15.- Pequeño golpe

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Un grito y después un golpe

Una mirada furiosa y una arrepentida

Las lagrimas escurrieron de los ojos rosados tocándose con la punta de los dedos la mejilla hinchada que ardía y quemaba

Tanjiro la miró enseguida arrepentido, su mirada de preocupación y dolor irradiado por lo que acababa de hacer le carcomieron con la culpa

De pronto un llanto se hizo presente

—Nezuko tranquila

—¡NO!— volvió a decir entre llantos —¡Tanjiro me pegó!— volvió a sollozar

—¡fue un accidente!— el niño arrepentido se abalanzó sobre su pequeña hermana en un abrazo desesperado —perdóname— sollozó

—¡no! ¡Me pegaste!— un nuevo llanto

—Nezuko...— su madre se agachó a la altura de la pequeña niña, tanto como el bebé Takeo en su espalda se lo permitió —fue un accidente

—mamá— hipó la niña abrazándose a la adulta

—perdóname Nezuko— volvió a sollozar el pequeño niño —no quise— sollozó un poco más fuerte

Kie miró a ambos sin saber realmente cómo parar aquello pero al final fue una reacción normal de ambos, supuso, Tanjiro nunca antes había lastimado a Nezuko de alguna manera, siempre había sido un hermano mayor cariñoso con ella lo cual hizo que la niña encontrara en él un lugar seguro

Y que su lugar seguro le hubiera proporcionado un golpe bastante fuerte, aunque accidental, debió asustarla bastante, después de todo aún era una niña y no tenía mucha noción de lo que era un accidente

Habían estado jugando en el patio de la casa mientras ella tendía las sábanas para que se secaran al sol cuando Tanjiro había tropezafo con una piedra y al caer para atrás, una de sus manos intentando equilibrarse, sin quererlo había golpeado la mejilla de Nezuko

No había sido un golpe fuerte para un adulto pero para la magnitud de un niño sin duda era un golpe que había dolido

Kie abrazó a ambos niños acariciando la mejilla de Nezuko donde había recibido el golpe y la cabeza de Tanjiro donde un pequeño chichón estaba haciendo aparición producto del golpe que se había dado al caer, no pudo controlar tampoco cuando el llanto de Tanjiro, no por dolor, si no por la desesperación de no saber como parar el mismo llanto de Nezuko se hizo presente

Kie suspiró, esto iba para largo

Llevó a ambos niños envueltos en llanto de nuevo adentro de la casa, Tanjuro no estaba para ayudarla a solucionar las cosas así que tuvo que hacerse cargo ella sola, sentó a ambos niños sobre sus respectivos futones y con una pequeña porción de pasta de hierbas para desinflamar, aplicó la pomada en la mejilla y cabeza de los respectivos niños, besó ambas partes dañadas y eso pareció calmar a ambos un poco más

Nezuko fue la primera en cesar su llanto acomodándose sobre su futón, Tanjiro hizo lo mismo pero con lágrimas aún escurriendo sobre sus mejillas

Kie los miró analizando la situación, debía de terminar de tender las sábanas y comenzar a hacer la comida para cuando Tanjuro, su esposo y padre de sus niños llegara así que supuso que dejarlos solos ahora que estaban más calmados era la opción más viable para terminar de hacer sus tareas

Con una última mirada salió de la habitación

















Nezuko miró a Tanjiro darle la espalda, la niña lo sabía, el seguía llorando por lo que le había hecho y eso la hacía sentir culpable

Su madre le había explicado que eran los accidentes tiempo atrás y sabía que Tanjiro no lo había hecho a propósito, con un peso en su corazón por ver a su hermano llorar y un poco más tranquila por el dolor desapareciendo en su mejilla se acercó a su futón

—¿Tanjiro?

—....— el niño no contestó, solo siguió sollozando

—¿oye?

—perdón...

—no fue tu culpa— se acomodó al lado de él abrazándolo por la espalda —te perdono

—¿enserio?— el niño se volteó con los ojos brillando en esperanza

—si— ella asintió más segura —fue un accidente

—gracias Nezuko— volvió a sollozar abrazándola fuerte contra el —no fue mi intención, te lo prometo

—está bien hermano— ella le sonrió calmándolo

Tanjiro le sonrió en respuesta aún con las lagrimas sobre sus mejillas pero cesando su llanto, acercó con cuidado su rostro al de su pequeña hermana y depositó un suave beso sobre su mejilla, justo donde la había golpeado por accidente

La niña rió ante las cosquillas que el beso le produjo haciendo que el sonido de su risa terminara de calmar al mayor

Ambos se miraron finalmente tranquilos y sonriéndose mientras que el sueño comenzó a hacerse presente en ambos, habían sido demasiadas emociones durante esas horas para un niño así que sin quererlo, ambos se fueron quedando dormidos aún acurrucados en el abrazo que los hizo sentir seguros, cálidos y protegidos en los brazos del otro, perfecto para la siesta de medio día
















Kie entró algo preocupada, los había estado llamando para comer pero no habían contestado, abrió la puerta del cuarto que compartían sus pequeños topándose de frente con la tierna escena de ambos hermanos abrazados y profundamente dormidos, una pequeña sonrisa cruzó su rostro y retrocedió un par de pasos hasta salir de la habitación y cerrando en silencio la puerta para dejarlos dormir, sin duda, eran esas escenas las que su corazón atesoraba con ternura

Y dejándolos dormir tranquilos se retiró para comenzar a hacer la comida, ya tocaría despertarlos después para que ambos bajaran a comer junto a ella y Tanjuro cuando llegara

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Algo tierno

One Shots Tanjine Donde viven las historias. Descúbrelo ahora