Al retirarse la inoportuna Clara Thompson de la residencia Ardlay, Sara y Emilia Elroy se dirigieron a la biblioteca, pues necesitaban algo de privacidad para intercambiar impresiones de aquella visita.
─ Supongo que usted y el tío Williams conocen a nuestros nuevos amigos, ¿no es cierto tía?
─ Supones mal Sara, yo solo le he recibido por complacer a Williams, se preocupa mucho por mí, así que debo agradecer todos los detalles que tiene para con mi persona.
─ Pero entonces ¿Usted no tiene idea de con quien hemos estado compartiendo esta tarde, y aquí en la mansión? ─ preguntó escandalizada.
─ Claro que sé quiénes son, Williams me ha contado de ellos, no tienes que exagerar Sara. Ella me parece una joven inteligente y de muy buenas maneras, aunque juraría que quizás la conozco de algún evento; en cuanto a su esposo, sé que no tiene abolengo; sin embargo, ha amasado su propia fortuna, la cual no es nada despreciable. Williams está evaluando ciertos movimientos comerciales con él y yo confío en el buen criterio de mi sobrino.
─ Como familia nos vendrían bien nuevas inversiones, la crisis financiera nos afectó a todos, sobre todo a los Leagan.
─ Así es, pero no hubiese sido de esa manera para ustedes, si tus hijos no hubiesen caído en esa extraña obsesión por dañar a Candice. Estoy segura de que Williams jamás hubiese permitido que Neil cometiera tantos errores en los negocios o de que Elisa cayese en esa cárcel; tal vez, hubiésemos podido conseguir un adinerado marido para ella, pero su testarudez la llevó hasta allí. Los criaste muy mal Sara, fueron tan obcecados y yo no pude hacer nada por salvarlos. ─ racionalizaba Elroy con verdadera tristeza.
─ ¿En qué momento cambió su manera de pensar tía? ─ cuestionaba ofuscada la madre de esas dos joyas. ─ sabes que desde que llegó esa huérfana a nuestra familia comenzaron las desgracias para todos, Anthony..
─ ¡Silencio! No menciones la memoria de mi Anthony. ¡Yo debí haber hecho mucho más para corregir a tus hijos!; ahora, después de tanto tiempo lo entiendo y no dejaré que uses la memoria de mi adorado Anthony para manipularme Sara, te lo advierto.
─ Lo lamento tía, no quise...─ bajaba la cabeza la madura mujer, sabiendo que, aunque frágil, aquella anciana frente de ella seguía siendo la poderosa Emilia Elroy, y reconocía que no estaba en posición de molestarle, al contrario, el futuro de su familia seguía estando en manos de la anciana.
─ Por favor retírate, y ordena los preparativos para recibir mañana a nuestros nuevos huéspedes, ya escuchaste a Williams, muy a mi pesar, le pedirá a los Thompson que nos honren con su visita; así que te encargo suma discreción, no quiero ningún otro inconveniente en los próximos días.
─ Sí tía, lo que usted ordene. ─ Sara se retiraba de muy mal humor, no le gustaba para nada que aquella recién vestida de Clara Thompson estuviese merodeando por los alrededores.
Casi era la hora de la cena y su esposo de mentira sin aparecer, así que Clara decidió bajar a departir un poco con los demás huéspedes del hotel, quizás alguna pista surgiría, no podía desperdiciar el valioso tiempo.
Se había corrido la voz, de que ella y su esposo eran acaudalados comerciantes que estaban haciendo negocios con los Ardlay. Clara una linda dama de sociedad con finos modales, que se había casado con un hombre mayor, cuyos cortesías evidenciaban su condición de Nouveau riche*, aunque eso no le restaba astucia y carisma, por lo que comentaban los caballeros; por lo tanto, la fina sociedad de Chicago tenía sus reservas y eso se notaba en las miradas que las damas le lazaban a la señora Thompson, cosa que no pasó desapercibida para ella.
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ASESINA (II) / UN ASESINO EN LAKEWOOD.
FanficEsta historia es la continuación de Asesina publicada en el año 2021, ¿ Cuantos errores somos capaces de cometer antes de reconocer hemos equivocado nuestro rumbo?, es un historia de suspenso e intrigas. Fanfic, Candy Candy.-