One Shots Tanjine

45.-Dolorosa sanación

Esto está algo triste pero no todo es feli así que espero que lo disfruten xd
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El corazón de Nezuko latía dolorosamente en su pecho mientras no podía aguantar las lagrimas que se formaban sin piedad en sus ojos

Todo había pasado demasiado rápido

Y ahora su pequeño hijito estaba ahí frente a ella, en la cama acondicionada para el, removiéndose dolorosamente y bañado en sudor producto de la fiebre que lo abordaba

—vas a estar bien bebé— lloró mientras le acariciaba la cabeza y le daba repetidos besos en sus mejillas —te vas a poner bien— sollozó

Tanjiro estaba junto a ella, intentando mantenerse lo más fuerte posible pero el dolor y la angustia estaban presentes en cada facción de su rostro, lo único que podía hacer era cambiar los pañuelos de la frente del pequeño para aliviar un poco el dolor de la fiebre

Aoi los miraba desde una distancia prudente, ella ya había hecho todo lo que podía sin embargo el peso en su corazón de ver al pequeño, el estado en el que estaba y el dolor que Tanjiro y Nezuko irradiaban al verlo así, ella lo sabía, no era la única en esas condiciones

Su pequeño de apenas tres añitos...

Inosuke, Zenitsu, Kanao y Giyuu los esperaban afuera de la habitación tan angustiados como ella de saber noticias del pequeño

Sin embargo, Aoi no le daba muchas esperanzas

Ya había intentado todo, medicina en píldoras, jarabes, plantas medicinales, incluso le había administrado dosis fuertes de antibióticos pero nada parecía dar resultado, el pequeño solo empeoraba y empeoraba

Ella sabía que aunque los dos adultos que se habían mantenido fieles al lado de la cama del niño en todo momento también lo notaban, pero en sus corazones buscaban cualquier tipo de esperanza que les dijera que se pondría bien

Al ver como el pequeño volvía a quejarse y llamar entre sollozos a su madre, Aoi dejó salir un largo suspiro acercándose con ellos, volvió a tomarle la temperatura notando que no había mejoría alguna y reteniendo las lagrimas solo pudo inyectarle algo de analgésicos al pequeño para hacer menor su dolor, ya le había puesto antibiótico hace unos momentos así que no podría administrarle más al menos hasta que otras ocho horas pasaran

Ella se quedó unos momentos con ellos hasta que finalmente notó como el pequeño entre sueños dejaba de quejarse tanto y sabiendo que tanto Tanjiro como Nezuko necesitaban estar solos con su bebé, salió de la habitación a pasos pesados y el corazón ardiendo en dolor por no poder hacer nada más por ellos

El que Nezuko podía definir como uno de los peores días de su vida, fue uno que empezó con normalidad, uno donde no creyó que nada de lo que había desencadenado la situación que vivía ahora podía pasar y sobretodo, un día que prometía ser uno bastante bonito

Sin duda no tenía idea de lo que le esperaba

Había despertado en los cálidos brazos de Tanjiro alegrándola por completo, le encantaba dormir con el, se sentía segura en sus brazos y sobre todo, le encantaba sentir su calidez irradiándose a ella, pero lo mejor de todo, era ese pequeño cuerpecito abrigado entre los dos

La noche anterior habían decidido llevar a su Niño a dormir con ellos y después de haberle puesto la pijama que ella misma le había hecho a su pequeñito de apenas tres años, se fueron a la cama a dormir, Tanjiro le había estado acariciando la cabeza y la espalda y ella misma había arrullado a su pequeño en sus brazos hasta que se había quedado dormido en su pecho y tras eso y darse las buenas noches con Tanjiro, los tres se habían quedado dormidos el la tranquilidad y calidez que el abrazo que compartían les daba