Yushiro espero pacientemente a que Toujuro llevara nuevamente a Marion al interior de la mansión. Se había descuidado solo por unos segundos, en el momento en el chico salió corriendo fuera de la habitación como alma que llevo el diablo. Marion no había dudado ni unos malditos segundos, en pensar en saltar por la ventana más cercana hacia los infernales rayos del sol, era un suicidio, y todo hubiera sido su culpa por no frenar al chico antes.
Su técnica de sangre le había informado que la Mansión había recibido un invitado indeseado. Pero al confirmar que solo se trataba de un niño, hizo que la casa cambiará constantemente para hacer que se perdiera y volviera a la salida. Para su sorpresa, el muchacho continuo su camino hacia las puertas correctas, como si hubiera sido guiado hasta donde escondía a Marion. Al verlo más detalladamente, reconoció los típicos rasgos del clan Rengoku, cuántas veces Marion no había descrito al hombre que la salvó, mientras se encontraba en su peor estado.
Por cien años, ella continuo albergando la culpa de haberlo perdido. Y por eso, ellos se llevaban excelentemente bien. Ambos habían perdido a las personas más preciadas para ellos, la única diferencia era que él había logrado pasar años al lado de la mujer que amo, mientras que para Marion solo había sido un instante. Algo que podría ser trascendencial y olvidado fácilmente por su especie, ella se había aferrado a ello como si fuera su última esperanza.
«Si no fuera por él, hubiera acabado muriendo. Nunca hubiera vuelto experimentar lo que era tener a seres queridos a mi alrededor.... Kyojuro, al final, mitigo el dolor y la culpa de perder a mi madre» Ella le había dicho eso una vez mientras agonizaba por culpa de la maldición perdida de Muzan.
Por eso, al final no hizo que el chico se fuera. A diferencia de Tamayo-sama. El hombre al que Marion llamo Kyojuro, había muerto como humano, por lo que no había sido condenado al infierno. Sus posibilidades de reencarnar eran mucho más grandes y, si aquello era obra del destino, dejaría que esos dos se encontrarán para observar como se desarrollaban las cosas. Pero todo había empeorado.
Sus pensamientos fueron cortados en el momento en que el muchacho traspaso el umbral de la mansión.
—Kujo-san se ha tranquilazado un poco— comento el bicolor mientras buscaba donde sentarse con aún la chica en sus brazos. Al visualizar los muebles destinados a las visitas de la casa fue hasta allí para sentarse en el sofá— Se ha puesto tan pequeña, parece una niña de primaria—
El muchacho era inteligente al tratar de mantener la calma en su presencia e intentar iniciar una conversación normal con él. Yushiro decidió que continuaría con aquella charla, antes de preguntar por sus intenciones.
—Te lo dije antes de que salieras corriendo. Ella se mantiene de esa forma para conservar la energía— el pintor de las Tamayo sonrió al ver el rostro avergonzado del chico, al recordarle que anteriormente había intentado huir— Aún no está estable del todo. Pero ya no es peligrosa para los humanos—
La mano del descendiente de los Rengoku acaricio los cabellos de Marion mientras está se acurrucaba más en su pecho. Su comportamiento parecía también cambiar con su apariencia. Aquella dependencia le pareció adorable a Toujuro.
—Entonces, después de todo, ella no es humana... Es como Lady Ella— a pesar de que le sonreía, su voz se llenó de pesar— Un monstruo que lastima personas—
Yushiro se acercó tranquilamente a ellos, sentandose en la Poltrona que quedaba libre.
—Esa descripción es un poco grosera— le respondió con cierto desdén mientras cruzaba sus piernas— No se quién es "Lady Ella" pero puedo asegurarte que Marion nunca a dañado a otro ser humano— el muchacho no parecía muy convencido de sus palabras, el pintor se encogió de hombros, si el no quería creerle no era asunto suyo— De dónde conoces a Marion?—
Rengoku volvió a mirar a la niña, se había quedado dormida con el Haori de flamas aferrado a sus manitas. Estaría bien confesar sus inquietudes a ese hombre? Si él se encontraba con Kujo, significaba que era el pintor... El hombre que vivía con ella. Trago saliva, no era una respuesta que quisiera escuchar, pero la necesitaba.
— Tú... Usted... Es el pintor de las Tamayo?— respondió con otra pregunta. El hombre frente a él no se vio especialmente molesto por el cambio de tema— Eres su pareja?—
—Veo que también conoces a Ryuji— rio por lo bajo al escuchar la última pregunta— es el único crío que usa mi nombre para alejar a los que quieren pretender a Marion. Es una mala costumbre que adquirió de niño— al ver la cara de confusión de Toujuro, volvió al asunto sin más desviamientos— Déjame presentarme, Yamamoto Yushiro. Soy el pintor de las Tamayo. Y ella es, Kujo Marion, es actualmente mi manager. Hemos vivido juntos durante varios años — «un siglo al menos...» añadió para sus adentros— pero no tenemos una "relación amorosa". Se puede decir que convivimos porque ambos tenemos intereses parecidos—
Los hombros de Rengoku se relajarán tanto que la adrenalina que aún viajaba por su cuerpo fue disminuyendo, dándose cuenta de que su brazo dolía una barbarie. Cuando su cuerpo se contrajo por el dolor, despertó a Marion en el proceso. La chica miro derredor para quedar viendolo fijamente, la reaccionar, su mano fue directo a la frente de Toujuro. El chico volvió a gemir de dolor, cuando detuvo la mano de la chica a pocos centímetros de su cabeza.
»—Veo que también conoces su técnica de sangre. Es interesante, ella no me ha hablado de tí — Yushiro rio suavemente otra vez, Marion se volvió al hombre sin apartar las manos del chico.
—Lo ha usado en mi antes, pero solo he perdido el conocimiento. Todos a mi alrededor han perdido los recuerdos— la sonrisa de Yushiro se desvaneció en cuanto el chico pronunció esas palabras. Marion volvió a ver al bicolor confundida, Toujuro hizo contacto visual al fin con ella— Puedo recordarlo todo. Tanto los acontecimientos de "Lady Ella" como el demonio que me atacó en el museo cuando tenía 7 años—
La voz adulta de Marion se escuchó a través de la infante apariencia que tenía.
—Es imposible. Lo he usado, nadie ha podido deshacer mi técnica de los recuerdos— Yushiro se levantó de la Poltrona y cargo a la niña para evitar que está siguiera presionando al bicolor. Había notado que el muchacho se había lastimado con el ataque de la peliazul, pero ella aún no parecía darse cuenta de ello. La mujer protesto mientras se agitaba en los brazos del demonio mayor — Yushiro, es imposible... Me estaré debilitando?—
La voz desalentadora de la chica hizo que ambos hombres sintieron compasión por ella. Marion no había dejado de mirar a Toujuro con intensidad, mientras que Yushiro la observaba. El pintor se dió cuenta de que ella aún aferraba con su mano el Haori de su difunto amante. Una idea descabellada ensombrecio sus pensamientos.
—Realmente quisiste borrar sus recuerdos, Marion?—
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Corazones en Llamas
FanfictionDespués de la derrota de Muzan los tiempos de paz vuelven a Japón, el mundo comienza a olvidar a los demonios y la noche volvió poco a poco a ser segura para los aldeanos. En el Japón moderno, Rengoku Toujuro es un chico muy activo al que le encanta...