36.- Responsabilidad paternal

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Tanjiro se había quedado solo con sus sobrinos de nuevo, esta vez había sido un poco más complejo, a Takeo lo habían operado aunque no había sido nada grave, solo le habían tenido que extirpar el apéndice y Nezuko como enfermera experimentada, había ido a cuidarlo unos días de tiempo completo para asegurarse de que se le dieran los cuidados necesarios después de su cirugía

El pelirrojo aprovechó para tomarse un par de días libres del trabajo y poder cuidar a sus sobrinos a falta temporal de su madre

Los días habían sido bastante tranquilos en una constante de levantarse a hacer el desayuno para los pequeños, llevarlos al colegio y regresar a casa para mantener todo limpio y ordenado, incluso le daba tiempo para el mismo relajarse viendo alguna serie en la cuenta de Netflix que compartía con Nezuko

Sin embargo no iba a negarlo, Nezuko le hacía una falta enorme

Eran pocas veces las que se separaban por más de un día y realmente la extrañaba, extrañaba su presencia, su rostro, su risa, su compañía, en definitiva su corazón sin ella no estaba completo

Lo que lo consolaba era que había estado hablando con ella en mensajes de texto durante todos los días y habían estado haciendo videollamadas por las noches para saludarse y contarse sus días, también llamaba a los pequeños para que vieran a su madre y a su vez, Nezuko le mostraba a los pequeñines que había tenido que llevarse con ella

Y es que a esos pequeños también los extrañaba con toda su alma

Takao y Hana, unos pequeñitos que Nezuko no había dejado en casa porque aún dependían mucho de ella, Hana con cuatro meses aún no podía comer ni beber nada más que no fuera leche y Takao aunque ya tenía algunos de sus dientitos y rondaba el año de vida, aún tomaba bastante leche así que sin duda Nezuko no se había podido despegar de ellos y los había tenido que llevar con ella

Pero solo sería un día más y al siguiente día la tendrían de regreso, Takeo se había recuperado bastante bien así que Nezuko podría volver a casa al siguiente día y eso lo tenía de muy buen humor

La extrañaba tanto

También extrañaba demasiado a ese par de bebés, ver a Takao avanzar gateando y riendo hacia él cuando lo llamaba y ver a la pequeña Hana sonreírle agitando sus manitas cuando la cargaba era sin duda una parte de lo mejor de su vida

Se removió en la cama un par de veces estirándose y mirando que el sol ya se alzaba por la ventana decidió que era hora de levantarse, era sábado así que no había la prisa de las mañanas escolares por lo que se tomó su tiempo para tomar una ducha y despertarse bien antes de bajar a hacer el desayuno

Finalmente se levantó resignado y fue a hacer el desayuno, buscó entre la alacena y la nevera que había pensando en que iría a hacer las compras para surtir la despensa ese día y finalmente se decidió por hacer panqueques con miel y mermelada, puso manos a la obra y para cuando los pequeños ya habían comenzado a bajar somnolientos tenía una pila bastante grande de panqueques

El los saludó sonriéndoles y todos ayudaron a poner la mesa y sus platos así como llevar la pila de panqueques al centro de la mesa y cuando todos hubieron terminado y se hubieron sentado, el se dirigió hacia ellos y caminando por los cuatro lugares que ocupaban en la mesa del comedor, les besó las cabezas y se sentó en el lugar donde usualmente lo hacía acompañando a los pequeños en sus platicas y risas

Entre todo lo que platicaron, Kenta se acercó discretamente un poco más a él y poniendo la cabeza en la mesa cerca de Tanjiro y captando su atención lo llamó

—oye papá

Tanjiro miró a su pequeño de nueve años lo miró

—¿qué pasa pequeño?

One Shots Tanjine Donde viven las historias. Descúbrelo ahora