11.- ¿que somos?

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—¿que somos?

—somos hermanos...

—No Nezuko ¿que somos?— volvió a preguntar ante la mirada cohibida de la chica

—s-somos hermanos, Tanjiro...

—pero... ¿y esto?

—no es correcto

—¿no te gusta?

—....

—Nezuko

—No...

—....

—lo siento... s-solo quería... pero no es correcto... no

—bien.... Lo siento— dijo levantándose de la cama donde ambos estaban recostados hasta hace unos momentos

—está bien, yo lo permití

—solo no quiero que pienses que abusé de ti... nunca fue mi intención

—yo se que no Tanjiro, no te sientas culpable

—no quiero que te alejes de mi por esto...

—Tanjiro no voy a alejarme de ti, eres mi hermano mayor y te quiero por eso, solo... finjamos que no pasó nada... ¿si?

—Nezuko....— dirigiéndose a la puerta —te amo— susurró al fin en un tono tan profundo, envenenando su alma de aquel pecado prohibido como lo era el sentimiento incorrecto en su pecho de romanticismo hacia su propia hermana

—...— Nezuko había captado la intención de aquellas palabras perfectamente haciéndola agachar la cabeza con pesar —lo siento... por no poder corresponderte como quieres...

Tanjiro no contestó, sintiendo su corazón romperse al escuchar aquello, caminó con prisa a su cuarto y se tiró pesadamente en su cama sintiéndose peor que nunca, se sentía culpable, sucio, sentía que había abusado de Nezuko, su pequeña e inocente hermanita no había hecho nada más que dejarse hacer por él debido al grande amor que le tenía

Amor fraternal

Y él había abusado de ese amor de hermana menor pensando que era correspondido, todo por no haber aclarado antes lo que ocurría

Y arrepentido entre lágrimas amargas, se quedó dormido

Nezuko se quedó callada mirándolo marcharse, temerosa no de él, si no de la peligrosa situación que esto conllevaba, arrepentida, no de haber llegado a la situación en la que estaban si no de ser tan cobarde como para no querer afrontarla, de no poder decirle que en realidad lo quería

Y siguiendo lo más sensato que su razón le dictó buscó su pijama colocándosela con las lagrimas escurriendo de sus ojos para después recostarse e intentar dormir

Nezuko soñó

Soñó con aquellos ojos carmesí sobre ella, acercándose a su rostro con una expresión gentil y una sonrisa amorosa solo para ella, sintió el cosquilleo de las caricias sobre su rostro haciéndola reír, de pronto una caricia en sus labios, tan agradable y tan gentil, sus rostros acercándose y de pronto...

Todo eso no era para ella, se encontró de nuevo admirando la escena pero ahora como espectadora de un momento mágico entre el hermano mayor amado y una chica preciosa de ojos violetas

Despertó

Su corazón acelerado producto del miedo en su pecho ante aquel hecho la hizo actuar por impulso, queriendo asegurarse de que solo había sido una pesadilla y en realidad no había pasado nada de eso

No

Su corazón no podría con eso, su corazón no soportaría ver a Tanjiro mirando a alguien más de la forma en la que la miraba a ella, tenía que decírselo, tenía que hacerlo antes de que fuera demasiado tarde

Nezuko se escabulló por los pasillos de la casa, de puntillas evitando hacer ruido alguno para evitar despertar a sus padres o hermanos menores, caminó hasta la habitación de su hermano tanteando la perilla y abriéndola con cuidado distinguió entre la oscuridad nocturna la figura dormida de su hermano

Se acercó con cuidado, con la adrenalina presente recorriendo su cuerpo tomó ese momento de valor como uno de los momentos más importantes de su vida

Y entonces lo hizo

—¿Tanjiro...?— murmuró moviéndolo suavemente con su mano

—.... ¿Nezuko?— contestó adormilado, abriendo los ojos enfocándola

—lo siento... yo... perdón...

—soy yo el que tiene que disculparse— susurró ladeando la mirada —no debí....

—Para Tanjiro— lo interrumpió —lo siento por no poder haberlo dicho antes... tenía miedo... aún tengo miedo pero, creo que esto vale la pena, puedo enfrentarlo, quiero enfrentarlo— murmuró con rapidez

—¿a que te refieres...?

—que yo también te amo, Tanjiro— dijo refiriéndose a aquel amor, a ese romanticismo tan prohibido pero tan latente en su pecho dándole una sonrisa llena de sentimientos y una mirada de real determinación, consiente de todo lo que tendrían que enfrentar una vez ella admitiera lo que también sentía

De pronto ya no le importaba nada, no le importaría ocultar aquellos sentimientos ante los demás, ocultar aquel amor tan profundo y tan prohibido que sentía por su propio hermano, no le importaba tener que ocultarlo hasta de sus padres o demás hermanos y vivir un romance secreto, menos importaba tener que mentir a todos los demás fingiendo que entre los dos solo había una simple relación fraternal

Ya no le importaba nada de eso

Solo quería estar con el

Y él quería lo mismo

Tanjiro sorprendido pero embarcado por la profunda felicidad y emoción en su pecho la jaló hacia él tomándola por el brazo haciéndola sentarse encima de él, incluso entre la oscuridad alcanzó a notar las mejillas sonrojadas de su hermana y ese brillo especial en su mirada dirigido sólo hacia él haciendo que su corazón latiera con rapidez, él no tuvo que pedírselo, ella sola lo hizo, acercó su rostro al de él y entonces, más segura de lo que nunca estuvo en su vida lo besó

Y con ese beso, sellaron el destino de ambos dirigiéndolo hacia un nuevo, complicado, pero hermoso camino

One Shots Tanjine Donde viven las historias. Descúbrelo ahora