Bueno, para los que estaban esperando la actualización de esta historia ya estamos. Gracias a los que me recuerdan que me estoy demorando, pero es que este cap es un poco más largo, así que tenía que leer con detenimiento. Igual que seguro algo se me pasó xDD A leer...
Capítulo XII: Cosa de Hombres.
Debería ser ilegal obligar a una persona a abandonar tan majestuoso sueño, pero era evidente que hasta allí había llegado su fantasía. Alguien estaba fastidiándolo sin consideración alguna y ya no podía seguir haciendo de cuenta que no lo notaba. ¿Qué tenía que hacer un hombre para conseguir algo de paz en su propia habitación? Pues la respuesta era simple, debía mudarse a una isla donde no habitaran ni niños ni hurones.
Se llevó una mano al rostro topándose con el cuerpo peludo de Dublín, el cual protestó con un chillido cuando lo alzó del cuero para depositarlo en el costado vacío de la cama. Tras soltar un sonoro suspiro, se volteó para seguir durmiendo. Pero entonces el animal volvió a reaparecer en su cabeza, como si acabara de aprender a volar en los últimos cinco segundos. Iker bufó irritado, aún negándose a abrir los ojos, pues sabía que si los abría ya no habría vuelta atrás; debería levantarse. Se quitó al hurón de la cabeza una vez más y notó más allá de su sueño, un vago zumbido que se afanaba por no convertirse en un ruido delator. Entonces Dublín comenzó a hociquear entre los dedos de sus pies, causándole cosquillas y rabia en formas iguales.
¡Eso era todo, mataría a esos niños! Se incorporó abruptamente, atrapando con su mirada una pequeña cabeza rubia que en vuelo directo al piso, intentaba buscar un rápido escondite.
—¡Sal de ahí! —exclamó con voz firme, sacudiendo los pies para apartar a Dublín que se comenzaba a poner cariñoso con su pulgar. Un segundo después, emergieron de debajo de su cama unos rostros con falsas muecas de inocencia. Pero Iker sabía muy bien de esas vanas actuaciones, él había esgrimido esa expresión más de una vez en su vida—. ¿Qué demonios? ¿Por qué están en mi habitación?
Chico le envió una mirada a la niña para que ella tomara la palabra y por supuesto que Ari no se dejó amedrentar, cargó sus pulmones como si el otro acabara de enviarla a la guerra y se dispuso a explicarse. Iker estuvo apunto de reír por sus solemnes actuaciones, pero tuvo que recordarse que estaba molesto y nada de despertarlo con el hurón debía causarle diversión.
—Tía Ailim dice que tienes que despertar ya. —Las palabras se le atropellaron en la boca, pero al terminar de trasmitir el mensaje sonrió con suficiencia. «Pequeña pilluela»
—Pues dile a tu tía que se vaya a... —La niña abrió los ojos como plato y se cubrió la boca como sólo una pequeña damita haría. Iker se mordió la lengua a tiempo para interrumpirse, no estaba acostumbrado a medir sus palabras y eso siempre significaba un problema frente a mujeres—. Que se vaya a... —Era una pena que no estuviese muy elocuente en esos momentos, pues simplemente no se le ocurría ninguna forma de rematar esa frase que no fuese de manera grosera.
—¡Sembrar tapioca! —ofreció una tímida vocecilla, saliendo a su rescate.
Iker miró hacia su izquierda, ganándose un encogimiento de hombros por parte de Chico. Él le correspondió el gesto, admirando la veloz sutileza del muchacho.
—Eso... a sembrar tapioca—repitió, soltando un suspiro por lo bajo. Nunca en su vida tuvo que cuidar su lenguaje y ahora el niño le estaba dando lecciones de etiqueta a él. La ironía resultaba extrañamente hilarante.
Un poco más tranquila tras su vaga respuesta, la niña se subió a su cama y tomó al hurón entre sus brazos como si se tratara de un bebé.
—¿Es verdad que lord Dublín ahora es mi primo? —preguntó entonces, sin despegar la vista de su mascota.
![](https://img.wattpad.com/cover/32611944-288-k288801.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El Conde Fantasma
Historical Fiction¿Cómo explicarías la conexión entre dos extraños? ¿Lo llamarías casualidad o destino? Las personas tendemos a creer que existe en el mundo un alguien especial. Y algunos desperdician la vida entera, sumergidos en esa búsqueda. Pero ¿qué tal si lo qu...