y me percato del mandil morado pastel con estampado de estrellas y brillos, el olor a comida casera (qué huele realmente bien) ha golpeado mis fosas nasales.
«¿Habré dicho su nombre?»
— ¿Hable dormido? – Preguntó.
— No, solo intentabas llamar a alguien. ¿Te sientes mejor?
Su rostro sigue sostenido por las manos suaves y cálidas de Metawin.
— Si, también dormí muy bien, gracias.
— Es lo que importa. – Le respondo y él sonríe nuevamente. Toca con su dedo anular la punta de mi nariz.
— Ve a asearte, el desayuno está listo. – Menciona y yo asiento. Me desperezo del sofá, frotando mis ojos con las palmas de mis manos que prontamente se ven tomadas por Win.
— No frotes. – Regaña.
— ¿Ah?
— Si frotas se te harán las ojeras. Solo debes dar golpecitos ligeros en tus párpados, y todo estará bien. Anda tío Vachi, antes de que se enfríe.
