La discusión fue en aumento cuando Ryūjin menciono al profesor que el podía hacer que perdiera su trabajo por todos los inconvenientes que estaba causando. El hombre no espero siquiera a que terminara de amenazarle.
—Puede estar seguro, Ryūjin-sama... Que hago un excelente trabajo en mi profesión— respondió con amargura, señaló a Marion— Pero ser niñera de un demonio es inconcebible. Soy educador no un siervo—
Ryūjin dió un paso al frente, apunto de querer estallar de molestia. Mencionar la naturaleza de la peliazul frente a los foráneos estaba estrictamente prohibido.
—Ten más cuidado con tus palabras. Estamos frente a tu querido estudiante— advirtió siseante. El profesor no sé inmutó ante su noto, ya estaba lo suficientemente molesto como para importarle un comino si el líder del clan quería deshacerse de él o no. En cambio, le haría un favor a los otros para que no cayeran en las garras de aquella arpía endemoniada.
—Con más razón Toujuro debería de saber la naturaleza de ese engendro. Intento protegerla, no puedo dejar que piense que esa cosa es igual a nosotros—
La expresión del universitario se ensombrecio.
—Cariño...— Llamo sin mirarle el futuro líder de la familia Fuji, la aludida observo a su protector esperando a que terminara de hablar— Lleva contigo al chico Rengoku. Hay cosas que debo aclararle a Miyami-sensei—
Marion se encontró indecisa en un principio, invadiendole el mismo miedo de que aquel hombre quisiera hacerle daño a Ryūjin. Al sentir su inseguridad, el universitario le miro sonriéndole mientras le guiñaba el ojo pícaramente. Ella dejó escapar un suspiro aliviado y asintió tomando la mano del bicolor y dirigiéndose a la salida de la oficina.
—Toujuro, espero que está información te iluminará. No debes proteger a los demonios, son nuestros enemigos—
El bicolor no supo cómo reaccionar ante aquella situación, dejo que la peliazul le guiará hasta fuera del salón alejándose sin apartar los ojos de los dos hombres que mantenían una acalorada discusión. Demonio? Era posible que Meiko fuera una agresora?. Recordó los cuchicheos de los alumnos esa mañana, en como la víctimaria había descrito a la muchacha como el "Demonio que mató a su amiga". No era posible que Meiko fuera la culpable, o si?.
Caminaron por el pasillo en silencio, la peliazul le soltó la mano cuando estuvieron lo suficientemente lejos de la oficina de Miyami-sensei. Dandole la espalda sin dejar que viera su expresión, la muchacha menciono con tono amenazante.
—Por tu bien, olvidaría todo lo ocurrido con sensei— continuo su camino sin esperar una respuesta, estaba vez fue Toujuro quien la tomo del brazo para evitar que siguiera avanzando.
—Necesito respuestas—
Ella al fin se digno a mirarle, su rostro estaba ensombrecido pero sus orbes azules brillaban en tonos más claros. Le parecieron tan hermosos, tanto que era doloroso verles. Deshizo su agarre con brusquedad, diciéndole en silencio que no la tocará.
—No estás en posición de exigir nada. Es mejor que dejes las cosas como tan y sigas adelante con tu vida—
Toujuro grito a los cuatro vientos que aquello era imposible. Marion tuvo que admitir que la terquedad de los Rengoku era en algunas ocasiones fastidiosa y cansina. No estaba de humor para seguirle el juego de la estudiante transferida y tampoco quería usar su técnica demoníaca con él. Al ver que el silencio no hacía efecto en la insistencia del chico, la peliazul suspiro volviéndose a él.
—Realmente es necesario todo este alboroto por un empujón? Estoy bien, y ya Ryūjin-sama se ha ocupado del asunto. Asi qué, que más quieres de mí?— pregunto al fin resignada. No le cabían dudas de que el chico había heredado el sentido de la justicia de los antiguos Pilares de su familia, con aquella adorable mirada reprochante no quería dejarla ir. No respondió a su pregunta, pero noto que sus orejas estaban ruborizadas al darse cuenta de que estaba siendo demasiado insistente— Escucha, no pretendere ser amable en este asunto... Ya que lo más probable es que termines por malinterpretarme— aclaro, cruzándose de brazos— No estoy aquí para hacer amigos. Espero que entiendas algo tan simple como eso y me dejes en paz—
—Permiteme diferir...—
—No te lo permito—
Toujuro ignoro lo que dijo, imitando el cruce de brazos y el ceño fruncido.
—Somos un país libre y desarrollado. Puedo decir lo que quiera mientras no haga daño a nadie— ignoro la maldición que hecho la chica en voz alta. Apenas pudo entender algo como «Estas generaciones»— Quiero convertirme en tu amigo, Meiko-san. La soledad nunca será una buena compañía—
Marion frunció los labios ante aquella revelación. Amigos? Ella podría decirle todo los que su madre le había dicho en cuanto la vio, convertirse en amigos era algo inconcebible.
—Tus padres no te lo permitirán... Los Rengokus no...— se callo con un chasquido de lengua, estaba apunto de aflojar la lengua en un asunto delicado. Toujuro la miro curioso, aunque poco tiempo de procesar lo que había dicho se mostró ofendido.
—Que tienen los Fuji con mi familia!? El idiota... ese Fuji... Él... — se callo recordando que la chica frente a él y ese idiota parecían mantener una estrecha relación. Primero era la mujer del museo, ahora Meiko, ese hombre pululaba alrededor de las personas a la que mantenía interés. Y ahora, parecía que ese clan tenía alguna enemistad con el suyo. Que más mala suerte podía tener— Nunca he escuchado mencionar a mi padre alguna rivalidad con tu familia, así que si serías tan amable de iluminar este asunto sería perfecto—
La observo apretar los labios mientras su rostro se volvía más pálido. Marion dió la vuelta y avanzo por el pasillo sin responderle, necesitaba alejarse de él, sentía como su gula carcomía sus entrañas obligándola a quedar a merced de la primitiva sensación de hambre, el aroma de Toujuro hacía estragos a su instinto demoníaco.
Bajando la escalera común del edificio pensó en lo ilógico que era todo aquello, los Marechis solo eran detectados cuando su sangre estaba expuesta en el aire, no podría descontrolarla solo por su presencia. Pensar que un Rengoku podría heredar una sangre maldita... No! No quería saberlo, descubrir algo como eso implicaría tener que estar con él mientras cazaba al demonio del instituto y creía fervientemente que eso le haría mucho daño. Verlo... era como recrear una imagen más joven de Kyojuro. Era algo que no quería admitir, de niño solo parecía otro descendiente de los Rengoku, pero verlo más crecido... Debía rondar los 14-15 años por lo que solo era 5 años menor a la imagen de Kyojuro antes de fallecer. Se parecían tanto y a la vez eran dos seres muy distintos.
Siguiendo su camino con firmeza y sin mirar atrás, bajo las escaleras de dos en dos. Necesitaba pensar en la casería, no en absurdas comparaciones. Una fugaz idea surgió en su cabeza cuando al fin sus pies tocaron el primer piso.
Tal vez, su sangre Marechi podría ser la razón por la que el demonio estaba en ese sitio en primer lugar. Se detuvo en seco con ese pensamiento y rápidamente giro en sus talones con intenciones de volver para enfrentarse al bicolor. Se sorprendió al recibir como respuesta un brusco choque, Toujuro fue empujado hacia atrás al chocar contra el macizo cuerpo de la peliazul. Marion ni siquiera sé inmutó por la inercia, su fuerza sobrehumana le impidió caer al suelo.
El chico miro hacía arriba con asombro, al ver que ella aún se encontraba en el mismo lugar.
—Tienes... Bastante equilibrio— mencionó. Marion no espero a que él se recuperará de la sorpresa, ni dió tiempo de que procesará que aquello no podía ser algo normal.
—Necesito que hagas algo por mí—
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🌿Nota: siento escaparme por 2 semanas, ya lo he escrito en Kokeshimura, pero para aquellos que solo lean esta historia... No la abandone, solo estuve muy ocupada durante estás 2 semanas 🥺💕.
Alguien está viendo los episodios de Rengoku? Me encantó el Opening, no es una canción pegajosa pero si es dramática, toda la animación me gusto mucho y tuve un mini infarto con esa sonrisa que lanzo Rengoku a la pantalla. Definitivamente estoy enamorada 🥰🥰

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Corazones en Llamas
Fiksi PenggemarDespués de la derrota de Muzan los tiempos de paz vuelven a Japón, el mundo comienza a olvidar a los demonios y la noche volvió poco a poco a ser segura para los aldeanos. En el Japón moderno, Rengoku Toujuro es un chico muy activo al que le encanta...