Maldije.
Maldije a mis adentros cuando el teléfono comenzó a bailar sobre la cómoda. Bright me tiene sujeto por las caderas y somnoliento parpadeo repetidas veces, intentando acostumbrarme a la luz. Intento removerme, pero es imposible.
Bright es como un bebé chiquito que se aferra y aspirará mi aroma todos los días y cada vez que le es posible. Jodidamente adorable. Estiró el brazo para alcanzar el celular, y logró contestar antes de que quien sea que llama, cuelgue.
— ¿Sí? — Fue lo único que pudo salir de mis labios, la voz ronca aún adormilada me tiembla. Escucho el leve rechinar de los dientes y mis parpados se cerraron otra vez, negándome a forzar más para mantenerlos abiertos con tanta luz. Hay un bufido y frunzo el ceño. — Okay. — Digo dispuesto a colgar.
— ¡Atrévete a colgarme, Metawin Jongcheveevat! — Retó la voz completamente molesta.
— ¡Mierda! — exclamó abriendo los párpados, estando despierto en totalidad al fin y en tono bajo para no molestar a su compañero de cama, sin embargo... — ¡Con esa boca besas a tu padre!
— Lo siento, lo siento — murmuró lo suficientemente rápido.
— ¿Sabes qué horas son Metawin?
— ¡S-Sí! — No. Despego el móvil de mi oído para que la pantalla se encienda y pueda ver la hora. Once con treinta y uno. — Iré a casa ahora.
— ¿Te parece correcta la hora? ¿Acaso no acabas de despertar?
— Me quedé dormido... — Admito.
— Ja... espero que tu papá acepte eso — bufa — deberías estar aquí listo desde las siete de la mañana. — Me recuerda.
— Mhmm... Win. — El hombre medio dormido, medio despierto, gime y se aferra a un hombre de piel blanca. Ignorando lo que sucede.
Repaso las líneas que ha dicho mi padre, hay una sensación de que he olvidado algo importante, así que despego el teléfono una vez más. ¡No, no, no! ¡No puede ser! ¡Maldita sea!
— ¡SANTA MIERDA! — Ya está, es suficiente para que mi padre sienta que intento molestarlo.
— ¡METAWIN! — Me advierte claramente a través de la bocina y su expresión no fue nada sutil, el hombre a mi lado ha comenzado a desperezarse. — ¿Te das cuenta ahora? — Subraya intentando mantener la calma.
— Papá, te lo prometo que lo olvide.
— ¡Pues mueve el trasero hasta aquí! ¡Más vale que aprendas a ser flash! — Escucho la orden lejana.
— ¿El girasol está muy molesto? — Me atrevo a preguntar.
— ¿Tú qué crees? — suspira Mew. – Será mejor que te apresures. Invita a Bright, es bienvenido, la familia debe estar completa. Pero, oye, no tardes más. – Hay un corto silencio. – No es broma. Ya lo sabes, si es importante para un Jongcheveevat...
— Es importante para todos. Sí, sí, no tardaré, lo prometo. — Afirmó rápidamente, colgando la llamada.
Me quedo un momento más admirando la figura de mi novio. Junto mi rostro y deposito tres besos en la mejilla, apartando el brazo que me tiene preso. Me levanto, ignorando el hormigueo en mis piernas, decidido a levantar la ropa del suelo cuando una mano cálida me detiene.
— ¿El conejito emprende la huida? —pregunta con voz ronca.
— Parece que ha fracasado. — Sonrió. — Buenos días.
— Buenos días, cielo — murmura—. ¿Demasiada prisa?
— Sí — digo con honestidad—, y si no quieres que este bello rostro trapee el piso, será mejor que me apure. – Suspiro, regresando para subir a la cama y atrapar los labios de Bright, gimiendo de plenitud.
— Pensé que podría adueñarme de ti hoy — comenta Bright.
— Olvidé que hay un evento de mi hermano al que asistir, teníamos que estar listos desde temprano porque ayudamos con el preparativo final. — Explicó, rozando nariz con nariz: — ¿Te gustaría venir conmigo?
— ¿Estás seguro? ¿No es un evento familiar?
— Lo es.
— Mmm...
— Mi padre dijo que debía llevarte. —Le informó. — Por sí no lo sabes, ya eres un Jongcheveevat.
— Me gusta... — sisea para besarme y acariciar mi espalda blanca.
CODEWORD ࿐˚.*ೃ
- Nut 🎤
El humor de su papá esa mañana no es el ideal. Amo mucho a mi pequeño hermano, pero odia en definitiva que Kanawut esté enojado... Porque de todos los días... Justamente hoy, justo en este momento en que les contaría lo que acababa de suceder la noche anterior.
Estamos aquí, atravesando el gran salón sólo para ver a mi hermano. El de enmedio usa una camisa verde militar y pantalones marrones, cuelga en su cuello la cadena con el dije familiar y usa gafas porque se había quedado dormido con los lentes de contacto y sus ojos se habían irritado.
Soy un hermano mayor orgulloso. No importa lo desesperante que Up pueda ser, o lo mucho que me guste molestarlo, sé que mi vida estaría incompleta sin él.
Y aun si no lo digo directamente, sé que ellos entienden.
Inhalo y exhalo un poco sin dejar de rebobinar los acontecimientos del día anterior... ¿Cómo pude ser tan estúpido?
Olvidé apagar el teléfono.
Supanut Jongcheveevat destaca en su familia por cosas inusuales, como el hecho de claramente decir: «Si me necesitas mientras duermo, no me llames». «No responderé», también era el hecho de que en casa era el más desorganizado, pero en el trabajo era sin duda perfeccionista. También destacaba por su habilidad para crear canciones nuevas y ser un buen conductor y extrañamente un as en asuntos numéricos.
Me regañé a mí mismo cuando el celular comenzó a sonar, bailar y parpadear en la cómoda, menos mal aún no dormía.
Fruncí el ceño cuando vi que un número no registrado era quien intentaba contactarme; normalmente no respondería las llamadas así, pero esta vez el gusanito de su curiosidad fue más veloz que mi razón.
No respondí primero.
— Por favor, ayúdame — la voz suave y aterciopelada golpea mis oídos, y los sentidos despertaron tan rápido.
— P... ¿Petch? — Titubeó un poco y dudó por un momento.
— Por favor... — súplica hipando. —¿Aún manejas el súper auto? — La voz se escucha apagada... asustada y temerosa, ¿por qué?
— Sí, ¿dónde estás? — Me levanté de prisa, tomando la bata que descansa cerca de mi cama para cubrirme. La noche es fresca y no perdería tiempo quitándome la pijama.
— Acabo de enviarte la dirección por mensaje... por favor apresúrate. Necesito... — hipa — verte.
La llamada terminó; pronto, me encontré revisando la aplicación de mensajería. Tomo las llaves de su auto y salgo de la habitación, son pasadas las doce, así que opto por salir en sandalias, así haré menos escándalo.
Fui directo a la puerta trasera, acortaría la distancia hacia el estacionamiento, y subo a mi auto, pulsó el botón de encendido y el interruptor para que abra la reja y pueda salir. Arrancando el motor para ponerme en marcha.
ESTÁS LEYENDO
╰┈ 𝐂𝐎𝐃𝐄𝐖𝐎𝐑𝐃
Fanfiction❛ ࣪ ִֶָ ⚊ El simple tacto de su piel libero al huracán en su ser. Eres mi tentación. Eres mi redención. Debemos encontrar la forma de no caer en la tentación... ¿Vas a resistirte? 📖╰ 🅲🅾🅳🅴🆆🅾🆁🅳: 𝓗𝓮𝓲 𝓛𝓪𝓷𝓰 acceso aceptado. Continua...