Los dos prisioneros habían dado buena lucha en su huida, pero la experticia de Miller y su equipo, logró arrinconarlos también con ayuda de los perros de caza. Al verse acorralados y con las armas apuntándoles, el extraño hombrecillo que fungía de doctor, le ordenó a Boris entregarse y dejarse llevar con calma.
Esposados y bajo custodia de un buen número de oficiales los escoltaron a la comisaría, Miller no quiso arriesgar más la seguridad de la familia Ardlay; así que, optó por alejarlos lo más pronto posible de aquel lugar, solo hasta que los dejó a buen resguardo y con muchas medidas preventivas, fue cuando él mismo quiso ir a dar las buenas nuevas.
─ Bendito sea Dios! ─ exclamó Annie, abrazando a su esposo. Este aliviado le dio un beso en la frente y le sonrió amorosamente, antes de dejarla para reunirse con los demás hombres en el estudio.
Apenas tomaban asiento cuando el patriarca cruzó el umbral para unírseles, y pese a las protestas del doctor Leonard, era ayudado por Clara y Candy. Fue recibido con alegría por los presentes, y pidió proseguir para ponerse al tanto de todo.
─ No tienen de que preocuparse, aunque los bandidos no han emitido ninguna palabra, por lo que ahora no tengo mucho que aportarles. Necesitamos algo de tiempo, sabemos cómo presionarlos para que nos digan qué papel juegan en todo lo que ha ocurrido. ─ explicaba el comandante.
─ ¿Cree que hayan sido cómplices de Elisa? O ¿Qué fue lo que le ocurrió a ella? ¿porque está en tal estado? ─ las palabras de Hartson, eran el reflejo de lo que cada persona en aquella habitación quería preguntar.
─ Es difícil suponer cualquier cosa aún, pero les confieso que tengo mis dudas; se me hace difícil creer que sus secuaces le hayan causado el daño que hemos visto, no encuentro razón aparente. ─ respondió Miller y como sí aquello fuese una señal, las miradas se dirigieron al médico esperando una respuesta.
─ Deben considerar que solo he realizado una revisión preliminar de las heridas de la señorita Elisa; ─ expiró pesadamente el doctor Leonard y continuó ─ pero dada su historia médica saludable y las circunstancia en las que fue hallada, me dejan algunas cosas sin explicación, al menos desde mi punto de vista, la más grave es que fue sometida a una cirugía; las incisiones en su cráneo, la disminución de sus funcione motrices y del habla, nos dicen que algo le pasó a su cerebro, solo que no puedo saber si esas limitaciones que presenta ahora fueron ocasionadas por la cirugía o si esta la hicieron intentado corregir algún daño previo, un accidente, un golpe, no lo podría decir aún. ─ Nadie hablaba, cada mente hacia sus propias conjeturas, por lo que elucubraban miles de posibles escenarios.
─ Debemos hacer hablar a esos desgraciados, espetó Archie con impotencia.
─ Lo cierto es que en esas condiciones ella no pudo haber llegado hasta donde la hallamos, fue Dorothy quien cargó con ella, quizás la considerado en peligro, así que dudo que estos tipejos sean sus amigos. ─ observó Wallas empuñando su bastón con fuerza.
─ ¿Que nos puede decir de las condiciones de Dorothy, Doctor? ─ inquirió Albert.
─ Esa chica tiene algunos rasgos que solo he visto en prisioneros militares torturados, aunque los estragos físicos son muchos, debemos dejarla dormir y descansar, estoy seguro que no lo ha hecho en muchos días, por lo que le he aplicado algunos medicamentos que le ayudaran propiciando la recuperación de sus nervios.
─ Creo haber escuchado el llanto de Dorothy en algún momento y creo que me rogaba ayuda, no lo tengo muy claro... quizás fue un sueño, no lo sé. ─ comentó Albert, haciendo un esfuerzo para encontrar algo entre sus recuerdos.
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ASESINA (II) / UN ASESINO EN LAKEWOOD.
Fiksi PenggemarEsta historia es la continuación de Asesina publicada en el año 2021, ¿ Cuantos errores somos capaces de cometer antes de reconocer hemos equivocado nuestro rumbo?, es un historia de suspenso e intrigas. Fanfic, Candy Candy.-