Este capítulo sin duda es uno que me gustó escribir, ahora que lo tuve que releer para editarlo, me acordé de muchas cosas. Espero les guste ;)
Capítulo XI: El Rico más pobre
"Cuando tomas una vida, sólo piensas en la razón que te llevó a hacerlo. Jamás piensas en la acción, intentas por todos los medios desentenderte de aquel "otro". Porque eso es lo que es, otro. No un ser humano, no una víctima, ni siquiera tu enemigo... simplemente, alguien ajeno a ti. En el instante que dejas de considerarlo de esa forma, es cuando tomas consciencia de tu acto. Pero es demasiado tarde para lamentaciones.
Quitar una vida puede considerarse rápido, algo incluso sencillo; si lo tomas con la debida frialdad. Esa no es específicamente la parte complicada, no, las complicaciones aparecen cuando te detienes a ver lo que tú mismo causaste. Cuando entiendes que ese otro, nunca estuvo realmente solo, cuando lo miras y en él notas a ese padre, hijo, hermano o esposo. Entonces eres conocedor de las limitaciones de tu propia humanidad, porque no sólo tomaste un alma sino que en tu avaro proceso, aniquilaste muchas otras inocentes. A todas esas que resguardaban a tu enemigo, velando por su regreso. Esos que ahora te odian y ni siquiera pueden precisar tu nombre.
Pero aquí, aquí te aseguras de ganarte más de una maldición dirigida a tu persona y comienzas a formar parte de las pesadillas de desconocidos. Y estás en boca de ellos siendo injuriado, al punto de que sólo desean para ti un rápido viaje al infierno. No puedes culparlos y no quieres culparte a ti mismo, porque de hacerlo aceptarías que todo por lo que luchas, no es más que un método para causar dolor. Es imposible comprender que algo que tú no comenzaste, encuentra su realización en tus propias manos. Irónico, casi risible... pero si te niegas a seguir eres un traidor y si continúas te arriesgas a perder la razón.
Entonces a tu mente acude el recuerdo de ese primero, el mismo que buscaba callarte eternamente con el enviste de su espada, pero él ya no está para atormentarte. Ahora sólo representa una pequeña brecha entre tu racionalidad y tu salvajismo. Es un instante más para ti, pero es el recuerdo que siempre evocas al momento de tomar otra vida. Y cierras los ojos disculpándote con ellos y con tu propio ser, cierras los ojos para ya no ver, diciéndote una y otra vez que eso está bien. Pero los gritos de piedad, son difíciles de acallar y lo único en que piensas es que pronto terminará.
Del Conde Fantasma.
Desde El Campo de las Almas Perdidas."
***
Sus pies, como de costumbre, lo guiaron al único lugar donde él esperaría hallar algo de paz. El mayordomo de Rafe ni siquiera titubeó al verlo en el umbral de su puerta completamente desalineado, cubierto de sangre y suciedad. Se limitó a guiarlo a la antesala, como si no hubiese nada extraño o poco usual en su visita. Ese hombre merecía un aumento, pensó en su fuero interno cuando éste se marchó. Seguramente había ido a despertar a su señor, Iker no hizo mucho caso de eso y ante la soledad que lo rodeaba en ese lugar, se dejó caer en la acolchada suavidad del banquillo del piano. No quería causar estragos en la tapicería de Rafe, así que eso podría verse como un acto considerado por su parte.
Sonrió, mientras reposaba las manos en la brillosa superficie del instrumento, y al instante notó como su tacto dejaba pequeños caminos de sangre en la superficie blanca del instrumento. Bueno, quizás no era tan considerado después de todo. Se encogió de hombros, golpeando con la frente la tapa del piano en un intento por mantenerse despierto. Sentía un cansancio inhumano, algo extraño puesto que no era de esos que se dormían con facilidad. Pero repentinamente, el piano se le antojó demasiado cómodo y los ojos lentamente se le fueron cerrando presas del letargo. Seguramente no faltaba mucho para el amanecer, pensó sintiéndose mecer por el encanto del sueño.
ESTÁS LEYENDO
El Conde Fantasma
Ficción histórica¿Cómo explicarías la conexión entre dos extraños? ¿Lo llamarías casualidad o destino? Las personas tendemos a creer que existe en el mundo un alguien especial. Y algunos desperdician la vida entera, sumergidos en esa búsqueda. Pero ¿qué tal si lo qu...