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Marion cargo el cuerpo de Toujuro con suma facilidad, esquivando uno de los latigazos del demonio. A pesar de que aún parecía mantenerse "encantado" con su arte demoníaco, la criatura estaba fuera de control consumido por la ira que le provocaba el recuerdo de aquella mujer. El bicolor seguía sorprendiendose de las habilidades que demostraba Meiko, pensar que alguien tan retraída y con aparentemente problemas de salud pudiera tener tales talentos... Abrió los ojos al darse cuenta, poco después, que la chica había crecido unos cuantos centímetros, que su cuerpo se había formado más al de un adulto, mucho más parecido a la mujer del museo. El Kimono se había encongido, ciñiendose a un cuerpo ya  desarrrollado. Ladeó la cabeza, eso era imposible, sus ojos solo le estaban jugando una mala pasada. Debía ser parte de la extraña y antinatural situación donde se encontraban.

La peliazul dió un salto lejano, suspendiendo el cuerpo de ambos en el aire. Toujuro tenso sus músculos, conteniendo el aliento hasta que estuvieron nuevamente en el suelo, lejos del alcance de los cabellos. Marion le dejo libre, dejándole caer abruptamente al suelo.

—Encuentra un lugar donde esconderte... Yo iré a salvar a la otra chica y a acabar con el demonio— se dió la vuelta para volver a saltar.

—Yo...— pero no logro terminar de articular las palabras que pasaron por su cabeza, pues la peliazulada había vuelto a saltar hacía la bestia fuera de control.

Suspendida a varios metros de altura, tomo aire para llenar sus pulmones. La ráfaga de fuego fue apareciendo como si el aire a su alrededor se incendiara. Las flamas a su alrededor desprendian destellos rojos mezclados tonalidades azuladas, parecía una bella danza, como si fuera la ninfa de las llamas.

Los ojos bicolores del muchacho se abrieron nuevamente por la sorpresa, otra vez volvían a él los recuerdos de su infancia. Era ella, sin lugar a dudas, eran los mismos pasos que la mujer de sus memorias.

La técnica no había surtido el efecto que esperaba, pues el demonio se había escabullido a un lado. La mujer que tenía aprisionada y la estudiante gritaron en unisono cuando una marea negra de cabellos se dirigía a la cazadora. Dispuestos a hacerla añicos con sus afilados mechones.

Junto a las ráfagas de fuego, Marion corto el alcance de cada mechón. Solo siendo rasguñada por uno de ellos. La herida se curo en el mismo instante en que la pequeña gota de sangre caía por su mejilla y se calcinaba antes de tocar el suelo, como si nunca hubiera existido. Sus ojos percibieron el movimiento en el techo, cuando Toujuro intentaba buscar una manera de bajar.

—Manten tu trasero en el techo Rengoku! Esto no es una pelea en la puedas participar— grito con una vena marcando su cien. El chico se espabilo manteniéndose muy derecho en el lugar.

Había alejando al más problemático de los humanos que protegía. Si se descuidaba y Toujuro se cortaba, el demonio, y ella misma, sufrirían las consecuencias del descontrol. Pensar que eso podría acabar con la vida del muchacho le causaba terror. Y a su vez, el terror le causaba nerviosismo, por lo que no podía concentrarse del todo en la batalla. Justo en ese momento de debate interno, la estudiante pareció encontrar en el interludio de la batalla las formas de escabullirse por las tienditas ambulantes, pero el demonio ya se encontraba lo suficientemente consciente para saber que todo lo que le rodeaba era una ilusión, a excepción de la cazadora y su actual víctima.

Lanzo a la mujer que aprisionaba al lugar donde se encontraba la estudiante, haciendo que las tiendas de madera se partieron en mi pedazos. Marion reaccionó cuando, poco después, la muchacha gritará y fuera alzada por la masa de cabello hasta donde se encontraba el demonio. La peliazulada chasqueo la lengua, todo iba de mal en peor.

—Tu maldita técnica no funcionará más... Me volveré igual de fuerte que las lunas. Ella me lo prometió— la chica chilló cuando los cabellos a su alrededor la apretaron, sintiendo que su cuerpo estaba apunto de partirse en dos.

Toujuro lanzo un grito de exclamación y Marion volvió a gritarle que se quedará en su lugar. Si la batalla se prolongaba más, tendría problemas para controlar al descendiente de Senjuro, por lo que tomo una rápida decisión. Con una postura más alargada, tomando impulso con uno de sus pies, haría volar la cabeza del demonio de un solo ataque. La chica que se encontraba atrapada en los tentáculos de cabellos caería al suelo de golpe, pero no estaba lo suficientemente alta como para que fuera mortal. Se recuperaría en unos meses, era mejor eso a que muriera esa noche. El demonio percibió la amenaza y antes de que se alzara más en el aire Marion decidió actuar.

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Respiración de la llama
Primera postura: Mar de fuego
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A alta velocidad y con una fila de antorchas guiando su objetivo, la peliazul arremetio contra su oponente. En un parpadeo, la cabeza del demonio cayó al suelo con un golpe seco, rodando hasta los pies de la cazadora. En cuanto su cuerpo se quedó sin cabeza soltó a la muchacha que tenía aprisionada, está se dió de bruces contra el suelo. Marion pudo escuchar como botaba todo el aire de sus pulmones por el golpe. Enseguida se desmayo. Sin darle mucha importancia, pues podía sentir los latidos de su corazón, volvió su atención al demonio en sus pies. La criatura blasfemaba y lloraba, impotente al saber que lo único que le esperaba era las eternas llamas del infierno.

Sus extremidades comenzaron a desmoronarse más rápido de lo normal. Marion sabía que aquello no era nada extraño, pues en sus dominios los demonios parecían tener un ritmo de desintegración más acelerado. Toujuro bajo del techo con facilidad, sus ágiles pasos podían compararse con los de Sumihiko ya que ambos practicaban juntos.

Cuando sus pies tocaron el suelo, corrió hasta la estudiante que se encontraba desmayada a varios metros de Marion. La peliazulada ni siquiera los observo, ni cuando el bicolor se acercó hasta la muchacha para comprobar que se encontraba bien ni cuando esté comenzó a cagarla en su espalda. Estaba alerta a su alrededor, el demonio del colegio había sido eliminado, pero no sabía dónde se encontraba aquel que se había infiltrado y quién además había proporcionado las memorias de Kyojuro.

Su presencia la intrigaba. Los demonios de más edad habían sido eliminados en su mayoría por los pilares del Agua y el viento, quienes dieron su apoyo a la organización cuando está ya estaba en sus últimas etapas. Que existiera alguien capaz de evadir la seguridad de su técnica, era sin dudas algo de que preocuparse.

🌿Nota: Después de tanto tiempo he podido publicar 🥺💕 Perdonen la tardanza, se supone que saldría de vacaciones el 17 y resultó que al final trabajaré todo diciembre y parte de mis vacas de enero. Hay demasiado trabajo en la oficina y tengo tan poco tiempo que ni siquiera he disfrutado las fiestas como se debe. 😔

Feliz Navidad a todos mis queridos lectores~ 🎅🎄 Espero que sus navidades sean muy especiales, y que todos sus deseos se cumplieran. Que recibieran lo que esperaban 🎁.

Corazones en LlamasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora