ASESINA (PARTE 2) / UN ASESINO EN LAKEWOOD.

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Tantas veces luche contra el destino para alcanzar el mío propio, que quizás mis acciones solo malograron el verdadero camino. A lo mejor somos el prototipo de masoquistas que lo intentan y lo intentan sin poner atención a las lecciones que debemos aprender. Dicen muchos sabios que todo pasa por alguna razón, entonces, ¿es válido rezar por cambiar nuestras historias o tal vez no sabemos interpretar las señales que nos dicen ya basta de luchar? ...existen dolores que no se pueden compartir y que nos llevan a senderos tan eternos y dolorosos como insospechados. ¿Puedes culpar a quienes comenten los mismos errores que tú?

Capítulo 1.-

Océano Atlántico / 7 años después.

─Voy a casa, ─pensé.

─ Voy a casa, ─ me repetí haciendo una pausa, quizás tratando de convencerme en esos pocos segundos que era real.

─ ¡A casa!, ─y esta vez, aquella frase brotó de mis labios de forma inaudible e involuntaria, tanto que nadie alrededor pudo escucharlo, pero dentro de mi desbocado pecho se sintió como un grito descontrolado.

El constante golpeteo de las olas sobre el casco de la nave, se confundía con los espasmos de mi estómago casi a punto de darse vuelta; las angustias de estas últimas semanas convulsionaban por salir, solo la brisa marina que rosaba consoladora mi rostro lograba mantenerme apenas decente ante el mundo.

Pensé también, en la última vez que sentí esa sensación de pánico apoderarse de mí, y pude verme vestida de negro ante las enormes escaleras de mármol blanco que marcaron para siempre mi alma. Aquel capítulo de nuestras vidas estaba cerrado, no fue fácil enterrar todo cuanto había significado ese juicio, pero poco a poco fuimos colocando piedras sobre el pasado, piedras hechas con granitos de felicidad que hicieron tan fuertes como hermosas las bases de nuestro nuevo hogar.

Siempre amé mi primer y segundo hogar, tantas historias como personas pasaron por mi vida y jamás las sacaré de mi corazón, pero la distancia en realidad me ha hecho mucho bien; en medicina una herida debe curarse con amor, atención y tiempo. Mi amado se ha encargado de obsequiarme estos tres elementos, y estoy de acuerdo que me hacía mucha falta poner distancia para sanar. Aunque hube deseado tantas veces regresar, debo reconocer que siempre sentí este temor casi paralizante cada vez que la idea pasaba por mi mente, porque aún estas lesiones del alma estaban frescas, dolían y me atormentaban.

Para ser honesta, en cada una de esas oportunidades en las que mi amado se oponía de manera rotunda a mi regreso, daba secretamente gracias a Dios por ello, ya que, me hacía sentir protegida y hasta aliviada; claro está, esto no ayudaba mucho con los sentimientos de culpa que me generaba mi propia decisión de no viajar, porque sí, en verdad, al final de cuentas la decisión siempre fue mía.

Apenas recibí esa fatídica llamada, supe que el momento que tanto postergué, había llegado; las nuevas razones sobrepasaban por mucho todas mis excusas, debía averiguar que estaba pasando, por qué de estos eventos tan terribles que se habían apropiado de mi hogar... además, no se puede huir por siempre del pasado o del futuro, como en este caso.

Todo lo que me había estado persiguiendo por estos siete años, al fin nos alcanzó y de la manera más peligrosa, así que basta de cobardía; o daba el paso al frente para defender mi razón de ser o no sería capaz de seguir viviendo.

Ahora heme aquí de pie en la cubierta de este barco tan conocido para mí y el cual me trae tantos recuerdos, quizás por ello tengo los sentimientos a flor de piel. Comprendo que debo tratar de mantenerme serena, lo más enfocada posible en los hechos; sin embargo, es un cierto que los recuerdos de mi amado me asaltan aquí en el Mauritania.

Recorro a paso lento la proa, tratando de disimular las emociones que suben desde las plantas de los pies, hasta mi estómago, emociones tan intensas que trato de controlar aferrando mis manos enguantadas a la barandilla, tal vez en un vago intento de frenar mi vértigo creciente.

ASESINA (II) / UN ASESINO EN LAKEWOOD.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora