Asesina (parte 2) / Un asesino en Lakewood. Capítulo 26.- FINAL

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"La tarde de ayer, en medio de una profusa lluvia de agosto, el Clan Ardlay dio la despedida a la distinguida Dama de la sociedad Emilia Elroy, Los restos de la matriarca fueron depositados en el mausoleo familiar, luego de las exequias respectivas; a tan doloroso evento asistieron las más prominentes familias y personalidades de la sociedad.

El lamentable accidente sufrido por la apreciada Dama, ha dejado un vacío en los corazones de quienes la amaron, al igual que para quienes la admiramos por una vida intachable. Hoy nos despedimos de una notable mujer que ha dejado una huella imborrable en nuestra sociedad. Paz a sus restos."

Rezaba la nota del periódico, la misma iba acompañada con las elegantes fotos que cuidadosamente fueron escogidas.

En una de ellas, Williams Albert Ardlay con el rostro impasible dirigiendo unas palabras de despedida y agradecimiento a los presentes, y luego tomado de la mano de una hermosa joven de cabellera negra, la cual permaneció a su lado en todo momento.

En la siguiente, los esposos Grandchester-Ardlay, seguidos de Los Cornwell-Britter y demás familiares y amigos.

─ Se han cumplido sus instrucciones al pie de la letra señor Williams, ─ George, dejaba el periódico que había leído, sobre la mesa, para continuar con su reporte ─ el caso del joven Neil, se ha manejado con la discreción debida y Eduard Hartson acaba de infórmame que tambien el juez aceptó otorgar la medida de casa por cárcel a la señorita Elisa.

─ Muchas gracias George, ahorapor favor déjame solo unos momentos.

─ Señor... ─ el leal hombre comenzó una frase que no pudo terminar, no era el momento, en la cara de Albert, estaba anidada una infinita tristeza que no lo dejó continuar, así que, asintiendo, se retiró ─ sí señor.

A través del ventanal del estudio, Albert repasaba una vez más los acontecimientos de ese fatídico día: Corrió al balcón, en medio de una inútil ráfaga de esperanza, en negación miró hacia abajo, en el suelo retorcido e inerte se veía el cuerpo, aquel espectáculo sangriento le dio la certeza de su deceso;así que, aferrándose a la barandilla marfil, se derrumbó cual niño que se sabe huérfano nuevamente en la vida.

No recordaba todos los detalles, pero sintió cuando Candice se arrodilló a su lado y abrazándole lloró con él, ayudándole, pues su corazón estaba devastado por perder a quien tanto amaba.

Terry, tomó a Dorothy que se quedó petrificada, le ordenó a Annie y a Eleonor que no mirasen, que permanecieran donde estaban.

No supo que, cuando Victoria volvía del hospital a cambiarse, se encontró con un ejército de policías y automóviles, entonces fue conducida hacia otra entrada y al preguntar al personal, le informaron del desafortunado accidente que había sufrido la señora Elroy. Solamente la vio cuando entró como vendaval a la casa, se fundió en un abrazo con él, lo que le permitió dar rienda suelta al dolor.

─ Aquí estoy, aquí estoy para ti. ─ le susurró Victoria al oído y permanecieron así por largo rato.

─ Prométeme que nunca te iras, promételo por favor ─ pudo pronunciar al fin el rubio, quien había encontrado en los brazos de Victoria el refugio para su corazón.

Tampoco supo que justo en ese momento, ella decidió que jamás le contaría como años atrás, Emilia la humilló y menospreció logrado alejarla de él.

De cara al mundo, la caída de Emilia Elroy Ardlay, había sido un triste accidente, producido por una falla en las bases desgastadas de su balcón, la discreción del comandante Miller, fue crucial para que las verdaderas causas no salieran a la luz del público; el justo hombre no pudo hacer menos para ayudar a la ya maltratada familia.

ASESINA (II) / UN ASESINO EN LAKEWOOD.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora