O11; Vachi

589 104 13
                                    

- Bright 🐺.

Cuando al fin puedo tranquilizar mis abrumadores sentimientos, el pánico de tan solo imaginarlo con moretones y totalmente devastado debido a comentarios estúpidos y actitudes asquerosas de una bestia como el tipo que irrumpió en mi casa; simplemente no puedo evitar sentirme impotente y con ira.

Esa ira que fue desapareciendo en cuanto este chico con los ojos acuosos me abrazo, y reconforto, dando ligeras palmadas en mi espalda.

— ¿Te sientes mejor? – Pregunta Win con un tono de preocupación evidente. Ha pasado un rato desde que me tiene en sus brazos, y realmente se siente cómodo.

Me aleja despacio en cuanto lo noto, maldiciendo un poco por perder ese sentimiento de protección que el adorable castaño me trasmitió, y le doy una media sonrisa.

— Te prometo qué no volveré a cruzarme con él. – Dice con firmeza y determinación.

— Por favor... - Ahora soy yo el que suplica.

El me sonríe, con esa preciosa sonrisa y me mira directamente a los ojos. Se que los tengo rojos al igual que mi nariz y las mejillas empapadas.

Win quiere acariciar la hinchazón ligera debajo de sus ojos, no es tan notoria, pero aún con un rostro afligido... El doctor Láng sigue siendo guapo.

El timbre de la entrada destruye nuestra pequeña burbuja de paz, el rostro preocupado de Win cambia a uno de absoluto pánico.

«¿Se habrá escapado de los guardias?» Se pregunta.

Me levanto y tiro de Win para tomarlo por la cintura; lo miró para asegurarle que todo estará bien, indico en silencio que espere en el sofá y Win sin cuestionar, obedece.

Aprieto mis labios con ligera fuerza y camino decidido hasta la puerta. El rítmico sonido del timbre me hace tener ligera calma pues no creo qué ahora venga más sereno si se trata de él.

No cometo el mismo error de nuevo, abro la puerta desde el otro lado, empujándola para que choque contra la pared, causando un brinquito de sorpresa en Metawin. Mis ojos se relajan al ver a la pequeña niña de cabellos claros y al hombre con el ceño fruncido por el azote de la puerta.

— ¿Alguien está de malas? – Se burla.

— Lo siento papá, hace un momento un idiota vino a jugar una broma. Y pensé que era él, de nuevo – Junto mis manos en señal de disculpa.

— Bien, bien, siento venir a esta hora. Se que es tarde. – Suspira. – Me han llamado del trabajo, tengo que ir con urgencia pero no es ambiente para llevar a pequeña, ¿verdad? Probablemente tarde varias horas.

— No te preocupes papá, sabes qué siempre estoy encantado de cuidar a esta dulce princesa.

Le sonrió y la pequeña me devuelve el gesto. Sus ojos se iluminan cuando ubica al hombre sentado un poco nervioso, ignorando lo que los adultos hablan, entra directamente sin palabra hasta él.

— Lo siento, no sabía que estabas acompañado... ¿Tu novio? – Pregunta mi papá, para él es divertido.

— Está bien papá. – Río y niego con la cabeza – ¿No están esperando por ti? ¡Anda! – Digo moviendo la mano.

— ¡Ya me voy! ¡Ya me voy! – Golpea levemente mi hombro. – ¡Vendré por ti mañana temprano cielo, un gusto muchacho! ¡Eres muy guapo! – Grita mientras escapa de prisa rumbo al ascensor.

Win se sonroja ante las palabras del hombre mayor, le recuerda un poco a su propio papá. Escucha la puerta cerrarse y el doctor Láng se rasca la nuca, haciendo un puchero ligero.

╰┈ 𝐂𝐎𝐃𝐄𝐖𝐎𝐑𝐃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora