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—Crees que esté bien? Se ha golpeado muy duro—

Toujuro le había dirigido la palabra al fin después de al menos media hora de silencio. No parecía muy feliz por la manera en que se habían desarrollado los acontecimientos, pero eso a Marion le importo nada.

—Estará bien. La altura no era mucha como para hacerle daño de gravedad—

—Pudo haberse roto el cuello...— tercio el bicolor.

—Pero no lo hizo—

Otro prolongado silencio los acompaño mientras caminaban rumbo a la nada. Como el demonio ya se había desintegrado por completo, las memorias a su alrededor comenzaban a desvanecerse ya que no encontraban otro catalizador. Solo debían dar tiempo a que todo estuviera completamente negro, así Marion podría desactivar su técnica de sangre sin dañar a ninguno de los humanos presentes.

Toujuro se acercó hasta su compañera de clases, por el rabillo del ojo la peliazul observo su expresión para comprobar si estaba enojado o no, pero no leyó ningún signo de enfado. Su rostro estaba neutro, sin apartar su atención de la estudiante. La chica se encontraba desmayada en la espalda de Rengoku. Volvió la vista al frente irritada al imaginar que serían Kyojuro y alguna otra cazadora. Que estupidez, porque se le había pasado por la cabeza algo así?

El bicolor volvió la vista a ella cuando está justo la había apartado, así que no pudo observar la expresión que había echo la mujer. Observándola mejor, su altura y proporciones seguian siendo las mismas que las de una adolescente. Se había imaginado cosas? Por un momento pensó que era la mujer del museo.

Suspiro desviando la decepción que había abordado su corazón, realmente quería volver a verla. Sacudió negativamente la cabeza, no era momentos de pensar en otra persona, por ahora, debía darle ánimos a su compañera de clases.

—Lo haz logrado, Meiko— dijo intentando entablar nuevamente una conversación. Forzó una sonrisa cuando ella le observo. Al verle sonreír Marion sintió sus mejillas arder, hacía mucho tiempo que no la felicitaban por algo. Recordo la primera vez que había logrado realizar una de las poses de la respiración de la llama. En ese momento Shinjuro rondaba los 63 años, el mayor de los Rengoku se había sentido tan feliz que le había abrazado con fuerza como no lo hizo tiempo atrás con sus hijos— Eso que haz hecho con las flamas...—

—Es una de la respiraciones principales que usan los cazadores de demonios— respondió con demasiada celeridad. Marion ocultó su rostro moviendolo a un lado para que chico no viera su rubor, se sintió estúpida, como si fuera una pequeña avergonzada— Es... Es una técnica que debe usarse para combatir contra los demonios...—

—Donde aprendiste algo así?— Ella le observó, la curiosidad que reflejaban sus ojos parecía genuina por lo que le pareció singular el hecho de que Toujuro, en un ridículo período de tiempo, hubiera aceptado la existencia de demonios, técnicas de sangre y respiraciones. La primera vez que Ryūjin escucho sobre eso, se había reído en su cara pensando que solo le estaba gastando una broma. Y siguió siendo escéptico hasta que ya las pruebas fueron inevitables. Toujuro por su parte, solo se conformo con lo poco que había visto y su palabra. El bicolor interpretó mal su silencio, pues rápidamente se disculpo— Perdona, no es algo que puedas hablar libremente?—

Marion volvió a sonrojarse, lo más probable es que estuviera deslumbrada viendo su rostro por demasiado tiempo. Se volvió en sus talones e hizo una señal al bicolor para que la siguiera, comenzando a dirigirse hacía las afueras del boulevard mientras esté seguía desintegrandose a su alrededor.

Tardo unos minutos en volver a hablar, pensando en cómo sería mejor abordar el tema.

—La respiración de la llama es... una herencia familiar. Tuve el privilegio de ser educada con ella, y de poder dominarla— «Después de al menos 40 años de entrenamiento» añadió para sus adentros. Aquel estilo era sin dudas una de las respiraciones más difíciles de las 5 principales, aunque si se le preguntaba en ese tiempo al amante de Lady Rengoku, le hubiera respondido que la respiración del rayo era, por mucho, más difícil de dominar. Sentía como los ojos de Toujuro seguían clavados en su espalda, esperando que le diera más información sobre el tema— La respiración es una herencia del Clan Rengoku...—

Se volvió al joven bicolor, este se había detenido al escuchar su apellido. La confusión en su rostro era tan grande que Marion no pudo evitar esconder su expresión. Había fruncido la boca por el disgusto que le causaba pensar que algo tan único del Clan se hubiera marchitado por la modernización.

—Mis padres nunca...—

—Son demasiado sobreprotectores— le interrumpió mientras continuaba su camino. Le molestaba que algo como la respiración de la llama, algo por lo que Kyojuro se había esforzado tanto en dominar, se hubiera olvidado. Era como matar los principios del Clan — La respiración de la llama lleva más de 100 años siendo dominada solo por el Clan Rengoku. Un linaje de excelentes cazadores de demonios, Engendrando pilares en cada generación— observo de reojo al descendiente de Senjuro, por lo poco que había logrado recabar en una de sus escabullidas a la sala de profesores, sabía que el chico practicaba Kendo y se encontraba entre los mejores de su prefectura— Escuché que ahora los Rengoku son una "Familia de deportistas", significa que ya dejaron la esgrima?—

Le sorprendió ver qué el muchacho negaba con la cabeza.

—Tenemos un pequeño Dojo en la finca, usualmente mi padre imparte clases y suele ser bastante estricto con los entrenamientos— balanceo el peso de la chica en su espalda para que una parte de su cuerpo pudiera descansar del peso— Teníamos un Dojo más grande en el Estado. Pero mi tío mayor, pensó que eso era solo consumir recursos de la familia y que impartir esgrima era una perdida de tiempo para el futuro financiero del Clan—

Escuchar aquello hizo que el corazón de Marion se encogiera. Podía imaginar la expresión de Senjuro cuando su primer hijo menciono aquello, para ellos dos, la respiración se había convertido en un recuerdo feliz de la vida de Kyojuro. Chasqueo la lengua, molesta. Pensar que ella le había dejado solo con ese grupo de... de arpías y sanguijuelas le partía el alma. Ni siquiera le habían dejado despedirse de él en su funeral.

Sus sentimientos se desbordaban por la tristeza y la indignación, pensar que alguien tan especial como Senjuro pudiera criar aquel dichoso grupo familiar. Sintio el peso de una mano en su hombro y observo como Toujuro le sonreía con timidez, ajeno a todos los sentimientos que se arremolinaban dentro de ella.

—Me alegra saber que podemos hablar de esta manera. Si me das la oportunidad podríamos ser amigos—

La peliazul se chisto, por poco tiempo si se había sentido cómoda en su presencia, tanto que estaba hablando demás. Frunció en ceño en respuesta, apartando la mano de él de su hombro.

—En cuanto salgas de mi técnica tus recuerdos de este acontecimiento serán borrados de tu memoria. A estas instancias, no necesito ocultarte nada... Porque no lo recordaras—

Marion alzo su mano rápidamente hasta la cabeza de Toujuro, en ese instante las memorias del demonio se desintegraron por completo hasta volver todo su alrededor de un color oscuro, tan negro que parecía un abismo. El bicolor sintió que sus fuerzas se iban mientras observaba los ojos felinos y brillantes de Meiko convertirse en lagunas de sangre. Lo último que escucho, en un susurro lejano fue «Arte demoníaco...»

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🌿Nota: un poco tarde pero seguro... Feliz año a todos, espero que este año sea próspero y que puedan cumplir todo lo que desean🎇🎄 Lo más importante es que tengan salud y puedan cuidarse de todos estos virus y variantes que están sueltos💕

Corazones en LlamasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora