OO; Prólogo

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- Win 🐰


Los pétalos caen del árbol, tan rosas y brillantes como cada primavera. Mis lágrimas se resbalan por mis mejillas, empapándolas. ¿Cómo permití que todo llegue a este punto?

De pronto me convertí en una persona que no conocía; papá siempre ha recalcado la importancia de ser independiente, de no ligarte de manera asfixiante con nadie. Me lo habían advertido, me lo había dicho cada miembro de mi familia una y otra vez. Y en algún punto mi propia razón dejo de escucharlos.

Me envolví en las palabras vanas y vacías de un hombre egoísta y manipulador. Era joven e ingenuo, me deslumbré por aquello que sólo mis ojos eran capaces de ver. Todo podría verse perfecto —y lo era— , al menos al principio. Era su último año en la universidad y tomaría un puesto en la empresa de sus padres apenas se graduara. Era un monstruo disfrazado de caballero blanco.

Apenas puso un pie en casa, papá fue el primero en decirme que no estaba de acuerdo en esto, por supuesto, fue una sorpresa. Mis padres jamás opinan al respecto. Nos permiten tomar todas nuestras decisiones con base en el cimiento de la educación que nos han dado.

Pero yo me estaba equivocando y sólo lo vi como un ataque. Me convenció y me convencí de que lo que él decía era la absoluta verdad. Y cuando los comentarios desagradables llegaron, no supe cómo detenerlo.

Todo comenzó con algo simple, como decir que mi cabello estaba hecho un asco, y después cosas tan simples como las ojeras en mis ojos o mi rostro cansado. Las agresiones verbales fueron en aumento y de un momento a otro tomé las peores decisiones, decisiones que sólo me arrastraban al abismo.

— ¿Cómo te sientes? — Me pregunta una suave voz tras mi espalda. Ni siquiera soy capaz de devolver mi mirada, me siento avergonzado. Me encojo de hombros y me deleitó con la magnífica vista de los pétalos danzando en el aire. Siento los brazos cálidos envolverme y su aliento golpea mi hombro.

— Lo siento... — farfullo, conteniendo el fluir de mis propias lágrimas otra vez. Mueve su cabeza y empapa mi ropa.

— Todo está bien, cariño — me consuela y su aroma a agua fresca se cuela en mis fosas.

— ¿Papá está molesto? No lo he visto.

Me suelta y me rodea para quedarme frente a mí. Sus ojos oscuro marrones cargados de preocupación me miran como un cachorrito arrepentido.

— Papá, no está molesto — sus dedos pulgares se deslizan por mis pómulos y siento la sortija que adorna su dedo. - Sólo estaba asustado. Todos lo estábamos. Él tuvo que ir a cumplir con su compromiso de ayer.

Ni siquiera soy capaz de sostenerle la mirada. ¿Con qué valor?

—Lo siento —repito. — No sé cómo... yo... — mis palabras son tan torpes como mi sentir.

— Cariño... — musita y suspira abrazándome con fuerza. — Eres nuestro bebé, ¿sabes lo terrible que fue recibir esa llamada? Papá y yo pensamos lo peor. - Me comenta y mi rostro se deforma. —Sabíamos que todo iba mal respecto a tu relación y, por más que lo intentamos, parecías incapaz de escucharnos.

— He sido un estúpido.

— No, no. Nada de eso —me regaña. — Solo tomaste decisiones equivocadas, eres joven, hijo. No será la primera vez que te equivoques y tampoco será la única en la que dejaremos todo por ti. — asiento.

— ¿Pronto podré irme a casa? — preguntó.

— Sí. Me haré cargo en cuanto llegue papá.

— ¿Y mis hermanos?

— En casa — sonríe y peina los mechones de mi cabello castaño. Tan castaños como los de él. Le sonrió con debilidad, mi cuerpo aún reciente, mi mala alimentación y mi exceso de ejercicio. — Hiciste que ese par se relajará. — Se burló y yo me río de imaginar a ese par con la bandera blanca de la paz sobre sus cabezas.

— ¿Están molestos? — repito.

—No contigo. —Me tranquiliza, acariciando mi brazo. - No fueron tus ideas, ahora sólo debemos esforzarnos por salir de esta situación. Y tú debes tener ya claro lo que no querías ver.

Sonrió con nostalgia y asintió. Después de esto, debo tener ya el maldito valor para detener esta absurda relación.

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- Bright 🐺

Esta mañana, cuando su alarma sonó de forma descontrolada, supo que tendría que arrastrarse al hospital. Había pintado su consultorio hasta la madrugada y durmió en el sillón, aún envuelto en plástico.

Su padre salió de viaje por el trabajo y su papá está por entrar a su turno en emergencias. Camina directamente a recepción, no sin antes pasar la mirada alrededor.

— Buenos días. — murmura y la enfermera que tiene el ceño fruncido cambia de inmediato el semblante.

— Buenos días. — Su voz suave se escucha un poco nerviosa y no recuerda haberla visto antes. — ¿En qué puedo ayudarle, señor...?

— Vachirawit —mencionó. — Estoy buscando al doctor.

- ¡Mi amor! - La voz alegre exclama interrumpiendo mi frase y no puedo evitar reír.

Observo detenidamente el rostro descompuesto de la mujer. Me devuelvo hacia él y sus ojos se achican gracias a su sonrisa.

— Ya estoy aquí — anuncio y extiendo mis brazos. Una niña pequeña sale detrás de él y corre hacia mí. Me agacho para alcanzarla y recibo un beso como premio en mi mejilla. - Te traje comida. — Levanto la bolsa de papel que llevo en la mano y la extiendo al hombre de cabello castaño claro.

— Gracias cariño — me sonríe y aprieta el hombro de la pequeña. — ¿Te portarás bien?

— ¡Sí! — responde con emoción.

— ¿Irás a casa?

— Sí, el departamento aún no lo terminó.

— Te dije que te ayudaría ayer — me regaña.

— Tenía que terminar primero el consultorio.

— ¿Y lo hiciste?

— Por supuesto. — expresé con orgullo.

— Debo trabajar, andando — nos dice y yo asiento.

— Mi adorable cachetón se quedará en la tarde con ella, tengo consultas agendadas y citas pendientes.

— Tan ocupado el doctor — se burla.

— Yo conozco uno que está más ocupado. — Lo señalo. — Nos vemos más tarde, papá.

— ¡Papá! — Escuchamos el grito de sorpresa de la recepcionista.

— Vamos, princesa, el tío Baii te llevará a casa.

— ¡Sí! ¡Adiós papá Korn! — Su sonrisa es radiante mientras mueve la mano con efusión.

— Adiós, cielo — responde papá antes de darse la vuelta para volver a sus labores.

Sonreí tomando la mano de la pequeña niña, guiándola afuera. Nuestra mañana debe ser la más entretenida, debo mantener mi lugar como su favorito.


╰┈ 𝐂𝐎𝐃𝐄𝐖𝐎𝐑𝐃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora