O2O; Un regalo para Prim II Y una oportunidad.

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- Bright 🐺

No puedo considerarme un fanático de las compras. La verdad es que las evito a toda costa, sobre todo si quien dirige el día es Earth.

Desde que salimos del consultorio Metawin sólo me ha dado respuestas cortas o sonidos asertivos, no presiona, y se limita sólo a permanecer en silencio, esperando por mí.

Hemos bajado del automóvil y él ha evadido mi mano para no enlazarla. Se muestra serio y un poco tenso. ¿Sería correcto decirle la demanda de Prim?

Suspiro bajito y meto las manos en los bolsillos de mi pantalón, la burbuja dónde normalmente me siento fuera de sí, en este momento me sentir tan asfixiante, asfixiado por el silencio sepulcral.

Decido ignorar esa sensación tan desagradable que me molesta en el pecho e intento centrarme en la meta del día.

Mi teléfono suena con el tono general y maldigo, había olvidado apagarlo. Win tiene el ceño fruncido y los labios apretados pero no dice nada. Tomo el teléfono contestando la llamada.

— Disculpa. - Digo deslizando el pulgar por el táctil. - "Vachirawit"

— "¡Brillitos!" - Grita al otro lado de la línea.

¡Joder! Casi pierdo el oído.

— "¿Por qué gritas?"

— "Cállate, está el altavoz, tengo que hablar más fuerte"

— "Bien, bien ¿qué pasa Earthie?"

— "¿Podrías traer tu guitarra y un poco de caramelos de los que le gustan a Prim?"

— "Umh... Bien, me haré cargo. ¿Algo más?"

— "¡Excelente! No, sólo apresúrate y por favor qué si sea una pijama no sólo la que usas en casa de pantalones de chándal y playera gris"

— "¡Oye!" - Reclamo.

— "Cállate, no te quejes" - Cuelga sin dar oportunidad de réplica.

No puedo evitar la ligera sonrisa y el semblante de Win parece un poco más relajado. ¿Cómo podría comprar tranquilamente si sé que algo no está bien con Metawin?

Aclara la garganta, y las manos regresan a mis bolsillos hemos caminado un poco pasando sólo tiendas de comida y el supermercado. Me niego rotundamente a permanecer en está delgada línea de incomodidad que se ha trazado entre él y yo. Somos mejores que esto.

— Sí algo pasa, puedes decirlo. - Detengo mis pasos y es todo lo que digo antes que el silencio entre nosotros reine una vez más. Se me da fatal abrir los temas, pero el punto es aterrizar. Metawin ha avanzado unos pasos más adelante, devolviendo su rostro para ver mi rostro serio y preocupado, abre sus labios con sorpresa. No es un reproche es más bien, una animación silenciosa. – No guardes lo qué sea que sientas Win. Todos los sentimientos son importantes y merecen ser demostrados. Merecen que les demos importancia. – Avanzo a paso corto para quedar a unos pocos centímetros de su rostro. – Lo que sea, puedes decírmelo. Si es mi culpa, con mayor razón.

Win aprieta sus labios, y suspira, se ha comportado de manera infantil, ¿por qué debía sentirse así? No le gusto el coqueteo descarado del tipo de antes, no le gusto que su mirada pareciera querer devorarse a Bright; tampoco los pensamientos que llegaron a toda velocidad a su cabeza. Él no es el primer hombre que puede ver la clase de hombre que es Bright, tampoco será el último. Sin embargo sabe que algo entre ellos es diferente, lo supo desde que atravesó el umbral del consultorio por primera vez. Pero ese sentimiento de estar en un limbo... Es... Abrumador.

— Bright... Lo siento... – Win desvía su mirada, avergonzado por su comportamiento.

— Está bien. – Digo tranquilo, miro de un lado a otro y saco la mano del bolsillo para tomar la blanca mano de Metawin, guiándolo hasta la banca cercana. – ¿Quieres decirme lo que sucede?

╰┈ 𝐂𝐎𝐃𝐄𝐖𝐎𝐑𝐃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora