4.- No Tocar

1.4K 61 125
                                    

Nezuko miró con algo de irritación combinada con resignación a la señora que hablaba frente a ella, no era que le molestaran los consejos que estaba dándole, todo lo contrario, lo único que pasaba era que ella solo quería pedirle un poco de distancia

Cuando se supo en estado de gravidez había pensado en muchas cosas, desde él como reaccionaría su familia hasta el inmenso miedo de no saber cómo pintaba el futuro de todo ello

Con el tiempo fue sobrellevando las cosas, si bien aún no se resolvían del todo todas las situaciones a las que se había enfrentado podría decir que todo estaba saliendo de maravilla a comparación del holocausto que su mente había creado con base en el miedo a la sociedad, a la reacción de sus cercanos, a cómo se enfrentaría al mundo en ese nuevo estado y sobre todo el miedo irracional que toda aquella que se había visto envuelta en su situación enfrentaba y desde miedos hasta simples incomodidades las había enfrentado, sin embargo nunca se había imaginado que una de las cosas que más le incomodarían en el mundo  desde hace un par de meses fuera algo tan simple

Y es que la señora hablaba y hablaba pero se repetía a sí misma que aquello no le incomodaba, que no era eso si no la acción que acompañaba sus palabras

La señora no dejaba de tocarle la barriga

Apenas y la había conocido hace unos momentos, se encontraba en una de las tiendas del centro comercial de la ciudad donde residía desde hace un par de años y por cuestiones de tiempo le había tocado ir sola ese día a hacer las compras para aquella semana, no pudo evitar desviarse un poco de su objetivo de surtir fruta para pasar a mirar los pasillos donde se ubicaban las cosas para bebés y se había encontrado con aquella señora quien había pegado un chillido bastante agudo para alguien de su edad al verla

Explicó brevemente que su hija también estaba encinta y comenzó a preguntarle algunas cosas a las que ella le respondió, enseguida la señora había comenzado a darle varios concejos de que hacer y que no hacer y si bien le estaban siendo bastante útiles (de eso no se quejaba) aquella mujer había comenzado a tocarle la panza con confianza como si no se hubieran conocido un par de minutos atrás

Se sentía realmente incomoda, tanto que quería salir huyendo de ahí

Pero era algo que tenía que afrontar puesto que desde que el embarazo había comenzado a notársele era una constante con desconocidos

Pero no le gustaba

Hasta la fecha solo había una persona que ella consideraba estaba en su derecho de hacerlo y no tenía porque pedirle permiso alguno puesto que se trataba del padre de la criatura que llevaba en su vientre

Ah, y el médico de control que llevaba su caso

Pero de ahí en fuera ella sentía que los demás no estaban en derecho de tocarla sin pedir permiso

Y aunque le pidieran permiso ella se los negaría

No le agradaba que lo hicieran, al menos no personas desconocidas

Las variantes de Kanao, Aoi, Inosuke...

Zenitsu

¡Incluso con Zenitsu no tenía problema! (Tampoco era que le agradara)

Pero a fin de cuentas eran sus amigos más cercanos

Y su familia... su madre quien residía en otra ciudad con sus hermanitos se la pasaba tocándole la barriga cada que la visitaba, dándole consejos y emocionada ante la idea de su primer nieto

Sin embargo ella era eso, su madre

No una señora random emocionada por un embarazo ajeno

Oh, también sus hermanos, después de todo eran sus hermanitos, Takeo, Hanako, Shigeru y Rokuta, este último parecía ser el más entusiasmado de tener un sobrino

One Shots Tanjine Donde viven las historias. Descúbrelo ahora